El concejal de Promoción de la Ciudad, Modesto Belinchón, ha presentado esta mañana el libro ‘Cuchillería de Escritorio de Albacete’, junto a su autor, José Sánchez Ferrer, y que ha editado el Museo Municipal de la Cuchillería.
Durante su intervención, Modesto Belinchón ha subrayado que “esta presentación supone dos motivos de alegría y satisfacción, puesto que el hecho de que se trata de una edición del Museo de la Cuchillería, refleja su capacidad de divulgación, didáctica y pedagogía; y, además, hablar de cuchillería constituye también hacerlo de nuestro bagaje cultural, pues es la actividad comercial y económica que ha definido cultural y territorialmente a esta tierra. Actos como el que estamos celebrando esta mañana dan sentido a que el año que viene nos convirtamos en Capital Mundial de la Cuchillería, acogiendo el III Encuentro Mundial de Capitales de la Cuchillería”.
El autor de este libro, José Ferrer Sánchez, es licenciado en Filosofía, miembro del Instituto de Estudios Albacetenses y activo investigador. Ha publicado seis libros y numerosos artículos sobre la cuchillería de Albacete.
En la obra presentada esta mañana, Ferrer Sánchez nos plantea un viaje a través del tiempo, entre los siglos XVI y XVIII, para relatarnos la aparición de las tijeras de escribanía, cuyo uso era cortar los irregulares bordes de los pergaminos y las navajas y cuchillos de escritorio o cortaplumas-raspadores, que se utilizaban para cortar y adecuar el biselado de las puntas de las plumas de ave con las que se escribía.
Las piezas con diseños cuidados y elementos ornamentales, sobre todo las que incorporaban decoración e inscripciones grabadas, están consideradas como pequeñas obras de arte.
Las cuchillerías de la Villa de Albacete tuvieron un gran predominio a nivel nacional en la manufactura de las mismas y el modelo que se generalizó en el último tercio del siglo XVII en todo el país tuvo origen en nuestra tierra. La cuchillería de escritorio es sólo una pequeña parte de la cuchillería, pero por sus características y belleza, es un elemento digno de estudio. En la colección permanente del Museo de la Cuchillería se pueden contemplar hermosos ejemplos de estas tijeras de escribanía y cortaplumas.