El director general de Mayores, Personas con Discapacidad y Dependientes, Juan José García Ferrer, ha adelantado que, como novedad en 2014, "se extenderá el programa con carácter experimental a la provincia de Cuenca, con contenidos similares al pilotaje iniciado en 2013 y planteándose llegar a ocho municipios". Estos talleres amplían este año sus contenidos, pasando de nueve a doce sesiones, según ha informado la Junta en nota de prensa.
La Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales ha destinado 110.000 euros para el desarrollo de esta iniciativa en el presente ejercicio. El calendario de los talleres ya se ha iniciado y se prolongará hasta finales de año. El director general ha hecho estas declaraciones durante su visita al Centro Manolito Taberné, en Guadalajara.
El principal objetivo de este proyecto consiste en la prevención del deterioro cognitivo en personas mayores, mediante la realización de talleres en distintos municipios de la provincia de Guadalajara y Cuenca, especialmente en aquellos que no disponen de Centro de Día de personas mayores.
El director general de Mayores ha señalado que "cada taller consiste en un programa de ejercicios para la estimulación cognitiva y el desarrollo de capacidades sociales muy adaptado a la enorme variabilidad cultural, educativa y de estado físico de los mayores, estructurado en nueve sesiones presenciales y ejercicios para realizar en casa".
El contenido de los talleres ha sido diseñado por un equipo multidisciplinar, compuesto por licenciados en Neuropsiquiatría, Psicología, Psicopedagogía y Sociología, con gran experiencia en personas mayores.
Las sesiones suponen una innovación en varios aspectos. En primer lugar, se contextualizan en torno a la vida cotidiana y a cuestiones que son muy importantes para la vida de los mayores. Así, los títulos de las sesiones indican los temas que se tratan: Mi casa; los alimentos; aseo y vestido; mi familia; la calle; me muevo; de compras, y mi ocio: juegos y excursiones, entre otros.
En segundo lugar, ha añadido García Ferrer, se trabajan todas las funciones cognitivas: atención, orientación, lenguaje, razonamiento abstracto, función ejecutiva o memoria. "Se parte de la base de que lo que los mayores identifican como problemas de memoria es producto de problemas en la ejecución del conjunto de funciones cognitivas y no sólo de la memoria", ha subrayado.
En tercer lugar, se considera muy importante la adaptación a la gran variabilidad social, cultural y educativa de los mayores. "Esta adaptación es necesaria porque influye de manera determinante en la generación de autoestima y capacidad de logro en los ejercicios que realizan los mayores", ha concluido el director general.