La investigación se ha saldado, según informa el instituto armado en un comunicado remitido a los medios, con la recuperación de cinco autocaravanas por valor aproximado de 160.000 euros, que eran utilizadas como “gancho” para el engaño y la venta a las personas estafadas, a las que se ha sustraído una cantidad de 171.547 euros.
Asimismo, se han bloqueado un total de 22 cuentas bancarias relacionadas con esta trama, siete de las cuales estaban dadas de alta a nombres de personas ajenas al grupo investigado y en las que recibían el dinero de las estafas.
La Guardia Civil comenzó con las investigaciones de este caso después de que se detectasen varias estafas en la provincia de Lugo, donde el cruce de varias denuncias arrojó una “conexión” en el modus operandi de los trabajadores, que publicitaban en portales online de compraventa vehículos “que inicialmente no poseían”.
Desde estas plataformas eran contactados por las potenciales víctimas, a las que requerían el pago parcial de una fianza para, una vez recibida esta cantidad, cesar las comunicaciones y desaparecer.
No obstante -relata el comunicado-, la forma de proceder de los detenidos fue cambiando “con el objetivo de incrementar los beneficios económicos” y comenzaron a alquilar autocaravanas para, una vez tenían en su poder la documentación de los vehículos, pactar las ventas por valores entre 30.000 y 40.000 euros mediante estas webs sin que el arrendatario conociese la operación ni el comprador el origen del automóvil.
Para ocultar su identidad, el líder de esta organización y sus tres principales colaboradores hacían uso de empresas inexistentes y de personas físicas ajenas al grupo delictivo, a cuya documentación accedían por su actividad laboral relacionada con la compra y venta de vehículos.
Llegaban incluso a abrir cuentas bancarias a nombre de estas personas, de las que facilitaban direcciones inexistentes para después recoger las tarjetas bancarias en mano portando copias de los documentos de identidad de los suplantados.
Posteriormente, retiraban el dinero de las cuentas abiertas en distintas entidades minutos antes y después de las 00.00 horas, siempre en importes de entre 1.000 y 2.000 euros para no superar los límites fijados y vistiendo prendas que imposibilitasen su identificación.
En los tres registros domiciliarios practicados a raíz de esta operación se han intervenido documentación, fotocopias de DNI, tarjetas bancarias y tarjetas prepago de teléfonos móviles que sirven para comprobar una “continua actividad delictual” en la comisión de estafas, apropiaciones indebidas, falsedades documentales y usurpaciones de identidad.
De este modo, ha procedido que se formalicen 17 denuncias por estafas de un valor total de 171.547 euros con hasta 21 víctimas de estos timos, así como 24 casos de identidades usurpadas.
Las estafas se han hecho en las provincias de Lugo, Tenerife, A Coruña, Pontevedra, Albacete, Menorca, Madrid, Toledo, Salamanca, Cáceres, Cuenca, Córdoba, Málaga, Ourense y Sevilla.