Según ha informado la Comisaría provincial de Toledo en un comunicado, en los cuatro casos se trata de grupos de individuos de diversas nacionalidades, tanto españoles como procedentes de países del Este o de Suramérica, que en algunas ocasiones integran clanes familiares y que se desplazan hasta ciudades turísticas como Toledo para delinquir.
Cuando la Policía Nacional estrecha el cerco sobre ellos, cambian de lugar de actuación y pasan largas temporadas sin volver a la ciudad, de ahí que identificarlos entrañe una especial dificultad.
Asimismo, la Policía ha especificado que suelen actuar en grupos de tres a cuatro personas, aparentan ser turistas y se camuflan entre ellos para poder observar a sus víctimas sin levantar sospechas.
Una vez que han seleccionado su objetivo -personas que en un determinado momento parecen no poner demasiada atención a sus pertenencias- buscan la ocasión idónea para sustraérselas sin que se de cuenta.
Aunque la mayoría de estos hurtos tienen lugar en la vía pública, alguno de estos grupos se ha especializado en actuar en bares, comercios y hoteles, lugares que les proporcionan más oportunidades de actuar, debido a que las víctimas suelen dejar sin vigilancia sus bolsos o mochilas aunque sólo sea por unos instantes.
Los integrantes de estos grupos, que cuentan con amplios historiales delictivos, actúan de una forma organizada y coordinada de manera que rodean tanto a la víctima como a sus pertenencias, cubren la visión del resto de ocupantes del establecimiento y rápidamente se hacen con el botín, abandonando el lugar del hecho sin que la víctima se percate de lo sucedido.
La última detención ha tenido lugar el sábado 28 de diciembre, cuando una patrulla detectó la presencia de un grupo de personas que circulaban por el Casco Histórico a bordo de un vehículo.
Dos de los ocupantes se apearon del turismo y se dirigieron a pie a una zona de terrazas donde sustrajeron un teléfono móvil, para regresar de nuevo al vehículo, pero la Policía Nacional les interceptó cuando trataban de abandonar el lugar y los detuvo.
Esta detención se enmarca en la intensa labor preventiva que desarrolla la Policía Nacional, de forma continua, para mejorar la seguridad tanto del turismo como del sector comercial español.
El plan "Comercio Seguro", que se desarrolla desde 2013 de forma permanente en colaboración con el sector comercial, es uno de los ejes principales de esta labor preventiva.
Este plan, que se intensifica en fechas clave como el periodo navideño, tiene como objetivo informar a los establecimientos comerciales de las medidas de seguridad que es recomendable adoptar para evitar ser víctimas de las formas delictivas más comunes.