A principios del mes de julio daba inicio el operativo del Grupo de Delincuencia Organizada tras detectar un incremento de denuncias donde las víctimas relataban que los robos se habían cometido cuando ellos se encontraban en sus domicilios durmiendo.
Un estudio pormenorizado de los hechos permitió a los agentes descubrir un patrón de actuación muy definido por parte de los autores, siempre eran viviendas unifamiliares, situadas en zonas residenciales. Se trataba de murcigleros, es decir, ladrones nocturnos.
Los delincuentes accedían escalando a las plantas superiores aprovechando que con el calor la gente suele dejar abiertas las ventanas, y en breves momentos eran capaces de desvalijar las viviendas, siendo su meta hacerse con el mayor volumen posible de joyas, el dinero en efectivo, bolsos y cualquier objeto electrónico.
VEHÍCULOS PUESTOS A NOMBRE DE TERCERAS PERSONAS
La operación se ha visto dificultada al utilizar el grupo a testaferros que ponían a su nombre los automóviles que ellos utilizaban para sus desplazamientos, tanto para realizar las vigilancias de las zonas como para cometer los hechos delictivos.
Tras lograr identificar a los integrantes del grupo, tres ciudadanos de origen albanés de 25 y 27 años y un varón de origen rumano de 45 años, encargado de logística, se los ubicó en una vivienda del barrio de Vicálvaro.
En el registro efectuado la pasada semana, los guardias civiles lograron intervenir multitud de efectos (joyas, relojes, efectos de electrónica, bolsos y telefonía móvil), además de tres vehículos utilizados para perpetrar los robos y dinero en efectivo.
Hasta el momento han acreditado su implicación en robos acaecidos en Tres Cantos, Cerceda, Colmenar Viejo, Fuente el Saz del Jarama, Torres de la Alameda, Ambite, Nuevo Baztán, Las Rozas, Majadahonda, Madrid y de las provincias de Toledo y Ciudad Real.