CCOO insta la responsabilidad solidaria para hacer frente a las deudas de los tres miembros de la junta directiva de la Asociación Cultural, fórmula jurídica bajo la que ha operado la entidad tanto en su faceta de empleadora como en su actividad mercantil.
La Asociación Cultural ‘Cuéntame Toledo’, que durante varios años ha sido una de las empresas turísticas más destacadas de la ciudad por el importante volumen de facturación derivada de la realización de rutas guiadas, ha anunciado “la liquidación y extinción de la entidad” y ha despedido a toda su plantilla mediante un ERE por causas económicas, sin abonar indemnización ninguna por falta de reservas y dejando tras de sí un reguero de deudas salariales pendientes ahora de los juzgados de Lo Social, que deberán fijar su cuantía y determinar quién debe hacerse cargo de su abono.
“La pandemia no solo ha reducido al mínimo la afluencia de turistas y, consiguientemente, el negocio de ‘Cuéntame Toledo’, que se declara en ‘situación alarmante de quiebra’ y anuncia ‘la liquidación y extinción de la entidad’. También ha puesto al descubierto la endeble e inadecuada estructura y la pésima gestión patronal de esta entidad, una Asociación Cultural que, ajena a las exigencias legales sobre reservas y provisiones a las que sí están obligadas las empresas, sea cual sea su forma societaria, ha venido empleando personal y desarrollando una lucrativa actividad mercantil incurriendo a nuestro entender en muchas irregularidades en su faceta de empleadora”, señala Mamen Trujillo, de CCOO-FSC de Toledo.
El sindicato ha demandado la improcedencia de los despidos de las ocho personas que la Asociación Cultural Cuéntame Toledo (ACCT) venía empleando como guías de las rutas turísticas que constituían su fuente de ingresos. Todas ellas estuvieron en ERTE por fuerza mayor durante el Estado de Alarma, por lo que ACCT se benefició de las consiguientes exenciones de cuotas a la Seguridad Social establecidas en el RD 8/2020, “de medidas urgentes extraordinarias para hacer frente al impacto económico y social de la Covid-19’. Pero ese mismo Real Decreto prohíbe, a las empresas beneficiadas por tales exenciones, ejecutar despidos o EREs extintivos por causas económicas, productivas y de organización durante los seis meses posteriores a la reanudación de la actividad
En sus demandas, los guías reclaman el incremento de las indemnizaciones por despido procedente calculadas -y no pagadas- por la entidad; pero también otras cantidades derivadas de la incorrecta aplicación del convenio colectivo -se les contrataba y publicitaba como Guías Turísticos, pero se le pagaba como monitores de campamento-; y, en varios casos, otras cantidades más por impagos salariales correspondientes a los meses de julio, agosto y septiembre, periodo en el que, tras el Estado de Alarma, Cuéntame Toledo “intentó en vano reanudar la actividad” incorporando del ERTE a parte de la plantilla.
En total, cada uno/a de los ocho guías reclama unos siete mil euros de media. Dado que la Asociación Cultural se declara insolvente para hacerse cargo ni siquiera de los dos mil en los que cifró la cuantía del despido procedente, los demandantes solicitan al juzgado de lo Social que declare la responsabilidad solidaria de las tres personas que integran la Junta Directiva de la Asociación.
“El impacto de la pandemia en todo el sector turístico de Toledo está siendo tremendo y, en ese sentido, el lamentable final de ‘Cuéntame Toledo’ resulta tristemente significativo. Pero no deja de sorprender que una asociación, entidad, empresa, que ha venido facturando cifras muy elevada en los últimos años, se haya visto desarbolada con tanta rapidez y poniendo en evidencia tal falta de previsión empresarial y tal cantidad de irregularidades y abusos en la gestión del personal. Si en los buenos tiempos ya resultaba deplorable, en los malos ha devenido dramática para los/as trabajadores/as”, señala Trujillo.