La investigación se inició tras la denuncia, en la Guardia Civil de la provincia de Murcia, del administrador de una empresa que había sido víctima de una estafa al realizar una transferencia bancaria a cuentas cuyo destino resultó no ser de su proveedor, tras haber sido engañados en comunicaciones previas de correo electrónico, ha informado el Instituto Armado en nota de prensa.
Las primeras averiguaciones dan como resultado que la cuenta receptora de la transferencia pertenecía a una sucursal de Cuenca, por lo que la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil conquense asumió la investigación.
Los investigadores realizaron un estudio exhaustivo de los movimientos existentes en la cuenta bancaria receptora y así pudieron examinar como existían otras dos transferencias de similares características procedentes de otra empresa de la provincia de Valencia, pudiendo confirmar que estas transferencias también fueron fraudulentas.
Además, del análisis de la cuenta receptora los agentes determinaron como una vez tenían entrada las transferencias, los autores extraían la mayor cantidad de dinero en el menor tiempo posible, para dejar la cuenta prácticamente sin saldo y hacer desaparecer ese dinero trasferido para no ser posible su reintegro o paralización, y así dificultar el rastreo del mismo.
La Guardia Civil, tras recopilar todos los datos y una vez finalizadas las gestiones oportunas, detuvo en un primer lugar y en la localidad de Villarrobledo (Albacete), a un hombre de 62 años de edad como presunto autor de dos delitos de estafa.
Posteriormente y tras nuevos indicios encontrados se detuvo en Valencia a otro hombre de 46 años de edad, por su presunta participación también en la comisión de estos delitos de estafa.
La operación y las diligencias instruidas han sido llevadas a cabo por el Equipo de Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cuenca, y entregadas al Juzgado de Instrucción Uno de Cuenca.
Se han esclarecido dos delitos de estafa bancaria cuya importe ascendía a más de 117.000 euros.
EL MÉTODO 'MAN IN THE MIDDLE'
La estafa mediante el método 'Man in the Middle' consiste en que el delincuente intercepta las comunicaciones entre dos o más interlocutores, pudiendo suplantar la identidad de uno u otro, accede a la información y la modifica a su antojo, permitiendo al estafador leer, influir y participar en el canal de comunicación manipulando el mensaje sin que nadie se de cuenta.
Sus ataques van dirigidos principalmente a empresas, siendo su objetivo prioritario introducir una identidad falsa creada deliberadamente para insertarse en la comunicación de los negocios afectados y sus proveedores o similares, consiguiendo de esta manera inducir a engaño a los pagadores, dirigiéndolos a realizar los pagos a cuentas que no son las habituales.