Ello conlleva el mantenimiento, conservación y explotación de las más de 100 intersecciones existentes en Albacete que están reguladas por semáforos, pero también todos los elementos que van aparejados, desde avisadores acústicos, radares de detección peatonal, contadores regresivos, cruces con prioridad del autobús o de vehículos de emergencia, así como la renovación de las centrales de comunicación y control de tráfico.
Esta parte del contrato, relacionada con el mantenimiento, supondrá una inversión de casi 4 millones de euros (3.919.097,19 euros) para los tres años de contrato más las dos prórrogas previstas.
Este contrato conlleva una segunda parte que es el suministro, instalación y mantenimiento de instalaciones de control de tráfico y equipamiento técnico e informático para implantar la zona de bajas emisiones en la ciudad, una actuación cofinanciada por la Unión Europea, Fondos Next Generationeu. Esta parte del contrato, relacionada con el suministro de material y puesta en marcha de la zona de bajas emisiones, tendrá un coste de 1.168.690,60 euros por suministro de material.
La empresa adjudicataria se encargará de: mantenimiento de las instalaciones de regulación, control e información del tráfico y Sistema de Control de Accesos por Lectura de Matrículas que ya existen en la ciudad; suministro y puesta en marcha de un nuevo Sistema para la implantación de la Zona de Bajas Emisiones; instalación de nuevos elementos de control e información de tráfico, mantenimiento y gestión del sistema de información de plazas de aparcamientos, así como paneles de mensajería variable.
Las distintas actuaciones dentro de la movilidad que va a llevar a cabo el Ayuntamiento tendrán como objetivo crear zonas de tráfico restringido, zonas peatonales, nuevos sistemas de gestión de carga y descarga, y ampliación de transportes públicos de baja contaminación, bicicleta, VMP, etc.
El sistema instalado gestionará altas, autorizaciones permanentes, autorizaciones temporales y procedimientos de acceso a la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) para personas y usuarios.
El sistema permitirá controlar diferentes escenarios, cada uno con restricciones específicas del tráfico aplicadas a las zonas de bajas emisiones. Estas restricciones se basarán en datos proporcionados por los equipos de medición de la calidad del aire, y contemplarán excepciones, como el acceso de vehículos de emergencia, residentes, acceso a aparcamientos públicos y vehículos de carga y descarga, entre muchas otras que se determinarán en el proceso participativo que se encuentra abierto al efecto.
En este sentido, el concejal de Movilidad, Francisco Navarro, ha recordado que, dado que la puesta en marcha de la zona de bajas emisiones se encuentra en la actualidad en un proceso participativo con todos los colectivos implicados, “en el contrato se ha contemplado un área con el objetivo de tener previsión de cara a la futura puesta en marcha y una vez que se concrete tras superar todo ese proceso participativo, pero no necesariamente toda el área que se ha previsto inicialmente será la que se implante”.
Navarro, ha puesto en valor que para la definición concreta de la zona de bajas emisiones “el Ayuntamiento está llevando a cabo un amplio proceso participativo con el objetivo de que se pueda tener en cuenta la opinión de la ciudadanía albaceteña y de todos los colectivos implicados”.