por dos supuestos delitos de abusos sexuales a menores de trece años, por los que el fiscal pide 10 años de prisión.
Según el escrito de acusaciones previas, el procesado es W.A.P, que entre los años 2011 y 2013 impartía clases de inglés en una academia de Puertollano.
En ese tiempo, en una fecha no determinada, pero en todo caso, dice el fiscal durante el curso 2012-2013, el acusado, durante la clase de inglés, sentó a una menor que en aquél momento tenía ocho años de edad, en sus piernas para realizarle tocamientos.
Igualmente, entre los días 4 a 10 de diciembre de 2013, el acusado hizo lo mismo con otra niña de siete años.
Estos hechos, concluye el fiscal, son constitutivos de un delito de abusos sexuales a menores de trece años, por lo que, además de la pena de cárcel, también procede imponer al acusado la prohibición de acercarse y comunicarse a una distancia inferior de 300 metros a las menores, a su domicilio, centro escolar o cualquier lugar frecuentado por ellas durante 10 años y a libertad vigilada durante 8 años.