que lleva a cabo con la Asociación de Balnearios de Castilla-La Mancha.
Así lo ha anunciado la consejera de Bienestar Social, Aurelia Sánchez, antes de la reunión con la Junta Directiva de la Asociación regional de establecimientos termales, con la que ha analizado el desarrollo del Programa de Termalismo Social durante el presente ejercicio.
Para el Programa de Termalismo Social, el proyecto de Presupuestos 2018 plantea un incremento de 1.500 plazas, hasta las 5.000, “como estímulo al envejecimiento activo y al mantenimiento de la riqueza económica y la riqueza social en los entornos rurales donde están situados los balnearios”
La consejera ha recordado que en 2017 se han adjudicado 3.500 plazas de Termalismo Social y en este momento están disfrutando del programa 930 personas mayores, dentro del tercer turno. Por provincias, en Albacete se han adjudicado este año 1.006 plazas; en Toledo 859, en Ciudad Real 795, en Cuenca 695 y en Guadalajara 145.
El presupuesto ha pasado de 324.000 euros en 2016 a 378.000 en 2017, lo que ha permitido incrementar las plazas un 17 por ciento. Por ello, ha recordado la consejera, el Programa de Termalismo ayuda a mantener 600 empleos directos y 1.700 indirectos en las zonas rurales donde se ubican los balnearios participantes en los programas.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Balnearios de Castilla-La Mancha, Justo Losa, ha recordado que este programa recuperado por el Gobierno del presidente García-Page llegó a tener en 2010 unos 11.000 usuarios, y que su desaparición durante los cuatro años del anterior Gobierno supuso que los balnearios tuvieran que cerrar durante tres meses del año, por falta de clientes.
De la repercusión en el empleo y en la economía en general, el presidente de la Asociación ha recordado que junto al empleo directo, el programa de Termalismo “repercute en las panaderías, en las carnicerías, en los bares de la zona” porque la llegada de personas mayores a los balnearios tira del consumo y permite mantener los puestos de trabajo, ha finalizado.