Este miércoles una de las noticias del día fue un artículo en el prestigioso periódico inglés The Times, escrito por un periodista de esa nacionalidad. Evidentemente o no ha venido a España o cuando vino iba ‘fino’. Abusa de los tópicos españoles del siglo pasado y nos viene a llamar poco menos que gandules y mal educados.
Queda claro que este señor estuvo poco afortunado y escribió de algo que desconocía. También es cierto que muchas veces nosotros mismos, quizá los que nos mandan, no hacen mucho para quitar esos prejuicios de cierta gente de Europa.
España es diferente, lo decimos muchas veces, en ocasiones pensando en positivo y en otras en negativo. Es cierto que es diferente en muchas cosas, entre otras en el clima y sus gentes, por eso quizá seguimos aumentando el número de personas de otras nacionalidades que vienen a visitar este país.
Pero hay otras cosas que nos hacen diferentes que no parecen el mejor ejemplo. Uno de ellos son nuestros políticos y su idea de que todo vale por la conquista del voto.
Una de las noticias más extrañas del inicio del año 2018 es el decálogo que preparaba la Junta de Andalucía para permitir a los funcionarios seguir trabajando 35 horas, pese a que hay una sentencia del Constitucional contra la rebaja de horas, que debería estar en 37,5 horas.
La Junta de la andaluza Susana Díaz, de ese extraño partido político que es hoy el PSOE, parece que quiere reforzar la idea de que los andaluces y por extensión de todos los españoles, somos unos gandules que no queremos trabajar. Quizá por ello se quiere potenciar que los funcionarios no cumplan sus obligaciones, trabajarán 35 y para computar las otras les vale con decir que se apuntan a un curso o que piensan en estudiar un carrera, solo en pensar en hacerlo. En apuntarse a cursos contra el estrés o un sinfín de estupideces. Y ojo que esto no afecta a dos personas, son un cuarto de millón de personas.
¿Nos hemos vuelto todos locos?, en estos tiempos en los que mucha gente no tiene ni para comer, que o no tiene trabajo o tiene un trabajo que no le da para pagar piso y dar de comer a su familia, resulta que una institución regional está ofreciendo a más de 250.000 funcionarios la oportunidad de no ir a trabajar pero pagarles por ello.
La señora Susana Díaz quiere que con el dinero de todos se paguen estas horas de ocio de los funcionarios. Con el dinero de los andaluces y de todos los demás, porque luego llegan las peticiones de las comunidades del fondo de solidaridad, etc.
No sabemos si Page seguirá los pasos de su ‘referente’ nacional. De momento no, aquí se supone que los funcionarios hacen sus horas. Aquí el invento es ir rebajando las horas lectivas de los profesores.
Y esto no lo hacen los políticos porque crean en ello o porque no quieren enfrentarse a los sindicatos, lo hacen porque hay muchos votos en juego y enfrentarse a los funcionarios no suele ser buena idea.