Confederación Hidrográfica del Júcar, Delegaciones Provinciales de la Consejería de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural de Cuenca y Albacete, y los ayuntamientos ribereños del río Valdemembra. (Además estamos publicando en las redes sociales imágenes y vídeos que muestran el estado en que se encuentra).
La nota de prensa de la asociación ecologista señala: “ACEM consideramos que la pésima calidad de las aguas del río Valdemembra está determinada por la actividad antrópica, la inacción de las administraciones implicadas y el incumplimiento de las normativas de aguas.
Desde que nace en Solera de Gabaldón (Cuenca), hasta desembocar en el Júcar en Valdeganga, el Valdemembra pasa por muchos pueblos con una considerable población, como Motilla del Palancar y Quintanar del Rey, en la provincia de Cuenca, y Tarazona de la Mancha y Madrigueras en Albacete. Los primeros problemas comienzan casi desde el principio, ya en la localidad de Motilla del Palancar, con una población cercana a los 6.000 habitantes, el cauce del Valdemembra se convierte en cloaca por la escasa o nula depuración de este municipio. Ya en la provincia de Albacete en su último trayecto, en los TM de Madrigueras, Motilleja y Mahora, el deterioro es más que evidente, un auténtico canal de aguas contaminadas, donde el hábitat acuático y de ribera se ha visto seriamente dañado e imposibilitado de poder albergar vida.
Los vertidos de las aguas residuales de los pueblos alternan tramos con mayor o menor calidad de las aguas del Valdemembra, resultado de la más o menos adecuada depuración que realizan los ayuntamientos, y que se ve agravada por los vertidos de las industrias agroalimentarias que comprometen el adecuado funcionamiento de las depuradoras. Son vertidos en su inmensa mayoría orgánicos de alta demanda de oxígeno, que aumentan parámetros como DBO5 y DQO (demandas biológicas y químicas de oxígeno) que dañan el biotopo inferior del río y a los seres que allí habitan. Además las aguas presentan frecuentemente espumas que denotan presencia de detergentes, grasas, compuestos estéricos y fosfóricos que reducen la posibilidad de aportes de oxígeno (indispensable para la vida) y dañan, aún más si cabe, al hábitat del Valdemembra. Por si fuera poco se le suma un fuerte olor a huevos podridos, que ha sido denunciado en varias ocasiones por vecinos de la cercana población de Motilleja, por aportes de gas sulfhídrico, un gas tóxico en altas concentraciones, y que es debido a descomposiciones orgánicas concentradas o descomposiciones orgánicas con elementos azufrados provenientes de la industria agroalimentaria de la zona.
A lo comentado sobre la inaceptable salud de sus aguas, hay que añadir el estado de sus márgenes, sin apenas vegetación y lleno de restos de basuras, bidones, trapos, plásticos y un largo etcétera que terminan por convertirlo en un espacio insalubre. Y si nos centramos en la contaminación difusa, “que no se ve”, podemos hablar de elementos perjudiciales como nitratos, pesticidas y otros componentes agro-químicos que aporta la agricultura intensiva que se da en sus márgenes, y que contribuyen a que sea el Júcar, el río más contaminado de España por pesticidas, según el reciente estudio elaborado por Ecologistas en Acción “Ríos hormonados”. Según los datos recabados en este estudio, en 2016 se detectaron 34 de los 57 plaguicidas analizados en el Júcar, de las cuales 22 están prohibidas a dia de hoy en España. https://www.ecologistasenaccion.org/article35829.html
Tras tantos años de esperar soluciones sin resultado, más bien al contrario, aumentando cada año la degradación del río Valdemembra, desde nuestra asociación estamos preocupados por la falta de acciones de quienes son las tres administraciones responsables del estado del río y de sus aguas, la Confederación Hidrográfica del Júcar, la Consejería de Medio Ambiente y los Ayuntamientos.
Se está incumpliendo el deber de devolver a la naturaleza las aguas utilizadas con los mínimos parámetros de depuración que exige la legislación. Un grave daño ambiental que es un problema que estamos sufriendo todos.
Es por ello que, ante la contaminación evidente, ACEM – Ecologistas en Acción de la Manchuela hemos presentado a las tres administraciones públicas con competencias en la materia, un escrito de denuncia y solicitando que, cada una en su ámbito competencial, se tomen las medidas pertinentes. La Confederación Hidrográfica del Júcar debería velar por la buena calidad de sus aguas y caudales ecológicos, con un mayor control sobre los vertidos que cada municipio realiza al río, y por la buena conservación del dominio público hidráulico. Por otro lado la Consejería de Medioambiente debería evitar el vertido excesivo de aportes con nitratos y plaguicidas, que provienen de la agricultura, y que por escorrentía y lixiviación acaban en el cauce, así como evitar los impactos sobre el medio natural y velar por la buena conservación de las riberas. Y finalmente los Ayuntamientos responsabilizarse de la adecuada depuración de sus aguas, deberían exigir a las industrias más contaminantes que realicen tratamientos en sus procesos internos para que los vertidos que hagan a la red pública cumplan con los requisitos que marcan los gestores de las depuradoras, con el fin de no arruinar su funcionamiento biológico.
Por ello ACEM – Ecologistas en Acción de la Manchuela en nuestro escrito hemos solicitado y exigido el cumplimiento de las directivas europeas y normativas relativas al tratamiento de aguas, y por tanto que todos los organismos se impliquen y se coordinen a fin de recuperar en el menor tiempo posible la calidad de las aguas y el entorno del río Valdemembra, y esto sin menoscabo de las acciones legales que consideremos iniciar.
Nuestro deseo, que seguro es compartido, es volver a ver un Valdemembra con la buena calidad de sus aguas y riberas, tal y como no hace tantos años podíamos disfrutar. Hasta hace unas décadas la calidad de las aguas del Valdemembra era más que aceptable, y de ello dan fe multitud de testimonios de personas mayores y no tan mayores”, termina la nota.