Cuando se empieza una dieta para perder esos kilos que nos sobran, en principio parece muy sencillo. Simplemente se trata de cambiar de hábitos y seguir un plan. Aunque a medida que van pasando los días nos damos cuenta de que nada es tan fácil como parece. En muchos casos, las dietas se acaban dejando a medias, encontrando excusas que lo justifican.
No obstante, en vista de la importancia que tiene perder peso tanto en nuestra figura como en nuestro estado de salud, es fundamental llevar los cambios hasta el final.
Prevenir la ansiedad
En algunos casos, las dietas pueden causar una cierta ansiedad. Sobre todo cuando se deja de comer algo que gusta mucho o cuando se sigue un régimen muy estricto. Una dieta sin harinas puede resultar en principio algo dura, pero si se siguen las pautas de forma adecuada y se tiene claro que el objetivo es mejorar y bajar de peso, se pueden evitar los episodios de ansiedad en buena medida.
Un buen truco cuando parece que el hambre se presenta es realizar alguna actividad para entretener la mente. Se puede aprovechar para salir a hacer un poco de deporte o alguna tarea en casa. Si mantenemos ocupado nuestro cerebro, podremos controlar mejor la ansiedad.
Tener claro el objetivo
A menudo el problema es que se quiere perder peso, pero no hay un objetivo concreto en este sentido. Tener muy claro hasta dónde se quiere llegar es fundamental para no dejar una dieta. Por eso, hay que marcarse una línea de cuántos kilos queremos perder o los centímetros que tenemos que reducir. Así se pueden evaluar los progresos y comprobar hasta dónde se ha llegado y qué falta para terminar.
Ser realista
A la hora de marcar objetivos está claro que hay cosas que no se pueden conseguir, de modo que es fundamental que seamos realistas. Si seguimos una dieta para perder barriga no podemos esperar a marcar abdominales en una semana. De hecho, probablemente no lo podamos hacer con una dieta, sino que nos hará falta algo más.
Marcarse una meta realista ayuda a evitar la frustración que produce ver que no se llega al objetivo marcado. En muchos casos, lo mejor es ponerse en manos de un profesional que indique hasta dónde es posible llegar de forma constante y segura.
Mentalizarse con antelación
La mentalidad es muy importante para ser constantes al hacer dieta. No se puede hacer de forma precipitada, levantándose un día y decidiendo que en ese mismo momento se va a cambiar de hábitos. Es importante planificar bien, incluso con ayuda profesional, para determinar qué es lo que se necesita y cómo se piensa hacer.
Hacer planes concretos no solo ayuda a seguir una dieta hasta el final, sino que evita llegar a obsesionarse. Es muy parecido a cuando se busca como quedar embarazada rapido, que tiene como mayor enemigo el hecho de estar todo el día pensando en ello. Las cosas surgen de forma más natural cuando no nos centramos demasiado en conseguirlas. Si te planteas hacer dieta de un modo tranquilo, bien planificado y como parte integral de tu vida, verás cómo te resulta mucho más fácil seguirla. Y los resultados que consigas también serán más notables.
¡Objetivo cumplido!
Si sigues estos pasos a la hora de hacer una dieta, podrás llevarla a término. Lo que significa que lograrás tu objetivo de perder peso y sentirte mejor. No solo a nivel físico, mostrando una figura más estilizada, sino también por tu salud. Y es que una dieta es necesaria a menudo en más de un sentido.
Si (
No(
