En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, se da por probado que la entrega formaba parte de un entramado de venta de droga que había empezado a investigar la Guardia Civil en marzo de 2010.
Fruto de esa investigación, el 14 de octubre de ese mismo año, se montó un operativo que acabó con la detención del ahora condenado.
El hombre, con la droga escondida en los genitales, había viajado en tren desde Albacete a Alcázar de San Juan, y, desde allí, cogió un taxi que la llevaba hasta Campo de Criptana, donde fue detenido antes de entrar a esta última población. El hombre, por otro lado, tendrá que abonar una multa de 4.700 euros.