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Un gobierno fuera de la ley (IV)

Por Miguel Ángel Vicente
miércoles 19 de febrero de 2020, 06:22h

La casa de los líos o patio de porteras en que se ha convertido el actual Gobierno de España o, quizás, debiéramos llamar, de Venezuela-II, no sólo se enreda en asuntos domésticos en España, sino que cruzan nuestras fronteras, embarcando a España en turbios y feos, quizás más bien, ilegales asuntos, que dejan a nuestro país a la altura del betún o al pie de los caballos y al Estado de Derecho herido de muerte, y todo ello, por la presunción, por parte del Pseudo-Doctor-Sánchez, alias “Pinochón” (dos Falcon para sus desplazamientos, uno para él y su señora y otro para su nariz, lo que incrementa exponencialmente la contaminación atmosférica, contrariando los principios de la ecologeta Greta Thunberg, cuya madre, por cierto, abandonó su oficio de soprano, para evitar viajar constantemente en avión, que contamina mogollón), aregando por el Jorobado de Notre Dame español, Pablito Iglesias (que, de dormir en una caja de cartón, ha pasado a hacerlo en un casoplón y aún parece que quiere más, dada la alcurnia que cree haber adquirido, por haber sido nombrado Vicepresidente del Gobierno y tener a la parienta, Irene Montero, incursa en el propio Gobierno, como Ministra de Igualdad, lo que ya, aparte de antiestético, es antiético, amén de oler a cloaca, mas ya sabemos que es no es sino una muestra más del Gobierno de corte bolivariano, comunista-marxista-leninista-estalinista, que ha adoptado el actual Gabinete, a imagen y semejanza del Venezolano de Nicolás Maduro, dictatorial y tiránico, y a cuyo lado el franquismo tan denostado por estos gobernantes progresistas de pacotilla y de nuevo cuño (que ya, por su sola apariencia física dan ganas de darles una limosna, y no digamos si analizáramos su apariencia ética, sería tanto como tener el infierno en la tierra), obviando las masacres que a lo largo de su historia los regímenes comunistas han llevado a cabo, más de doscientos millones de personas exterminadas, y que se creen en posesión de la verdad absoluta y que ningunean al pueblo, al que consideran un estorbo, por lo que ponen todo su empeño en convertirle en una masa cretinizada o idiotizada, adoctrinada a base de bien.

Pues bien, aunque, en el momento de los hechos que referimos a continuación, aún no había tomado forma el actual Gabinete, las ínfulas del mismo, con el Pseudo-Doctor-Sánchez, alias “Pinochón” al frente, ya se veían venir. Así con esa creencia en que todos somos tontos, los de dentro de este país, aún hoy, a duras penas, llamado España, y los de allende nuestras fronteras, nos encontramos con el asunto de la presunta visita de la encargada de negocios de la Embajada de España en Bolivia, Cristina Borreguero, y del cónsul Álvaro Fernández, el 27 de Diciembre del año pasado, a la Embajada de México en La Paz, donde se encuentran refugiados nueve miembros del último Gobierno de Evo Morales, lo que no hubiera levantado sospechas si no hubieran ido acompañados los diplomáticos españoles, de agentes encapuchados y armados, posiblemente geos, al parecer con la aviesa intención de sacar de la embajada mejicana, entre otros, al exministro de la Presidencia de Evo Morales, Juan-Manuel Quintana, a quienes los vecinos de la legación mejicana en La Paz, que montan guardia a sus alrededores, corearon “!Quintana, pendejo, queremos tu pellejo!”, lo que dio origen a la reacción fulgurante y tajante de la titular de la Cancillería boliviana, Karen Longaric, que manifestó: “personas que han sido identificadas como funcionarios de la Embajada de España en Bolivia, acompañados por personas con el rostro cubierto, intentaron ingresar de forma subrepticia y clandestina a la residencia diplomática de México en La Paz; la pregunta número uno, es cuál era el motivo para que la ministra consejera de España visite a la Embajadora de México, acompañada de personas con el rostro cubierto y presumiblemente armadas”. Dejando a España como país tercermundista, con una operación que no se le ocurriría llevar a cabo ni a Mortadelo y Filemón, Agencia de Información, y para la que solo están preparados los cuerpos de élite de EE.UU y Reino Unido, y que pone de relieve el giro total que empezó a dar el Pseudo-Doctor-Sánchez, alias “Pinochón” (un Falcon para él y su señora y otro para su nariz), agobiado por los postulados de Pablito Iglesias, el Jorobado de Notre Dame, hacia el bolivianismo bananero puto y duro, y que , aparejó la declaración de personas “non gratas” a la Embajadora de Méjico en Bolivia, María-Teresa Mercado, a la encargada de negocios de España en Bolivia, Cristina Borreguero, al cónsul de España en Bolivia, Álvaro Fernández y a varios presuntos diplomáticos encapuchados y armados, y subsiguiente expulsión del país boliviano, por “haber lesionado gravemente la soberanía y la dignidad del pueblo y del gobierno constitucional de Bolivia”, soberanía y dignidad que al Pseudo-Doctor y a toda su cuadrilla de congéneres les traen al pairo, pese a que quedamos retratados para los restos, ya que el actual Gobierno de Añez, declaró estar enviando copia de la nota de protesta a todos los órganos de la Unión Europea, además de a Naciones Unidas, a la Organización de Estados Americanos (OEA) y demás organismos internacionales, a fin de que se percaten de con quién se juegan los cuartos cuando se relacionen con este Gobierno, ya bananero y bolivariano que ha quedado instaurado en España. Aunque, como siempre, en una intento de hacer creer al personal que los burros vuelan y tratar de que se traguen carros y carretas o piedras de molino, la entonces Ministra de Justicia, en funciones, Margarita Robles, que asumió también en funciones, el Ministerio de Asuntos Exteriores, declaró que la visita de los diplomáticos españoles a la Embajada de México en Bolivia, era simplemente “una visita de cortesía”, negando rotundamente que la misma tuviera por objeto facilitar la salida de los adláteres de Evo Morales, allí refugiados, tras el pucherazo en las últimas elecciones bolivianas, tomando por tontos a todos cuantos se dirigió tal espurio mensaje justificando el atropello que pretendió cometer el Gobierno Español, en una país extranjero, que trata, al contrario de lo que ocurre en esta España de nuestras desgracias, desgajarse de un Gobierno autoritario, dictatorial y tiránico, cuál era el encarnado por Evo Morales y sus adláteres, corifeos, acólitos, paniaguados y mamandurrieros, sin que quepa en la cabeza de una persona sensata y con sentido común que la tal visita lo fuera de meramente cortesía, cuando se acompañaban los diplomáticos españoles, de encapuchados y probablemente armados, agentes, que bien pudieran ser de los Geos Españoles, a los que metieron, sin comerlo ni beberlo, en un papelón de muy padre y señor mío.

Pero como la desvergüenza no tiene freno ni límite, aún tratan, quienes de esta guisa actúan, de querer hacernos ver lo negro blanco y lo blanco negro, siempre, como no puede ser de otra manera, a gusto de los desvergonzados y el que no comulgue con estas ruedas de molino, ya sabemos su anatema: facha, ultradrerechista y confabulador contra los principios de la libertad y la democracia y del progreso. ¡Apañados estamos con este tipo de chusma!, Siendo este suceso, una de las actuaciones del Pseudo-Docotr-Sánchez, alias “Pinochón” (en una Falcon, él y su señora, en el otro, su nariz) para contentar a Pablito Iglesias, el Jorobado de Notre Dame español(que por cierto, parece, junto con los de ERC, tenerle cogido por los cataplines) y conseguir llegar al mal llamado Gobierno de Coalición, que lo es más bien, de “coacción”, todo ello con el objetivo de poder seguir cagando en La Moncloa y pasearse, por los foros internaciones, creyéndose el árbitro de la elegancia, sin darse cuenta de que ya le tienen cogida la medida y que pinta menos que un lapicero sin punta.

Finalmente, apuntar aquel aserto que, tras los atentados del 11-M, lanzó como una arenga de guerra, un señor llamado Rubalcaba (el que, según él, sólo tenía un coche con más de veinte años de antigüedad, que hoy serán treinta): “España no se merece un Gobierno que nos mienta”. Pues ya lo saben, aplíquese la receta con el actual, que, en poco más de un mes, acumula mentiras (y de las gordas) a diario.

MIGUEL-ANGEL VICENTE MARTINEZ

19 de Febrero de 2.020

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