A lo largo del día, estos test irán llegando a las diferentes gerencias del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha con el fin de que puedan iniciar su realización cuanto antes en función a un protocolo diseñado en el que se establecen los colectivos prioritarios: profesionales sanitarios, residentes y trabajadores de residencias de ancianos sospechosos, pacientes ingresados en hospitales pendientes de decisión de aislamiento y personal esencial.
Tal y como ha explicado el secretario general del Sescam, Luis Ruiz Molina, estos test rápidos cuentan con la certificación europea y la aprobación de la Agencia Española del Medicamento y han sido validados por especialistas del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha. Además, este sábado fueron remitidas algunas muestras Instituto de Salud Carlos III para que el Ministerio de Sanidad conozca el tipo de test adquiridos por el Gobierno de Castilla-La Mancha.
"No nos hemos precipitado de la distribución del test hasta que tuviéramos todo bien documentado y bien acreditado de que van a cumplir la función para la que fueron adquiridos", ha indicado Ruiz Molina, quien ha recordado que estos test rápidos permiten establecer si una persona está infectada o no en apenas quince minutos.
Se trata de los primeros 5.850 primeros test rápidos de los 60.000 que ha comprado el Gobierno regional para la detección del coronavirus Covid-19. Está previsto que en los próximos días vayan llegando más unidades, ha informado la Junta en un comunicado.
Con estos nuevos test rápidos de coronavirus será mucho más fácil y rápido detectar a aquellas personas afectadas por el Covid-19, permitiendo la adopción de decisiones más ágiles en cuanto a la contención de la transmisión comunitaria de la enfermedad.