Lo viene haciendo con la puesta en marcha, desde el primer momento, de una serie de medidas que han ido orientadas, fundamentalmente, a salvaguardar la salud del personal incluyendo también cambios organizativos con el fin de garantizar tanto el servicio como la adecuada atención a los perros que se encuentran en el albergue y que todos los días reciben comida, agua y atención sanitaria.
Entre esas normas, puestas en marcha durante esta situación de la mano de la empresa concesionaria del Servicio, ATHISA, está la restricción de acceso al albergue de personas al mismo (y, en todo caso, respetando las instrucciones de las autoridades sanitarias sen materia de prevención de contagio del COVID-19).
Así, cada jornada, acude a las instalaciones una de las veterinarias para prestar servicio presencialmente (al margen, siempre hay una veterinaria para urgencias disponible telefónicamente 24 horas) y una persona encargada de la limpieza, así como otra que se encarga (de haberlas) de hacer las recogidas de perros en municipios.
No obstante, y también entre esas normas de seguridad, ésas recogidas se han limitado únicamente a los casos de urgencia (donde se incluyen aquellos que derivan de la intervención judicial). En este sentido, en este periodo han sido en torno a diez los perros que, procedentes de cinco localidades distintas y tras haberse detectado que se encontraban en situaciones muy complicadas, han podido recogerse en el albergue, donde están recibiendo todo tipo de atenciones.
Más de 4.000 perros han sido recogidos desde que nació este Programa de la Diputación
La Corporación Provincial quiere agradecer su profesionalidad y dedicación a todo el personal implicado en este Programa, una iniciativa de la Diputación de Albacete que está puesta a disposición de todas las localidades de la provincia menores de 10.000 habitantes, siendo más de 60 las que participan actualmente.
Desde su inicio en 2009, son más de 4.000 los perros que se han beneficiado de este Programa de recogida de perros abandonados o perdidos, que vagan sin destino ni control (y, excepcionalmente, también de perros que, aún teniendo propietario, se encuentran en situación de desamparo), que se trasladan al Centro Provincial de Recogida, donde se presta a los animales todas las atenciones y cuidados necesarios bajo parámetros de enorme calidad y profesionalidad.
Pero el Programa tiene, también, una gran vertiente social a través, por ejemplo, de la promoción de la concienciación para disminuir el abandono animal; del fomento del voluntariado; y de la participación activa en proyectos orientados a la colaboración con organismos dedicados a la atención a personas en situación de dependencia, así como en iniciativas de experimentación o investigación.