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¿Se pude caer más bajo?

Por Miguel Ángel Vicente
miércoles 30 de septiembre de 2020, 04:27h

Pues sí señor, lo que parecía imposible (y eso que llevamos ya una temporada en la que la bajeza de hoy era mayor que la de ayer, pero menor que la de mañana), como a un profano en el arte circense, especialmente en el difícil arte del trapecio, un tercer salto mortal y sin red, y esta semana borrascosa, lluviosa, fría y oscura, anticipando el otoño y el invierno que nos esperan, bien puede decirse que nos ha alumbrado actuaciones de nuestros primeros espadas en la política, desde el más alto mandatario al más bajo, según la escala de poder que cada grado absorbe, y bien es cierto que las mismas han sido capaces de asombrar al más pintado y mira que, como digo, llevamos ya sufriendo unos altibajos en nuestra clase gobernante que más bien pareciera que el coronavirus origen de la pandemia sanitaria, es pecata minuta al lado de las actitudes de nuestros mandamases, que se han convertido, con razón y fundamento y buscado por ellos mismos, en la verdadera pandemia contra la sociedad española. Y es que lo que acontece en este país, aun hoy, a duras penas, llamado España, no sucede en ningún otro lado del mundo occidental civilizado, incluso apretando un poco, ni siquiera en los países del África tropical, por poner un ejemplo distinto y distante, y sin menospreciar la connotación que ello pudiera tener con el color de la piel de los oriundos de éstos, y que están acabando por convertir España en un Patio de Porteras o en la Casa de Tócame Roque, en la que no hay orden ni concierto.

Para empezar seguimos erre que erre con el intento de desestabilizar al Gobierno legítimo de la Comunidad de Madrid, con su Presidenta Isabel Díaz Ayuso a su frente, porque, como he repetido en anteriores ocasiones, la espinita que tienen clavada en salvas sean las partes nobles de la patulea en que el Pseudo Doctor Sánchez, alias “Pinochón” (ya se sabe, un Falcon para él y su señora, y otro, o ya quizás, dos, para su nariz, por el que tanto mono tenía, que aun habiendo sido suspendida la última cumbre europea de Jefes de Estado, la pasada semana, no pudo resistirse a coger los Falcon y plantarse en Bruselas a hacer, una vez más, el payaso y sumar a su haber un ridículo más, pues los contertulios a los que se arrimó ya le conocen el pelo de la dehesa que viste y luce el Pseudo-Doctor, volviendo, una vez más, a su Moncloa ninguneando, aunque él y su vidente y valido, Iván Redondo, creerán que le han metido un gol a Europa y, sobre todo, a los españolitos de a pie, muchos de los cuales no saben aún, a día de hoy, qué son los juguetes) ha convertido al Partido Socialista Obrero Español y, por lo que se aventura, aún no ha dejado de desacreditarlo más y más, y siguiendo el guión del tal Iván Redondo, pergeñó una puesta en escena a la manera como se tercia en El Tenorio, entre Don Juan y Doña Inés, con la Presidenta de todos los madrileños, con la aviesa intención de hacer sobresalir su figura de hombre bondadoso, preocupado por el bienestar de los madrileños y humilde, virtudes todas ellas impostadas y falsas, por tanto, intentando hacerse una imagen de buen y cercano gestor, al que no le duelen prendas desplazarse a Colón a entrevistarse y consensuar medidas drásticas y eficaces a fin de atajar el contagio y la mortandad que la pandemia del coronavirus está descargando sobre la Capital de España, lo que hizo alentar esperanzas de hombre de Estado en tanto y tanto gaznápiro, memo y bobo que cunde entre la ciudadanía española, porque conociendo el percal y los antecedentes de quien así osaba revestirse, no tardó ni veinticuatro horas en decir Diego, donde dije digo, y hasta el Ministro de Sanidad, Salvador Illa, trata de subírsele a la chepa a la Presidenta Madrileña, amenazando con confinar a la Ciudad de Madrid, pareciéndole poco duras las medidas tomadas por la misma, lo que no se conjuga con las manifestaciones (a instancias de Podemos y apoyadas por el PSOE) que a diario le tienen preparadas, azuzando al pueblo, por no estar de acuerdo con las citadas medidas. ¿En qué quedamos, Sr. Pseudo-Doctor y Sr. Illa, qué maravilla?. Y es que esa espinita de no dominar la Capital de España, es lo que verdaderamente no le deja dormir a Pinochón, ahora, precisamente, en que parece ya conciliar el sueño con su socio de cama, el líder de Podemos, Pablito Iglesias, alias “El Jorobado de Notre Dame Español”, “El Coletas”, “El Chepas”, “El Moñas” o el “Macho Alfa”. Ahí, ahí, es donde le duele al Presidente del Gobierno Progresista de España, al que un carajo le importan la salud y el bienestar de los madrileños, y de los españoles en general.

Ya ante esta situación y como no hay tarea en relación con la pandemia y la crisis económica que acabarán hundiendo al País, si es que no lo está ya, el desplante, una vez más, hacia el Jefe del Estado, el Rey Felipe VI, en prohibirle la asistencia al acto que debió presidir (como desde que fue investido Rey) en la entrega de despachos a los integrantes de la sexagesimonovena promoción de Jueces, en Barcelona, acto al que había sido invitado oficialmente por el Consejo General del Poder Judicial y que éste, al haber sido aceptada su presencia, ya había imprimido las invitaciones a las autoridades indicando la Presidencia del Acto por su Majestad el Rey Felipe VI, un paso y un caso insólito, inexplicable y carente de fundamento, dentro del presunto buen funcionamiento de las instituciones españolas, causando asombro y perplejidad, incluso en el mismo Monarca, que vio cómo un donnadie (que ese es el Pseudo-Doctor Sánchez y todo su Gobierno en Pleno), le cercena la agenda, de una manera lamentable y deplorable, y sin que este desaire sea el único que a día de hoy, ha recibido con origen en La Moncloa. Menos mal, aunque no limpia la inextricable bajeza del Presidente del Gobierno, que, por cierto, no ha sido capaz de dar la cara para explicar y justificar tal desmán (la única explicación, la dada por la Vice-Primera, Carmen Calva Poyata, quien se limitó a repetir tres veces, que se trataba de “una decisión muy bien tomada”) que el Presidente del Consejo General del Poder Judicial y, a su vez, del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, por una vez, ha estado en su sitio y a la altura de las circunstancias, y lamentó la ausencia del Rey, “Sentimos un enorme pesar”, no sólo por parte de él sino casi por la totalidad de la carrera judicial, llegando a plantearse los nuevos jueces no acudir a la cita, lo que sí hicieron trece de ellos. Y es que el ansia de poder del Pseudo-Doctor no tiene límites, ni su maldad freno, pues todos recordaremos en el 12 de Octubre de 2.018, Día de la Fiesta Nacional, el error de Protocolo que cometieron él y su señora, cuando en la recepción en el Palacio Real, se quedaron a saludar con los Reyes, exigiendo Moncloa que La Zarzuela asumiera el error. ¡Así las gasta el Pseudo! Lo que, trayendo a colación este hecho y los desplantes hacia el Monarca Español, acudiendo con enorme retraso a despachar con el Rey, y otros que no es hora de recordar, hacen pensar en si no se le ha quedado pequeña La Moncloa a este impresentable y anhela, quizás, ocupar la Jefatura de Estado, como Presidente de una hipotética República, en la que el Presidente del Gobierno fuera Pablito Iglesias. ¡Ojo, tiempo al tiempo, porque los aires soplan hacia barlovento!

Y una prueba más de la bajeza hacia la que camina la clase política, llena de advenidizos, truhanes, bribones, sinvergüenzas, pillos y rufianes, faltos de moral y de ética, de principios y de dignidad, la llevada a cabo por Carlos Galiana, Concejal de Comercio y Cultura Festiva, en el Consistorio Valenciano, en su intento ante la Comisión Europea para apoyar la candidatura de Valencia a “Capital Europea de la Innovación”, al aprovechar la llevanza de la mascarilla para hacer como que hablaba en inglés (del que no tiene ni repajolera idea), a través de traductor, hecho que ocasionó que hasta el más serio, se meara de la risa, mas el interfecto en vez de sentir bochorno y abandonar el cargo, simplemente pide disculpas y se emplaza para el año que viene volver a la carga (aunque le saldría más fructífero hacerlo a través de la Doña Rogelia de Mari Carmen y sus muñecos), ya que, con toda la razón del mundo, ante este reflejo de la España de charanga y pandereta que resignificara Antonio Machado, la ciudad elegida para tal evento ha sido la flamenca Lovaina.

MIGUEL ÁNGEL VICENTE MARTÍNEZ

30 de Septiembre de 2020

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