Los precios de los menús oscilarán entre los 30 y los 79 euros por persona y en ellos no faltarán la caza --perdiz, torcaz, codorniz, ciervo, jabalí--; las trufas, las setas y otros frutos de otoño como las castañas; o el ajo morado de Las Pedroñeras.
También tendrán presencia los quesos manchegos; la trucha; el cordero manchego y recetas tradicionales revisadas como pisto, morteruelo, atascaburras o gazpachuelo. Habrá además opción a maridar las propuestas con vinos locales, siempre presentes en las cartas de las Hospederías, ha informado la Red en nota de prensa.
CINCO HOSPEDERÍAS, CINCO PROPUESTAS
En Molino de Alcuneza (Sigüenza, Guadalajara), un establecimiento familiar ubicado en un molino de piedra del siglo XV y cuyo restaurante está reconocido con una estrella Michelin, el chef Samuel Moreno propone un degustación por el que desfilan taco de remolacha con morteruelo; tartar de trucha con sus huevas; empanadilla de jabalí con sobrasada y lima; manzana, apio y pepino con crema de queso de cabra; y lomo de ciervo con salsa César de queso manchego y anchoas; sopa de ajo negro con cocochas y huevo de corral; ravioli de perdiz estofada a la toledana con trufa de verano; mollejas de lechal con setas de cardo al ajillo.
También careta de cerdo con salsa brava suave y carabineros; lomo de bacalao con pil-pil de codium; paletilla de cordero al estilo moruno; remolacha con café y frambuesas y tubo de té con chocolate blanco con helado de mango.
En Toledo, el célebre Adolfo Muñoz, considerado uno de los padres de la cocina manchega renovada, ha elaborado un menú para el restaurante de su céntrico Hotel Boutique Adolfo (en Toledo) en el que incluye dos aperitivos; conejo en escabeche y ajo negro de Las Pedroñeras en versión actual; flores de calabaza en tempura sobre aceite cornicabra y pisto manchego asado; paloma torcaz sobre reducción de vino tinto Syrah y frutas del tiempo; presa ibérica con quinoa e higo chumbo, helado de tomillo con higos en toffee y dulces de su obrador.
El Palacio del Infante don Juan Manuel, situado en la que fuera la primera fortaleza de Belmonte (Cuenca), ofrece en su restaurante Los Alarifes un menú a base de setas silvestres conquenses de otoño, patata, huevo de corral y papada a baja temperatura; canelón de morteruelo con tierra de trompetas negras y café; arroz meloso con perdiz roja de monte y ali oli de ajo morado; lomito de venado con crema de castañas al vermut, puré de almendras con vainilla y curry verde y cremoso de queso manchego y azafrán.
La propuesta de Hospedería Santa Elena, en plena plaza Mayor de San Carlos del Valle (Ciudad Real), se basa en un menú abierto que incluye aperitivo de bienvenida y primero, segundo y postre a elegir. Entre los primeros se puede optar entre risotto de boletus y confit de pato con su jamoncito curado; gazpachuelo de rodaballo; dado de atún rojo y espagueti de calamar con emulsión de cordero, crema de castañas y setas timbal de berenjena y falsa trufa; milhojas de manzana, foie micuit, pescados ahumados sobre manto otoñal y alcachofas confitadas con tomate al ajillo y gambón flambeado.
De segundo se ofrece solomillo de vaca macerada al vacío con especias de la sierra y sus verduras en pepitoria; costillar de cochinillo de matanza elaborado a baja temperatura y acabado al horno con kimchi de patata; pierna de cabrito lechal elaborada de la forma tradicional al horno con verduras al mojo picón; bacalao tiznao con ajo negro y manzana y salmón a la naranja con parmentier de lima.
El Hotel Convento del Giraldo (Cuenca), con un emplazamiento privilegiado y vistas sobre la hoz del Huécar, ha preparado en su restaurante El Aljibe un menú con un triple entrante de zarajo, morteruelo y ajo arriero; cazuelita de judías estofadas con codorniz; lomo de bacalao al azafrán; lingote de cordero manchego con salsa de madera y queso manchego con alajú y resolí.