Mañana será tarde

Porque la deriva que ha tomado la situación sanitaria y económica, además de la institucional y social, en este país, aún hoy, a duras penas, llamado España, es hacia el caos total, y si no se ataja y se detiene este íter hacia el precipicio, España quedará en “siniestro total”, tal como queda un coche tras un accidente de envergadura, o sea, inservible e irrecuperable, todo ello, en base a que este autollamado Gobierno Progresista de España, en vez de paliar en lo posible la debacle que se avecina, incide en aumentar la velocidad hacia el abismo, y no porque los pobres ministros no sepan qué hacer o tomen medidas y decisiones erróneas, que también, pero sobre todo y por todo, porque en el Consejo de Ministros no se da puntada sin hilo, sino que todas esas decisiones, Reales-Decretos por medio, tienden de un modo inequívoco, consciente, cierto e indubitable a esa corrosión brutal de los cimientos sobre los que se apoya y descansa el entramado constitucional de este País, y ello desde el minuto uno de la conformación de este Gobierno de Coalición, PSOE y Podemos, apoyado por toda la escoria parlamentaria (leánse Bildu, Jxcat, ERC, PNV, Compromís, BNG, la CUP y Más País, amén del desnortado diputado del Teruel Existe).

Y como se les ha dejado hacer, comenzando por el asalto a todas las instituciones del País, para dominarlas y ahormarlas a su modo y manera, tendente, siempre, a acabar con el régimen de Monarquía Constitucional Parlamentaria que se aprobó mediante la Constitución de 1.978, y sustituir el mismo por un régimen de corte marxista-leninista-estalinista, mediante la implantación de una República Bananera, al modo de la Venezuela de Nicolás Maduro, de la Bolivia de Evo Morales, de la Cuba de Fidel Castro y, ¿por qué no?, viendo como se ve que quieren instaurar un régimen dictatorial, autárquico, totalitario y tiránico, como la Corea del Norte de Kim Jong-Un, con la aviesa y perversa finalidad de sumir a la población, a ese pueblo que cuando lo pronuncian se les hace la boca agua y se les cae la baba, en la ruina, la miseria y el hambre.

Claro, que para ello tienen que abatir la independencia del Poder Judicial, ese tercer poder del Estado, cuya independencia es decisiva y sine qua non, para proteger a los ciudadanos de los excesos, tropelías, abusos y arbitrariedades y desafueros del Gobierno, o sea, del Poder Ejecutivo, para lo cual se ha iniciado el proceso para fagocitarlo, siendo uno de los pasos firmes para conseguir este empeño, el nombramiento, como Fiscala Generala del Estado, de la exMinistra de Justicia de este Gobierno, Dolores Delgado, que dio el salto de la poltrona, aún caliente por asentar en la misma sus posaderas, a erigirse en la reina de la Fiscalía, y cuyos frutos ya ha empezado a recoger este malhadado Gobierno Progresista de España con el informe que el orondo y rechoncho Teniente Fiscal del Tribunal Supremo, Luis Navajas, a instancias de la Oficina Técnica de la Fiscalía, emitió, a fin de que las primeras veinte querellas sobre la gestión de la pandemia presentadas ante el Alto Tribunal se archivaran nada más llegar al mismo, sin siquiera proceder a su estudio, porque, según este obediente y genuflexo Teniente Fiscal, era imposible que nadie en el Gobierno hubiera podido advertir y, mucho menos, conocer lo que se nos venía encima con la pandemia del coronavirus, y, por tanto, en consecuencia, poder haber tomado las medidas de prevención oportunas para evitar la catástrofe en la que, en la actualidad, está sumida España entera, cuando, en realidad, ese conocimiento lo tuvieron a tiempo, ya que el Departamento de Seguridad Nacional, dependiente de Presidencia del Gobierno, alertó, al menos 11 veces, prácticamente y de manera simultánea, a casi todos los Ministerios, incluidos el Presidente del Gobierno y demás Vicepresidentes, poniendo de relieve la gravedad de lo que asomaba por el horizonte, desde el mes de Enero, hasta el día anterior a la manifestación en pro del día de la mujer, 8 de Marzo, no suspendida en honor a la analfabeta, deslenguada y macarra Ministra de Igualdad, Irene Montero, y foco en toda España donde se llevaron a cabo las citadas manifestaciones, y origen del multicontagio que llevó a colapsar los servicios sanitarios del País y a enterrar a más de 50.000 conciudadanos, a lo que se puede sumar, para esta segunda ola, la desfachatez del Pseudo-Doctor- Sánchez, alias “Pinochón” (un Falcon para él y su señora y otro para su nariz), de que declarara, tras terminar el primer estado de alarma, que habíamos vencido al virus e instó a la ciudadanía a darse baños de masa por las calles, consecuencia, como digo de esta segunda ola, pareciendo mentira que ni éste cese al Ministro de Sanidad, Salvador Illa, y al Director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, ni éstos ambos tengan la vergüenza torera de dimitir, y sigan ahí pegados a la poltrona como si lo estuvieran con “pegamento imedio” y hubiera que dejar sus respectivos antifonarios en la misma, para separar de ellas a los mismos.

Un segundo paso (hablamos de pasos con la botas de las siete leguas que se calzó Pulgarcito para vencer al Ogro, porque pasos menudos y pasitos no han dejado ni dejan de darse en esta dirección de hacerse con la dirección de todas las instituciones españolas), ha sido la pretensión del Pseudo-Doctor-Sánchez, a través de la proposición de ley presentada a la Mesa del Congreso de los Diputados por PSOE y Podemos, para modificar la Ley Orgánica del Poder Judicial, con la aviesa y perversa intención de que los miembros del Consejo General del Poder Judicial, fueran elegidos por mayoría absoluta (mitad más uno) y no por los tres /quintos que prevee la actual Ley, con lo que se garantiza que el Gobierno se haría con la mayoría dentro de ese Consejo, el cual, por cierto, tiene entre otras funciones, designar a los Altos Cargos Judiciales, tales como a los miembros del Tribunal Supremo, del Tribunal Constitucional, Presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia de las Comunidades Autónomas y otros más, que dejarían, en manos del Ejecutivo, la Administración de Justicia.

Y, ahora, la última, que no lo será sino porque aún no ha sobrevenido otra nueva, cual ha sido la presentación de un nuevo estado de alarma hasta el 9 de Mayo de 2.021, en cuyo período el Congreso de los Diputados quedará hibernado, en él comparecerá “Pinochón” cuando le pete, o sea, cada dos meses, y no para rendir cuentas, sino para insuflar a la Cámara Legislativa en un mar de mentiras y disparates, tal como suele hacer, cuando tiene a bien abrir la boca, en sus mensajes o alocuciones tipo bananero y bolivariano, por lo que ya podemos ir pensando lo que puede ir sucediendo a lo largo de este período de alarma para dejar atados y bien atados todos los resortes institucionales del País en manos de un grupo desnortado, amoral, criminal y despótico, que hará de su capa un sayo y asumirá un poder absoluto, que ya lo quisiera para sí Nicolás Maduro.

Y no digamos nada de los Presupuestos Generales del Estado presentados a bombo y platillo por el Pseudo-Doctor-Sánchez y su monaguillo de cabecera, Pablito Iglesias, alias “El Jorobado de Notre Dame Español”, “El Coletas”, “El Chepas”, “El Macho Alfa” o “El Moñas” aunque más que de cabecera ya lo sea de cama, porque si en su día el Pseudo-Doctor-Sánchez, manifestó que meter en el Gobierno de la Nación semejante ejemplar, le quitaría el sueño y no le dejaría dormir, ahora parece que se acostara con él, día sí y día también, siendo de extrema cara dura, vista la situación por la que atraviesa el país, con el paro desbocado, los ERTE echando chispas, los negocios cerrados y muchos de ellos en bancarrota, las colas del hambre a reventar, y ciudadanos que siguen muriendo a un ritmo de casi 200 al día por la pandemia, amén de los excesivos casos de contagiados, que en ese Presupuesto esté previsto que los Departamentos del Ejecutivo, con sus 22 Ministerios, dispongan en 2.021 de 110.066 millones de euros, o sea, el doble que este año 2.020, a fin de poder seguir colocando adláteres, acólitos, corifeos, paniaguados y mamandurrieros, cuando, para dar ejemplo, deberían de suprimirse el sueldo, al menos por tres años, dado lo solidarios que se manifiestan (claro, con dinero ajeno) y en cumplimiento de esa arenga de “que nadie se va a quedar atrás”.

Ante esta deriva, que no ha hecho nada más que enfilar el principio de la cuesta abajo, la oposición, ante la chulería que mostró el Presidente en la defensa de la nueva alarma, hecha por el pobre y melifluo Salvador Illa (¡qué maravilla!), y su espantá al acabar éste (lo que no es sino un corte de mangas o un mandar a tomar por culo a todos los españoles, incluidos sus votantes), debería hacer huelga y abandonar el hemiciclo y su Majestad el Rey de España, Don Felipe VI llamar a rebato a los generales de los tres ejércitos sobre los que tiene el mando supremo y tratar de poner fin a esta crónica de una muerte anunciada, porque, como se titula este artículo, “MAÑANA SERÁ TARDE”.

MIGUEL-ÁNGEL VICENTE MARTINEZ

4 de Noviembre de 2.020