No vamos a entrar en si quedan bonitas o feas, que seguramente quedan bonitas. No entraremos en su funcionalidad, seguramente deficiente. Nos vamos a quedar solo con el hecho de la obra. Cuando los operarios llegan un día y levantan las calles y pasan meses y meses sin que se vea un final.
No diremos que es nuevo, ocurrió durante meses en Arquitecto Fernández y mucho más en Arquitecto Vandelvira, con obras que han durado casi ‘eternamente’, y eso que por medio estuvo un confinamiento, menos tráfico y menos gente.
Ahora, o mejor dicho desde agosto, hay obras en varias pequeñas calles de la ciudad en la zona de la Feria. Calles que están cerca de Joaquín Quijada, Pérez Pastor o Doctor Ferrán. Pequeñas calles, muy cortas, como San Carlos o Abú Zacarías, entre otras. Además de una parte de Joaquín Quijada que se supone tendrá continuidad algún día porque las aceras llevan años impresentables, sin que a nadie parezca importarles.
Al Ayuntamiento le da exactamente igual que una obra en una calle de 30 ó 40 metros, en la que hay cuatro o cinco portales y otras tantas entradas de garaje pueda durar meses, meses y meses. Y lo que es peor, simplemente por dejadez o mala planificación.
No es de recibo, no lo es, que el Ayuntamiento no esté encima de las empresas que hacen las obras para que causen el menor perjuicio a los ciudadanos, pero cuando pasan las semanas y la gente salta zanjas, pisa barro o no puede entrar ni sacar sus coches de los garajes ¿a quién le pide responsabilidades? No creo que la respuesta sea al operario que de vez en cuando va por allí para seguir las obras.
No es de recibo que levanten una calle, lo único que hicieron rápido y en todas las calles, y luego se olviden. Unos días hacen trabajos, cuatro no, vuelven más tarde, otros tres no y así desde agosto hasta hoy, y la cosa no va rápida porque el final no se ve cercano. Es comprensible que cuando se hagan trabajos de alcantarillado o agua se aproveche para hacer las obras todas paralelamente, pero el resto, lo que es el arreglo de la calle, porque no se termina una, luego otra y luego otra, en lugar de tenerlas todas levantadas, causando molestias y sin poder utilizar garajes.
El último aviso para los vecinos de las calles ya simplemente se dan 15 días mínimo para terminar, del 16 de diciembre al 31 o final del adoquinado. Mientras tanto ¿dónde hay que ir para no pagar el impuesto de circulación, te abone la zona azul dónde has tenido que aparcar, o la empresa de limpieza que limpie los portales?
España es diferente, es verdad, para bien o para mal. Y para mal tiene estas cosas, que a los que nos mandan les importa una mierda molestar a los vecinos y tenerlos ‘jodidos’.
Señor alcalde Casañ, usted es un hombre de la calle, que ha llegado ahora a la política. ¿Tan poco le importan sus vecinos, o quizá es que como le queda poco le da ya todo igual? Ya está bien, dejen de hacer la vida imposible a los vecinos cuando solo con sentido común podrían haber molestado la mitad de la mitad.