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España entra en coma

Por Miguel Ángel Vicente
miércoles 23 de diciembre de 2020, 07:48h

Cierto es que este criminal, malhadado y mal autollamado Gobierno Progresista de España, avanza a marchas forzadas, a pasos agigantados (como si se le acabara el tiempo), con sus medidas y disposiciones y con las que no toma y guarda en el baúl del olvido, a desintegrar una Nación, repito, una vez más, de más de quinientos años de existencia y en la que, para mayor inri de glorificación, en la época de Felipe II, llegó a decirse que en la misma no se ponía el sol.

Pero, héte aquí, como en la historia relatada por Tolkien, en “El señor de los anillos”, Saurum, con todo su ejército de las cavernas, con los Trolls a la cabeza, y su objetivo de destruir la Tierra Media y sumir en las tinieblas, en la oscuridad y en la penumbra todo sesgo de vida, así parece haberle llegado la hora a nuestro País, aun hoy, a duras penas, llamado España, a cuyo Gobierno han llegado unos mercaderes de la muerte, de la ruina, de la miseria y de la podredumbre, tratando a la manera de Saurum, destruir a España y a los Españoles, previo sometimiento a una tortura atroz y desmesurada, tratando de crear un sufrimiento infernal en todos cuantos formamos parte de este desgraciado País, sobre el que las sombras y las tinieblas se van extendiendo, como una mancha de aceite, irrefrenable e imparable, que se está llevando por delante todo lo que conforma una civilización, sobremanera aherrojando los principios morales y éticos, extirpando del cerebro de los ciudadanos sus componente de inteligencia y voluntad, conduciéndolos hacia la perdición a la manera como un rebaño de corderos, una manada de vacas y terneras o una piara de cerdos, despeñándoles por un precipicio hacia la nada, y, por tanto, como corolario de todo ello, desposeyendo a esa masa de sus derechos fundamentales, fundamentalmente, valga la redundancia, de su derecho a la vida y su derecho a la libertad, pues todos ellos seguirán las pautas oficiales, como unos simples robots, zombies o marionetas, bailando al son que les toquen desde las altas instancias de este desaprensivo Gobierno Progresista de España, que cada día que pasa, va haciendo buenos a los integrantes de la plana mayor de la Alemania de Adolf Hitler, y todo ello con un soniquete de buenismo impostado, a favor de los más desfavorecidos y con la soflama de que nadie quede atrás, lo que confluye con esa dinámica de despeñar a la masa por el precipicio, pues no debe quedar piedra sobre piedra que pueda ser testigo de unos crímenes que no tienen parangón en ninguno de los llamados países civilizados de nuestro entorno, y sirva como ejemplo, la honorabilidad del Rey Carlos Gustavo de Suecia, que ha entonado el “mea culpa”, declarando, apesadumbrado, que “hemos fallado” y poniendo de relieve la laxa estrategia adoptada frente al coronavirus: “Considero que hemos fallado. No hemos salvado vidas. Tenemos un gran número de muertos y eso resulta terrible. Es algo que está haciendo que todos suframos mucho”, y aunque el monarca hable en primera persona, el rapapolvo va dirigido al Gobierno del país nórdico, y es que en Suecia la cifra de muertes, a 18 de Diciembre, era de 7.802 fallecidos. Miren, comparen y vean lo que ocurre en este país, con el Gobierno Progresista, impidiendo cualquier investigación sobre la gestión de la pandemia, ocultando datos sobre la verdadera cifra de fallecidos que, a tenor de los números que cifran los Tribunales Superiores de Justicia y el Instituto Nacional de Estadística (INE), basados en las inscripciones de defunción en los Registros Civiles, deben sobrepasar, a estas alturas, las 70.000 muertes, y con 90.000 sanitarios infectados por falta de material de ídem idóneo (las bolsas de basura eran su atuendo como batas clínicas, mascarillas, respiradores, etc, ect. etc.). en verdad, que si Carlos Gustavo de Suecia hubiera tenido que torear y afrontar las cifras españolas, no existe duda de que se hubiera hecho el harakiri, y aquí, en este país, repito, una vez más, aun hoy, a duras penas, llamado España, el Gobierno Progresista, no solo no asume ninguna responsabilidad por la imprevisión, la improvisación, la ocultación de datos, la compra de material defectuoso y demás causas que han llevado a España a ser el país con mayor mortandad exponencialmente, sino que, encima, parece congratularse y ciscarse de sus nefastos resultados, acciones y no acciones, lavándose las manos como Pilatos, ante la detención de Jesús y su condena a muerte, como le pedía el pueblo, remitiéndolo, como éste a Herodes, y aquél, a las Comunidades Autónomas, con una desvergüenza y caradura nunca vistas por estos lares.

Claro, que hay que ver la conformación de ese Progresista Gobierno, desechos del PSOE, perroflautas de Podemos, y apoyado por la escoria parlamentaria, incluidos independentistas, filoetarras y demás inmundicia política, y algún independiente, como la Ministra de Defensa, Margarita Robles, la mayoría, por no ser drástico, con una incapacidad manifiesta pare ejercer el cargo encomendado, falta de preparación, escaso interés en resolver los problemas (más bien un interés inusitado en crearlos) y gobernando al estilo del Maduro de la Venezuela que conocemos, en modo sátrapa y tiránico, dedicándose a otra cosa (como la aprobación de la Ley de Educación o de la Eutanasia) que `podrían postergarse y poner los cinco sentidos en tratar de sacar a España, no sólo de la crisis sanitaria (que cada día va a más), sino también de la crisis económica (que a la par que aquélla, también va a más cada día), regodeándose en el mal que aqueja a los españoles y con una hoja de ruta que acabará conduciéndonos de cabeza al infierno, dejando libres a los cuatro jinetes de la Apolipsis, que sobre sus cuatro caballos cadavéricos y macilentos, se pasean por la piel de toro, sembrando el horror, el espanto y la muerte.

Y hablando de muerte (diríamos que albarda sobre albarda, como santifica el Refranero Español, tan certero como siempre tan puñetero), y como no hay pocas derivadas del Covid, fue aprobada el pasado 17, en el Congreso de los Diputados, la Ley de Eutanasia, una vez más, mediante proposición de ley presentada por el PSOE y Podemos, y no por proyecto de ley del Gobierno, para saltarse todos los controles, dictámenes e informes que exige un proyecto de Ley, con 198 votos a favor, 138 en contra (PP, Vox y UPN) y dos abstenciones, siendo uno de los partidos que votó a favor, el Ciudadanos, de Inés Arrimadas, que sigue dando bandazos y cortejando al Pseudo-Doctor-Sánchez, en busca de una poltrona en ese gallinero llamado Gobierno Progresista de España. La proposición fue defendida por la exMinistra de Sanidad, con Jose-Luis Rodriguez Zapatero (otro genocida) Maria-Luisa Carcedo, acabando, como siempre, en una costumbre ya arraigada, a falta de verdaderos argumentos, de una salva de aplausos, por todos estos energúmenos, pareciendo que estos botarates diputados que apoyan al Gobierno a marchamartillo y sin una sola discrepancia, se trate de lo que se trate, deben pasar una prueba previa para ocupar un escaño, de facilidad y contundencia en el aplauso, pues pareciera que más de uno, acaba sin dedos tras cada sesión plausible, siendo cierto que el que no aplauda con entusiasmo y tesón, no come, al igual que profetizó Maduro, en sus últimas elecciones amañadas, que “el que no vote no come”, pese a lo cual, parece que parte del pueblo venezolano es más inteligente que esta ralea de allegados y arribistas españoles, pues la participación, pese a tal amenaza, no sobrepasó el 37%. En realidad, la exMinistra Carcedo, salió dando botes y desmelenada, por los pasillos, si no llegó a mearse encima, le faltó poco, o no se notó, porque llevaba la trona bajo la falda.

En fin, la Tierra Media en trance de extinción, pues por abajo, con la ley del aborto impiden al ser humano nacer (conculcando el primodridal derecho del mismo, que es ver la luz del día, y sobre el cual se fundamentan los demás derechos humanos), y por arriba, con la Ley de Eutanasia (una de las más extremas y solo existente en otros cinco países: Países Bajos -antigua Holanda-, Bélgica, Luxemburgo, Canadá y Colombia), cuando supongas una carga e incomodidad para el Estado, te asesinan, buscando el ahorro en pensiones y en gastos sanitarios paliativos. Desde luego, el mal triunfa por goleada frente el Bien, y seguimos sin movernos, ante la advertencia de Edmun Burke: “Para que triunfe el mal, solo se precisa que los hombres buenos no hagan nada”.

MIGUEL-ÁNGEL VICENTE MARTINEZ

23 de Diciembre de 2.020

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