Esta técnica se lleva a cabo en la Consulta de Ecotoxina, una consulta especializada que inició su actividad en febrero de 2016 ante la demanda creciente de distonías focales (trastorno del movimiento caracterizado por contracciones musculares involuntarias, sostenidas o intermitentes) y espasticidad (un trastorno motor del sistema nervioso en el que algunos músculos se mantienen permanentemente contraídos) que precisaban esta atención.
En nota de prensa, el Gobierno regional ha informado de que se trata de una consulta en la que, de forma conjunta, un neurólogo experto en el manejo del ecógrafo y una neuróloga experta en enfermedades desmielinizantes, neuromusculares o en trastornos del movimiento colaboran para seleccionar los músculos implicados, localizarlos mediante ecografía e infiltrarlos utilizando dicha guía ecográfica.
La administración de toxina botulínica es el tratamiento de elección de las distonías focales, siendo la distonía cervical la más frecuente de ellas. En estos casos, identificar con precisión el músculo enfermo es fundamental. Además, en el cuello existen estructuras frágiles y vitales (como nervios y arterias) que deben evitarse durante la infiltración, por lo que quizá la distonía cervical es la enfermedad que más se beneficia de la técnica ecoguiada de infiltración de toxima botulínica.
Además de la distonía cervical, hay otras patologías como la espasticidad (por cualquier etiología), otras distonías focales (ocupacionales habitualmente, como el "calambre del escribiente"), la sialorrea o la meralgia parestésica que se benefician de un tratamiento ecoguiado.
La utilización de guía ecográfica para la localización e infiltración de la musculatura implicada mejora la eficacia y aumenta la seguridad del tratamiento. Además mediante la infiltración guiada es posible acceder a músculos que antes resultaban inabordables.
El Servicio de Neurología cuenta, de forma habitual, con una consulta de ecotoxina semanal, en la que se infiltran entre 7-10 pacientes, dependiendo de su complejidad. Muchos pacientes necesitan infiltraciones de forma crónica, generalmente cada 3-4 meses.
CHUA, CENTRO DE REFERENCIA
El Complejo Hospitalario Universitario de Albacete (CHUA) fue uno de los centros hospitalarios pioneros en la puesta en marcha de una consulta especialmente dedicada a infiltración de toxina botulínica ecoguiada y es el único centro que lo hace a nivel regional.
El Servicio de Neurología de Albacete recibe con asiduidad médicos en formación o neurólogos de otras zonas del país que realizan estancias docentes para aprender de los profesionales de la GAI esta técnica tan eficiente. De hecho, recientemente, el jefe del Servicio de Neurología, Tomás Segura, y la neuróloga Ana Belén Perona, han impartido un webinar online a 20 neurólogos de diferentes hospitales de la geografía nacional.