Por qué usamos las persianas

Hay muchas razones por las cuales tenemos persianas, unas que tienen que ver con la practicidad y otras con la cultura, de manera que vamos a explicar por qué somos los raros de Europa en este aspecto.

El clima tiene mucho que ver

España es el país de Europa con más horas de sol además de tener uno de los climas más cálidos del continente, lo que hace que usemos persianas para aislarnos tanto del sol como de la luz a determinadas horas del día.

De hecho, tanto es así que ya hay persianas térmicas y podrás encontrar persianas en Albacete como estas, que suelen ser de aluminio con un interior de poliuretano expandido de alta densidad. En verano, cuando las bajamos ayudamos a reducir la temperatura del interior, lo que siempre se agradece en las horas centrales del día.

Una persiana contribuye a evitar que el sol entre en nuestra casa en las horas más calurosas del día o que la luz nos moleste para hacer vida en el hogar, en especial en esas horas en las que el sol incide con fuerza y nos da en los ojos mientras estamos sentados leyendo, viendo la tele o comiendo.

España es un país muy ruidoso

Además de tener un clima caluroso, España es un país muy ruidoso y las persianas ayudan a amortiguar los ruidos del exterior gracias a la misma capa de poliuretano que contribuye a que el calor no se cuele dentro en verano.

Una persiana por sí sola no aísla demasiado, pero combinada con una buena ventana y cristales de calidad sí que ayuda a que no escuchemos lo que ocurre en la calle, o a que el sonido entre en casa muy amortiguado.

Las cuestiones culturales son muy importantes

Además del ruido y del clima, las cuestiones culturales tienen mucho que ver en que tengamos persianas en todas las casas.

Las personas que estudian la cultura y las costumbres creen que nuestro pasado árabe tiene mucho que ver en el uso de las persianas.

Los árabes estuvieron en la Península durante siete siglos, de manera que dejaron su impronta en nuestras rutinas, como mantener la privacidad de nuestras casas en las que lo mejor está dentro en una zona que solo vemos nosotros.

Quizá una muestra de esto son los conocidos patios andaluces, que no se ven desde fuera. Cuando entramos vemos un lugar precioso que solo se puede disfrutar una vez dentro, algo que es lo que ocurre con las persianas, cuya finalidad es que no vean lo mejor de nuestro hogar desde fuera.

Los especialistas en cultura también dan otro motivo que tiene que ver con la forma en la que vivimos la vida en España, muy hacia afuera, hacia la calle.

La idea es que nos exponemos tanto fuera que no queremos mostrar lo más íntimo, el interior de nuestros hogares, de manera que evitamos con las persianas que la gente de la calle los pueda ver desde fuera y que pueda observarnos a nosotros en nuestro día a día.