Cerrábamos el capítulo anterior con un apunte acerca de cómo el Retroprogresista Criminal Gobierno de España anda tumba abierta a la recolección de votos, en una doble vertiente: la primera, para conseguir que los falsos Presupuestos presentados a bombo y platillo y que pasaron el rubicón de la primera fase en el Congreso de los Diputados (con una Ministra de Hacienda, María-Jesús Montero, que aplaudió, como una poseída, a los diputados que le dieron el sí a las cuentas nacionales, en actitud payasesca, como un clow, en plena actuación en el circo, que es, a la postre, en lo que se ha convertido el Parlamento), a fin de conseguir que, definitivamente, sean aprobados, con el único objetivo de lograr que el Pseudo-Doctor-Sánchez, alias “Pinochón” (recuerden, un Falcon para él y su señora, y otros cuantos, no se sabe ya el número que será necesario, para albergar sus napias) pueda seguir cagando en La Moncloa, subastando los votos, sobre todo los de ERC y Bildu, amén del PNV, que poco a poco, van esquilmando los dichos Presupuestos y no habrá al final más que partidas para satisfacer la avaricia de estos grupos o partidos políticos, lo que da qué pensar acerca de la legalidad de estas concesiones, porque, al fin y al cabo, no salen del bolsillo del Presidente, ni del de los miembros del Gabinete, ni siquiera de los del PSOE y Podemos, sino que juegan, con la ventaja de tener a su disposición la Caja Pública de Caudales (que no olvidemos, es propiedad de todos los españoles, sean de izquierda, de derechas o de centro), con una laxitud, alegría y desenfado, que nos lleva, en realidad, a una prevaricación en el manejo de tales caudales, amén, de malversación de fondos públicos, los cuales van sufriendo un desvío, ilegal e ilegítimo, nada ético ni estético, a la manera como las coladas de la lava que mana del Volcán de Cumbre Vieja de La Palma, se van desviando, conformando varios canales de exudación hacia el mar, y aquí y ahora, es cuando hay que recordar que, pasados más de sesenta días, o sean, dos meses, esas ayudas que el Gobierno cacarea que se han aprobado para paliar los efectos de la devastación que la erupción volcánica está provocando en el territorio y en las personas afectadas, al parecer, aún no llegado ni un “duro”, y sin que sepamos a ciencia cierta cuáles son las causas de un retraso tan monumental, teniendo en cuenta la necesidad imperiosa de que lleguen a sus destinatarios para poder, en cierta forma y medida, intentar recomenzar una nueva vida, y que, según nos parece, se están demorando en los vericuetos de la burocracia y los caminos insondables de la plutocracia, dando la impresión de que, en realidad, llevan el mismo camino que, en su día, llevaron los famosos ERES de Andalucía, cuyos montantes contantes y sonantes (679 millones que volaron y que no son moco de pavo) acabaron en manos de unos políticos desaprensivos, prevaricadores, desvergonzados, granujas, inmorales, sinvergüenzas y caraduras, o sea, en manos de verdaderos y auténticos delincuentes de la peor ralea, y moviendo a risa, a escarnio y a tomadura de pelo, lo que se ha anunciado acerca de que los propietarios de casas que han quedado sepultadas bajo la lava, recibirían, en su caso (y digo en su caso, porque tendrán que someterse a un procedimiento de busca y averiguación, con pelos y señales, para demostrar su propiedad, iniciando un camino, más bien un calvario, de papeleo, sellos y pólizas, o sea, lo propio de la España cañí, que ya se creía desaparecida, quedando en manos y envueltos en una burocracia que, a la postre, lo único que persigue, es lograr la deserción y el abandono de los interesados para conseguir la reparación a la que tienen derecho) una indemnización de unos 15.000 euros (vaya Vd, a comprar si tiene suerte y le venden una cueva, un contenedor, o una caja de cartón para albergarle con toda su familia) y que, además, se vería disminuida en orden a la renta y otros paradigmas enigmáticos e inextricables, hasta quedar reducida a la mínima expresión, mientras nuestros jerifaltes se embolsan, a diario, miles de euros, hasta el punto de que ya no les caben en la faltriquera y necesitan de una furgoneta o un tráiler para ir amasando una fortuna de la que jamás darán cuenta, salvo algún chivo expiatorio para calmar a la población y hacer ver a ésta que las instituciones y, sobretodo, la justicia, funciona y que estamos en las manos de los mejores posibles gestores que hacen uso y abuso de ese refrán, del refranero español, tan certero como puñetero, de que “el que parte y reparte, se queda la mejor parte” y, que, acaso, habría que actualizar a los nuevos modos, en el sentido de que “el que parte y reparte se queda con toda la parte”. Pues bien, esto pone de relieve esa proclama repetida hasta la saciedad por el grupo de personajes que nos gobiernan actualmente, incluido el Propio Pseudo-Doctor y repetida como un mantra, de “no dejar a nadie atrás”, o “que no quede nadie atrás”, dejando en mantillas a los otrora bandoleros de Sierra Morena (tales como El Pernales, el Niño del Arahal, El Tempranillo y Luis Candelas, entre otros), con la salvedad de que, al menos, éstos robaban a los ricos para repartirlo entre los pobres, cosa que no sucede con este enjambre de jarramantas que hacen uso y abuso del poder.
Y la segunda, pensando en las próximas elecciones generales, a fin de que el señalado Pesudo-Doctor pueda seguir haciendo sus necesidades en los baños de La Moncloa, urge ir preparando el terreno para atrapar, absorber y procurar votos que, en definitiva, hagan posible esa finalidad que, como meta esencial y bien podría decirse que única, seguir defecando y miccionando en La Moncloa y, a la vez, seguir pudiendo utilizar el Falcon, que, como se está, demostrando,(según el Portal de Transparencia, realizó 90 viajes entre enero de 2.020 y mayo 2.021, suponiendo que dicho Portal, dependiente del Gobierno, no haya mentido como, regularmente, lo hace el Pseudo-Doctor-Sánchez) le pirra al Presidente y da a entender que le gusta más que a un tonto una tiza o un lapicero, sin que nadie ose criticar el uso, también prevaricador, de ese aparato de vuelo que, amén de contaminar e impedir la lucha contra el cambio climático, supone un gastazo de muy padre y señor mío para las arcas públicas de caudales, y ahí, a la vuelta de la esquina, tenemos ese uso innecesario, con los seis viajes que ha rendido a La Palma, para nada (y al que habría de reconvenir con ese latiguillo de José Mota, según el cual “si hay que ir, se va, pero ir para nada…”), pues lo único que pretende es drogar y atontar a los palmeños dando a entender que no duerme (como dijo que no dormiría de entrar en el Consejo de Ministros el otrora “Coletas” y toda su cohorte) pensando en ellos, que ya se ve esa preocupación cuando, a día de hoy no ha llegado un solo “duro” ni un solo “euro”, a las manos de los damnificados por la erupción del Volcán, que no han fenecido gracias a la solidaridad del pueblo al, que, por cierto, siempre que hay alguna desgracia, le cargan el muerto, lo que nos lleva a pensar la utilidad de pagar tantos impuestos, ya que en estos casos somos los ciudadanos los que nos tenemos que rascar el exhausto bolsillo para ayudar a nuestros semejantes; por cierto, ¿sabe alguien de algún politicastro que se haya rascado el bolsillo para este menester?, lo que es bastante improbable, ya que esta ralea de caraduras y, en cierto modo, delincuentes, nunca llevan un céntimo de euro en el bolsillo y allá donde extienden sus tentáculos echan mano de la Caja Pública de Caudales, sea directa o indirectamente, como ocurre con las subvenciones mil que se dispensan a los Partidos Políticos y a un ejército de instituciones, teóricamente, solidarias (léanse, ONG, Fundaciones y otros tipos de entidades) pero que medran alrededor del poder para beneficio propio de sus integrantes o componentes, dejando para justificar sus finalidades una punta de Iceberg para que vean las buenas entrañas que les mueven a moverse, valga la redundancia. Y en este sentido, seguramente, pronto empezarán las subastas solidarias para este o tal fin, en una búsqueda y vuelta de tuerca más al bolsillo del ciudadano de a pie, al que le ponen como cebo una camiseta de tal jugador de fútbol o del deporte que sea, o una zapatillas, o una raqueta, cuando, en realidad, esas figuras bien harían guardándose tales prendas, y apoquinar de sus cuentas corrientes, en España o en el Extranjero, algunos miles o millones de euros, dejando en paz a esos ciudadanos que ya vamos arrastrando nuestra miseria por el territorio nacional, mas, antes al contrario, los medios de comunicación, que son cómplices necesarios de tales desaguisados, aún nos quieren comer el coco, con noticias como la de que el ex-jugador del Barcelona, Andrés Iniesta, es muy solidario, porque desde allá donde esté, llama todos los días por teléfono para preguntar por cómo van las cosas por La Palma; así, de esta guisa, yo podría convertirme en el más solidario del mundo, simplemente pensando en la desgracia ajena y me ahorraría el coste de la llamada telefónica, si es que ésta, para redondear, lo fuera a cobro revertido.
MIGUEL ANGEL VICENTE MARTINEZ
17 DE NOVIEMBRE DE 2.021
Si (
No(
