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El autoconsumo fotovoltaico se duplica en España

lunes 21 de febrero de 2022, 16:17h

El año pasado se instalaron en España placas solares capaces de producir 1.203 Mega Watios de potencia fotovoltaica para el autoconsumo, lo que supone un incremento del 101,84 por ciento con respecto a 2020.

Un Mega Watio es capaz de suministrar toda la energía necesaria para trescientas treinta viviendas durante una hora. Por tanto, 1.203 Mega Watios son suficientes para dar la energía necesaria a estas mismas trescientas treinta viviendas durante más de cuarenta y cinco años.

El autoconsumo fotovoltaico se duplica en España porque ha crecido un 101,84 por ciento en 2021, respecto de 2020. El año pasado, las placas solares generaron 1.203 Mega Watios. Si una ciudad media en nuestro país, como por ejemplo Albacete, consume un promedio de 10,7 Mega Watios hora, estos 1.203 Mega Watios de origen fotovoltaico pueden dar suministro a una ciudad como la manchega durante unos cinco días. Placas solares en Albacete son, por tanto, la mejor opción y una buena alternativa de suministro energético para las viviendas, teniendo en cuenta el precio que ha alcanzado desde hace meses la electricidad.

Hablamos de Albacete como ejemplo, porque la región a la que pertenece, Castilla-La Mancha, es la comunidad con más potencia instalada de energía solar fotovoltaica: el 20% del total nacional en España.

Es, además, una alternativa sostenible, por ecológica y porque protege el Medio Ambiente, ya que no produce emisiones de CO2.

Un tercio del autoconsumo doméstico

Hace dos años, el autoconsumo doméstico en España representaba el 19% del total nacional. Pero en 2021 representó el 32%, es decir, más o menos un tercio de todo el autoconsumo nacional, mientras que los sectores industrial y comercial suponían el 41% y el 26% de la potencia puesta en marcha en nuestro país en 2020.

La mayoría de estos datos provienen de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), la principal asociación del sector solar fotovoltaico en España, con más de 640 empresas asociadas, que es el “punto de encuentro, networking y representación de intereses con mayor representatividad a nivel nacional”, según afirma en su página web.

“Las novedades regulatorias favorables y los altos precios de la electricidad han influido en estas cifras”, añade. “Cada vez más particulares y empresas apuestan por esta tecnología, gracias a la eliminación progresiva de las barreras administrativas y a los incentivos locales”.

Crecimiento espectacular

El autoconsumo residencial prácticamente se dobla respecto al año anterior. Si en 2020 supuso el 19%, en 2021 representó el 32% del total. Además, están proliferando los primeros proyectos de autoconsumo colectivo con una tendencia al alza.

La eliminación de las barreras administrativas y los incentivos locales han hecho que cada vez más particulares se conviertan en “autoconsumidores”. Y esto es así, en buena parte, porque catorce de las diecisiete Comunidades Autónomas de España han eliminado las licencias de obra para las instalaciones sobre los tejados.

Alternativa ante las subidas de la luz

La energía de origen fotovoltaico es la solución ideal para abaratar los precios de la electricidad a los particulares y a las industrias, a través del autoconsumo, y también para el mercado diario, mediante la instalación de grandes plantas.

Además, la energía solar fotovoltaica demuestra que es eficaz en la lucha contra el Cambio Climático y una apuesta para la Biodiversidad.

Se trata de una tecnología que se ha propuesto “crear valor compartido”, de manera que cada vez sea mayor el impacto positivo ambiental y socioeconómico en los lugares donde se instale.

Cada vez hay más concienciación en la ciudadanía sobre la necesidad de obtener y aprovechar fuentes de energía que sean limpias, autóctonas, que combatan el Cambio Climático y que sean responsables con el medioambiente.

Además, una instalación de autoconsumo puede conseguir ahorros del 30% o del 40% en la factura de la luz, con una inversión que se puede recuperar en menos de seis años, según los consumos. Este abaratamiento dota a nuestro país de una mayor competitividad y favorece la deslocalización de las empresas extranjeras, que previsiblemente querrían instalarse en España atraídas por un coste energético más bajo y una energía más sostenible.

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