Todo buen aficionado a la fiesta de los toros, y aun los no, son conscientes de que el toro no muere, pese a que le haya hecho doblar una certera estocada hasta la bola, hasta que lo apuntillan, y de sobra hay ejemplos de que, en estos casos, el toro, que se resiste a doblar y consecuentemente a entregar su vida, ha dado un rebote, incluso se ha levantado de la arena del coso, cuando todos lo daban por muerto, y ha infligido una cornada, incluso mortal, al diestro al banderillero que, confiados en la apariencia de la muerte del morlaco, se han descuidado y cantado la gloria antes de tiempo.
Pues bien, viene a cuento este preludio en relación con los dantescos sucesos que han dinamitado casi al Partido Popular o, al menos, le han dirigido una cornada cuasi mortal, que lo ha dejado un poco para el arrastre, o sea, al contrario de la normalidad, que es el toro el que es arrastrado por las mulillas y, en ningún caso, que el torero salga de esta guisa de la plaza de toros.
Todo empezó con el aldabonazo que el jueves pasado 17 de Febrero fue alumbrado por la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, poniendo al descubierto los trapos sucios que se venían amontonando a sus espaldas, con tal de descabalgarla del cargo que ostenta con arreglo a la voluntad muy mayoritaria de los ciudadanos madrileños, que la ungieron cual adalid y tótem de sus designios y de su futuro, en las urnas que la citada lideresa adelantó al pasado 4 de Mayo, ante el temor super fundado de que las izquierdas que asientan sus antifonarios en las poltronas del Consejo de Ministros, le planteasen, contando con la connivencia de Ciudadanos, una moción de censura, en un cumplir a rajatabla ese refrán que sentencia que “cuando veas las barbas de tu vecino recortar….” (tal como sucedió con el intento de alcanzar el poder por el mismo procedimiento en la Comunidad de Murcia), “… pon las tuyas a remojar”. Y, con ese ojo avizor de águila perdicera que posee la líder del PP en Madrid, ésta pudo poner freno a la coyuntura de verse envuelta en una moción de censura (PSOE, más Más Madrid, Podemos y Ciudadanos) que la habría apeado de la Presidencia de la Comunidad Autónoma de Madrid.
Bien es cierto que la inquina de Génova (léase Pablo Casado) contra la avezada y astuta Isabel Díaz Ayuso, viene de lejos y más in crescendo desde que ésta logró esa amplísima mayoría el 4 de Mayo, que le permite gobernar con holgura la Comunidad de Madrileña, y a mayor inri, dadas las muestras de gobernar de una forma clara, nítida y contundente, en beneficio de los ciudadanos madrileños, parándole los pies al inefable, a la vez que infumable, Retroprogresista Criminal Gobierno de España, liderado por el también inefable e infumable, Pseudo-Doctor-Sánchez (que cualquier día dejará al descubierto su osamenta facial, de tanto como le están raspando la cara para aniñarlo y guapearlo), alias “Pinochón” (por aquello de un Falcón para él y su señora y otro o, quizás, ya, una escuadrilla, para albergar sus narices que, de tanto mentir, van adquiriendo unas dimensiones siderales), en definitiva, pararle los pies a esas izquierdas, la simple y la compuesta, (convertidas ya en “izquierdas gourmet”, por aquello de pelar crustáceos a dos manos, y engullir los mismos a dos carrillos), dando muestras de que sus decisiones, sus recetas y su gobierno de la cosa pública, han dado y están dando un resultado asombroso en beneficio, repito de la ciudadanía madrileña, que es lo que, a la postre, pone de los nervios y desnorta a sus enemigos, los de fuera del PP, y los propios de dentro del PP. Todos recordamos, cómo en la noche electoral del 4 de Mayo, en un gesto indigno de un político, Pablo Casado se abalanzó sobre el micrófono del balcón de la Sede de Génova, para airear el espectacular triunfo del PP de Casado, cuando, en realidad, se trataba del PP de Isabel, que es la que se batió el cobre, incluso, contra la dirección del propio Partido, para alcanzar tan espectacular y descomunal triunfo, rozando, incluso, la mayoría absoluta. Este hecho fue un duro trago para Pablo Casado, incapaz de digerir el triunfo, aunque lo fuera de su partido, sin su concurrencia. Y la espoleta que ha acabado explotando la bomba, vino el 24 de Febrero del corriente año, cuando en las también anticipadas elecciones de Castilla y León, acabaron con un pírrico triunfo del Partido Popular, de Fernández Mañueco, impulsadas por el propio Casado, para demostrar que, pensando en un triunfo arrollador en esta Comunidad del PP, podría mojarle la oreja a Isabel Díaz Ayuso, espetándole y restregándole por los ojos, que lo que gana elecciones es la marca del “PP de Casado”, saliéndole el tiro por la culata y teniendo que replegar velas ante el sonoro fracaso en dichas elecciones en las que el propio Presidente del PP se volcó.
Y por si fuera poco el entramado montado para derribar un muro, cual es Isabel Díaz Ayuso (y por serlo, no es fácil hacerlo y menos de manos de un blandengue merengoso Presidente Pepero, cobarde, ruin y, como se ha demostrado y se sigue demostrando, tonto y, a la vez torpe), el montaje de espionaje sobre la persona de Isabel y su familia, con el objetivo de encontrarle algún renuncio sobre el que basar su defenestración, para lo cual no se anduvieron con chiquitas ni melindres, ni repararon en escrúpulos, para contactar con una empresa de Detectives a fin de lograr información sobre datos personales de los interfectos, teniéndoles que parar los pies la propia Agencia de Detectives, por considerar que esas pretensiones estaban incursas dentro de la ilegalidad, lo que presagiaba el trampantojo mafioso que se quería erigir sobre la figura de la líder Popular y su familia, implicando hasta una institución pública del Ayuntamiento de Madrid, a saber, la Empresa Municipal de la Vivienda, a través de un chorizo, precisamente no de jabugo, llamado Carromero, que ya su apellido se acerca al precipicio de lo “carroñero”.
Ni qué decir, cómo salió el Vicesecretario General del PP, Teodoro García Egea, como una moto, resabiado, envenenado al verse descubiertas las patrañas que se urdían desde la Cúspide Pepera, insultando, amenazando e injuriando a Isabel Díaz Ayuso, a la que anunciaba un expediente disciplinario, tipo “Juicio de Nüremberg”, sin dejar de lado la entrevista, más bien alocución del Presidente Pepero, Pablo Casado, al día siguiente, Viernes casi de Pasión, ante los micrófonos de la COPE de Carlos Herrera, rayano en la ignominia, la afrenta, la infamia y la canallada, condenando, sin juicio ni posibilidad de defensa, a la Presidenta Madrileña, lo que encendió la mecha, más bien la espoleta (de la bomba que había armado el día anterior su Secretario General) provocando la explosión que, de momento, ya ha dejado fuera de combate a buena parte de la cúpula Pepera, incluido el propio Secretario General del Partido, Teodoro García Egea y dejando maltrecho, herido de muerte (en el ámbito político), sin honor y sin dignidad, al aún Presidente del PP, Pablo Casado, que falto de vergüenza torera aún resiste en el búnker de Génova (que él mismo prometió derribar), a la manera como lo hizo Adolf Hitler, en su Cancillería, en los estertores de la Segunda Guerra Mundial, y todos sabemos cómo acabó el líder nazi y su cuerpo de élite.
Pues bien, llegados a este punto, no sé cómo es posible que este inane, inmaduro, niñato y apocado Pablo Casado, tras el terremoto que él solito (y no me vengan con milongas, como ahora se está tratando, de achacar toda la culpa a su dimitido Secretario General, retratándole, a toro pasado, cual Marqués de Sade o un Torquemada de la Inquisición, como un ejerciente del terror sobre sus compañeros del partido) ha perpetrado en el Partido Popular, pues ya es hora de decir la verdad con palabras mayúsculas y toda la verdad: el que nombró al Secretario General fue el propio Casado, para hacer lo que éste le mandara hacer y para decir lo que éste le dijera que dijera, pues ya nos encontramos como siempre templando gaitas (por ahí viene Feijóo) tratando de exculpar a los principales culpables con excusas baratas y falsas, como ocurriera con el ex–Presidente Felipe González , a cuenta de los GAL, o el ex-Presidente Mariano Rajoy, a cuenta de Gürtel y otras muchas corruptelas y corrupciones durante sus mandatos, o los ex-Presidentes de la Junta Andaluza, Manuel Chaves y José-Antonio Griñán que todo se enteraron por la prensa, cuando, en realidad, esta gente, por llamarla de un modo decente, no leen la prensa, lo que es más o menos, que echarle la culpa al mensajero o al primero que pasará por allí, demostrando su falta de hombría, de valor y de dignidad.
En definitiva, que Pablo Casado fue a por lana y ha salido trasquilado, siendo una infamia que aún ande renuente a dejar la Presidencia del PP, que lo augura para cuando el Congreso Extraordinario allá para el verano, en un intento de que para entonces se hayan calmado las aguas y si su ex-Secretario (que andará loco buscando apoyos) no le sugiere que se presente como candidato en el citado Congreso, a fin de darle guerra al gallego, que por gallego, aún parece que no ha empezado a desmadejar la madeja de su porvenir, y que, hay que decirlo, no está por edad y por su ascendencia y pasado dentro del PP, libre de polvo y paja para dar la batalla por la Presidencia del Gobierno y la regeneración y refundación del Partido, pese a que, ante la nada, bueno es lo menos malo, y todos, al menos, en apariencia, dentro del Partido, barones incluidos, y gente de alcurnia (aun con la boca chiquita y sin convicción), cierren filas en torno al que piensan único candidato, el cual pretende ser entronizado tal como hiciera en su día Fraga, bajo una gaiteirada, sin darse cuenta de que cada día que pase con Casado ocupando la Presidencia del PP, la sangría de votos, principalmente hacia el Partido VOX de Abascal, irá en aumento y, quizás, cuando el Gallego recoja el bastón de mando, ya sea demasiado tarde y el estropicio Pepero irremediable e irreparable con la consecuencia de dejar libre al Pseudo-Doctor-Sánchez (que estará riéndose a mandíbula batiente) para la instauración del IV REICH.
MIGUEL ANGEL VICENTE MARTINEZ
2 de marzo de 2.022