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El náufrago del PP

Por Miguel Ángel Vicente
miércoles 09 de marzo de 2022, 04:28h

Tras el estado en el que ha quedado el Partido Popular, bajo la era de la bicefalia Pablo Casado (Cagado, para definirle mejor) y Teodoro García Egea (el Torquemada inquisitorial del propio Partido), a la sazón, Presidente y Secretario General, ahora éste último, ya “ex”, que bien pudiera decirse, hecho unos zorros, al borde del abismo y a punto de despeñarse por el precipicio, dejando un partido desmoralizado y perdido en el limbo de los sinsentidos y las insensateces. Y es que, esta pareja de anodinos niñatos, vivo ejemplo de quienes en la vida no han dado un palo al agua, que han nacido dentro de la sede del Partido y que no han vivido otra cosa que el mamoneo y el lameculismo dentro del mismo para para trepar, progresar y llegar a chupar poder, lo cual no es una falta dentro este partido, sino que la fotografía se reproduce y se repite dentro del ámbito de la política española actual, todo lo cual desemboca en una serie de politicastros, faltos de preparación y de sapiencia, que no juegan sino a lo que los bachilleres hacen en el recreo, con memeces, idioteces y lamentable carencia de empatía, de carisma y de suficiencia para oponerse al contrario y mucho menos con ambages de llegar al Gobierno de España, pues toda la fuerza la pierden en peleas internas, a veces sangrientas, con objeto de no ver solapado su campo de progreso. Y en ello se van las fuerzas y el trabajo, en ver la manera de defenestrar al colega y dejando vía libre al contrario para que haga de su capa un sayo.

Pues bien, esta ha sido la manera de actuar en lo que podríamos llamar “etapa Casado” en el Partido Popular, convertida Génova en un patio de porteras con puñaladas traperas, siendo el detonante el buen hacer, el trabajo sensato dirigido al bienestar de la ciudadanía madrileña, de la Presidenta de esta Comunidad Autónoma, Isabel Díaz Ayuso, que no sólo se ha enfrentado con notorio éxito al asedio de Pinochón, o sea, del Presidente del Retroprogresista Criminal Gobierno de España, el Pseudo-Doctor-Sánchez, sino también ha sabido esquivar las piedras en el camino puestas desde ese tándem infumable, que en vez de alegrarse de los éxitos de su compañera de partido pareciera que les ofuscaba y les chinchaba, quizás por esa razón tan española de la envidia que tales éxitos hacían cada vez más fuerte a la que podríamos denominar un nuevo “ Mío Cid”, con la agravante de que para dos machistas de la peor derechona casposa, carca y atávica, lo sea que se trata de una mujer. Todos recordamos cómo esta pareja de granujas ya se cargó a la otrora Portavoz del Partido Popular en el Congreso de los Diputados, Cayetana Álvarez de Toledo, otra mujer de armas tomar, y con más huevos junto con la Ayuso que el caballo de Espartero y que todos los peperos juntos, a la cual defenestraron, quizás cumpliendo los deseos, cuando no, las órdenes, del Pseudo-Doctor, ya que la misma molestaba sobremanera y paraba los pies sobre todo al ya ex–Vicepresidente Primero de este malhadado Gobierno, Pablito Iglesias, alias, entre otros muchos “Bragueta Ligera” o “El Jorobado de Notre Dame Español”, al cual, bien puede decirse, que la Presidenta de la Comunidad de Madrid le ha expulsado de la política activa, aunque se bata el cobre en programas “ad hoc” y de tertulianés en los medios afines. O sea, como se ve, tras la supervictoria de Isabel Díaz Ayuso en las elecciones anticipadas (gracias a su ojo avizor premonitorio de lo que podía suceder con la traición de Ciudadanos, para desbancarla de la Presidencia Madrileña; por cierto, elecciones que hubiera celebrado antes del 4-M-21, si no se lo hubieran impedido esa bicefalia torpe y ciega a que nos hemos referido) y que generara una envidia en la Cúpula Pepera, como se vió en la celebración desde el balcón de Génova, en esa noche electoral, cómo ese pajarraco Presidente quiso hacerse con el triunfo, lanzándose cual ave de rapiña sobre el micrófono, para cantar la victoria, que en modo alguno había conseguido él, tratando de difuminar la figura de la verdadera triunfadora de aquel envite, y que para intentar borrar o minimizar esa victoria, obligó a Alberto Fernández Mañueco a adelantar las elecciones en la Comunidad de Castilla y León, que a punto están de dejar fuera de la Presidencia al mismo, pues el PP consiguió una pírrica victoria, pese al apoyo de Pablo Casado. El cual, por cierto, no tuvo la dignidad de salir desde su centro electoral a dar la cara, porque en este caso, no convenía a sus intereses, al dejar a su Partido pendiente de lo que decida VOX, al que por cierto ya va siendo hora de que le dejen hacer remilgos desde el PP, porque, sí o sí, será el partido con el que habrá que contar para conformar gobiernos municipales y autonómicos y también el Nacional, con el PP, si de verdad se quiere desbancar al actual indecente PSOE del Poder. Ya es hora, de que los maricomplejines del PP, que haberlos haylos y siguen en el candelero, se lo hagan ver y dejen de atacar a la uña de su propia carne cual es el Partido de Abascal, asumiendo torpemente la teoría de la “izquierda gourmet” (recordemos, la que pela, a dos manos, crustáceos, y se los zampa a dos carrillos) de que éste es la temible “Ultraderecha” (que si defender la vida, el orden, la ley, la igualdad verdadera de todos los españoles ante la ley y acabar con los corruptos, los violadores, los okupas y los ladrones, yo, desde hoy ya y sin dudarlo, me declaro “ultraderechista”), los cuales, para mayor inri, están dispuestos a entenderse con el Pseudo- Doctor, lo que, tal como está mantenido el actual Gabinete, sería tanto como entenderse con los filoetarras de Bildu, los independentistas catalanes y vascos y demás morralla o escoria parlamentaria.

Y dados estos antecedentes, no hay que olvidar, el varapalo que Pablo Cagado, trató de dar a Abascal, en la ya olvidada moción de censura que el partido de éste presentó contra el Retroprogresista Criminal Gobierno de España, que en vez de atacar a Pinochón y sus compinches por la deriva con que conducían a España y a los Españoles, a la ruina, la miseria y la pobreza, no tuvo otra cosa que hacer que utilizar la moción de censura para censurar al presentante de la misma, lo que no fue sino la puesta en evidencia del miedo y el temor, la cobardía del llamado “Jefe de la Oposición” a enfrentarse con el Pseudo-Doctor, dando pábulo al Gobierno dicho, y siendo la prueba del algodón de que metió la pata hasta el corvejón, que el propio por entonces Vicepresidente del Gobierno, Pablito Iglesias, líder de Podemos, partido que hay que resaltar de ultraizquierda, imbuido de lo peor del comunismo de Lenin y Estalin, autores de múltiples genocidios a lo largo de la historia, y ahí están, tan contentos de haberse conocido, levantando el puño y cantando la Internacional, cuando el partido comunista no gobierna en ninguna nación de la Unión Europea, ítem más, en la actual Alemania es un Partido prohibido por la ley, le felicitó por su ataque al presentante de la moción.

Y visto lo visto, los movimientos del PP para intentar recuperar la credibilidad perdida, sobremanera por la actuación de esa bicefalia, que ha puesto de manifiesto el odio provocado por la envidia, de una compañera de partido, Isabel Díaz Ayuso, a la que incluso, familia incluida, montaron una red de espionaje, maltrecha por la dignidad y firmeza de los despachos de los detectives, que se negaron en redondo a meterse en el lodo de la ilegalidad, para obtener información comprometedora para el único, hoy por hoy, valor en alza en el Partido, realmente no despejan muchas dudas, en primer lugar porque, aunque haya sido defenestrado el Secretario General, Teodoro García Egea, ahí sigue, con cantos de sirena y autoexculpándose, Pablo Casado, que no dejará, dice, el cargo sino para allá cuando se convoque el Congreso Extraordinario del PP, para los Abriles, y yo me pregunto; ¿qué pinta este tipo ejerciendo la Presidencia del Partido, con la que ha liado en connivencia con Teo?. No tiene ningún sentido, a no ser que el propio Partido quiera hacerse el harakiri. Y, por otra parte, qué hace mientras tanto el dubitativo Alberto Núñez Feijóo, mareando la perdiz sobre su decisión de dar el paso para ser investido Presidente del Partido, consultándolo, quizás, con las meigas gallegas, con la agravante de que quiere ser ungido por aclamación bajo una cohorte de gaiteros, sin rival alguno, entrando como entró Jesucristo sobre un pollino en Jerusalén, y sin que sepamos, más bien al contrario, qué es lo que va hacer para enfrentarse al Gobierno Frankestein, habiendo dejando caer algunas pistas que no le auguran nada bueno al PP, tales como, literalmente, según sus palabras “buscar un partido de centro derecha al que la izquierda no odie”, o sea, desdibujando de antemano el principio contra quién tiene que enfrentarse, o lo que es lo mismo, más de lo mismo, valga la redundancia, tal como se ha venido haciendo desde la época de Mariano Rajoy (verdadero culpable, a día de hoy y de ayer, de la rocambolesca situación en que se encuentra el PP), no hacer nada, o más bien, no hacer nada que pueda molestar a las izquierdas, la simple y la compuesta, para no enojarlas y que no puedan demonizar al PP. ¡Pues aviaos estamos!, ítem más, buscando pactos de Estado con el PSOE, sin darse cuenta de que este PSOE no es el de antaño, sino que es un PSOE escorado hacia la ultraizquierda, que pacta con Bildu, ERC, y demás escoria parlamentaria, con tal de que el Pseudo-Doctor pueda seguir cagando en La Moncloa, que es lo que al final le importa a Pinochón, y si se pacta con este PSOE se está pactando con los filoetarras, los independentistas catalanes y vascos y demás morralla parlamentaria que le sostiene en La Moncloa; todo lo cual no es sino un síntoma agravado del síndrome de “maricomplejines” que parece endémico en el PP, amén de incurable; y, por si fuera poco, erre que erre con la estela de demonizar a Santiago Abascal y su Partido VOX, que, por otra parte y contradictoriamente, le está sacando las castañas del fuego, en Andalucía, Murcia, Madrid, y se las sacarán, Dios mediante y si la ceguera no se les convierte en total, en Castilla y León, y con el que habrá que contar en el futuro para llegar, si es que llega, a La Moncloa, que al paso que va el tema me parece que tenemos Pinochón para rato. O sea, para empezar dos errores fundamentales: tratar de no enojar a las izquierdas y, sin embargo, tratar de derribar al principal aliado, VOX, muestra palpable de que así no se hace camino al nadar, como, a contrario sensu, sentenciara nuestro inmortal poeta Antonio Machado. Malo, malo. Malos tiempos para Europa y peores para España. ¡Que Dios nos pille confesados!.

MIGUEL ANGEL VICENTE MARTINEZ

9 de marzo de 2.022

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