En el escrito de acusación, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos tuvieron lugar entre el año 2020 y mayo del 2021, tiempo durante el cual el procesado, A.F.S.S., ha estado recibiendo a través de aplicaciones como WhatsApp y Telegram un total de 385 vídeos e imágenes de pornografía infantil, en las que se podía ver a menores, muchos de ellos bebés, manteniendo sexo entre ellos o siendo penetrados por adultos.
Asimismo, el acusado llegó a enviar, al menos, dos de estos vídeos.
La Fiscalía considera que estos hechos son constitutivos de un delito de distribución de material pornográfico de menores, por el que solicita la pena de ocho años de prisión.
Además, se interesa la eliminación inmediata de todos los archivos pedófilos y la comisión del teléfono móvil y la tarjeta de almacenamiento en la que se encontraban.