Delitos sin castigo (I)

Iniciamos esta saga con el episodio relativo a la destitución del Coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos por parte del aún , aunque parezca escandaloso, Ministro del Interior, Fernando Grande ( más bien Pequeño) - Marlaska, por negarse dicho servidor del Estado, a revelar las pesquisas que se estaban llevando a cabo, en sede judicial, sobre la actuación del entonces Delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, José Manuel Franco, autorizando la celebración de la manifestación del 8-M, día de la Mujer, y su innegable repercusión en la expansión de los contagios a cuenta del coronavirus, como así sucedió, y que engordó el número de contagiados y de muertos a consecuencia de dicha expansión, porque interesaba al Retroprogresista Criminal (nunca mejor dicho) Gobierno de España, a sus inicuos y perversos fines, agradando a la Ministra de Igualdad, la analfabeta e iletrada Irene Montero, que se salió con la suya, causando un verdadero estrago en la sociedad civil madrileña, ocultado, como siempre, para no dar alas a la oposición.

Cabe recordar que el citado miembro de la Benemérita, fue cesado en mayo de 2.020, concretamente un domingo por la noche (lo que añade a la alevosía que conllevaba dicha decisión, la de nocturnidad), a los pocos días de declararse el estado de alarma por la COVID-19, basando su decisión el Ministro en "la pérdida de confianza" en el defenestrado coronel de la Guardia Civil, cuya pérdida a la vista de los hechos, se basaba en que el citado miembro de la Benemérita, cumpliendo la legalidad vigente, se negó como hemos dicho, a informar al Ministro de lo que en sede judicial, bajo secreto de sumario, se estaba investigando acerca de la autorización, por el Delegado de la Comunidad de Madrid, de la manifestación antedicha a cuenta del Día de la Mujer, autorización concedida, repito, para vanagloria de la Ministra de Igualdad, Irene Montero y toda la atropa de adláteres, corifeos, acólitos, paniaguados y mamandurrieros, que jamás han dado un palo al agua, y que pastan sobre los prados del citado Ministerio.

Ni qué decir tiene, que los partidos de la oposición, PP. VOX y Ciudadanos, pusieron al Ministerio a caer de un burro, por la arbitraria decisión, basada en la negativa del coronel Pérez de los Cobos, a la perpetración de un delito de revelación de las investigaciones llevadas a cabo en sede judicial, bajo secreto de sumario, a fin de satisfacer el deseo libidinoso del Ministro de entrar en las cloacas del cotilleo.

La sentencia del Tribunal Supremo, confirma la dictada el 31 de Marzo de 2.021 por el Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo Número 8 de la Audiencia Nacional del 15 se Septiembre de 2.021, considerando, por tanto, que la destitución del Coronel Pérez de los Cobos, fue una destitución ilegal y arbitraria. Hay que tener en cuenta, además, que Pérez de los Cobos no ocupaba un cargo político, sujeto a las veleidades graciosas y arbitrarias de quien lo nombró o designó, sino que ocupaba un destino de acuerdo con su rango, preparación y experiencia.

El varapalo dado al Ministro por la citada Sentencia del Supremo, viene a ser metafóricamente, como un gancho picado de derecha sobre su mentón, dado por un profesional del cuadrilátero y de esos que tumban al rival, sin solución y sin remedio, obligándole a caer de bruces sobre la lona, besando ésta, si es que cae de cara sobre la misma. Hasta el punto de que las peticiones de cese o dimisión, se han reverdecido y refortalecido, por parte de los Partidos de la Oposición, PP, VOX y Ciudadanos, amén de por las distintas asociaciones profesionales de la Guardia Civil, entre ellas la AUGC, que ha revertido la alegada falta de confianza del Ministro en el Coronel destituido, en una falta de confianza de dicha Asociación sobre el Ministro: "No tiene la confianza de los guardias civiles, por lo que nos reafirmamos en nuestra reclamación, el ministro debe dimitir". Por su parte, la Secretaria General del Partido Popular y Portavoz del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, Cuca Gamarra, manifestó que "no cabe más que su cese fulminante o su salida si le queda todavía un poquito de dignidad". Y según el Partido de Santiago Abascal (VOX) , la decisión del Supremo demuestra que el coronel Pérez de los Cobos era quien "cumplía la legalidad" y el exjuez quien "la incumplía". Aunque hay quien susurra que la petición de cometer ese delito de revelación del secreto del sumario, lo fué a través de la cesada vía dimisión, Directora General de la Guardia Civil, María Gámez, tres días antes de la Sentencia del Supremo, para que ésta cargue, ya puesta en la rampa de la defenestración, con la carga de esta cruz, este infamante proceder, que no acaba de arreglar las goteras del Ministro, pues aquélla, qué duda cabe, sí está sujeta políticamente a los dicterios del exjuez.

Pues bien, no cabe mayor indignidad de parte de un Ministro, exjuez de la Audiencia Nacional, para mayor inri, que sabe muy bien los entresijos del secreto del sumario, y que, por sí o por medio de persona interpuesta, inquirió, al Coronel Pérez de los Cobos, a la comisión de un delito de revelación del secreto de sumario, sancionado en los artículos 463 a 467 del Código Penal, por lo que se echa en falta la actuación del Fiscal General del Estado ante la conducta inicua, arbitraria e ilegal de todo un Ministro, con la que ha infligido un daño irreparable al Coronel Pérez de los Cobos, en su reputación, honor y dignidad, amén de perjudicarle en su ascenso a Teniente General al que estaba llamado. Pero, en fin, un caso más en el que se trata de un Ministro varias veces reprobado en el Congreso de los Diputados y sobre cuya cabeza descansan ciertas polémicas, tales como la tragedia acaecida en la valla de Melilla, con la muerte de varios inmigrantes presuntamente en suelo español (a cuenta de cuyo suceso su compañera de Gabinete, Yolanda Díaz, ha declarado que si dependiera de ella le hubiera cesado), el acercamiento de los presos de ETA a las cárceles del País Vasco, y por qué no decirlo, la adquisición de una cinta de correr de última generación con cargo al propio Ministerio. ¡Vamos, una joya!

MIGUEL-ANGEL VICENTE MARTINEZ

19 de Abril de 2.023