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Con más pena que gloria

Por Miguel Ángel Vicente
miércoles 17 de mayo de 2023, 08:51h

Ese podría ser el resumen del reciente viaje relámpago de nuestro eximio Presidente del Retroprogresista Criminal Gobierno de España, a la sazón. El Pseudo-Doctor-Sánchez, a los United States of America, del que bien puede decirse que ha salido trasquilado, poco más o menos, como le ocurrió en su última pleitesía que tuvo a bien rendirle al Rey de Marruecos, Mohamed VI (que, amén de sentarle, junto a Jaimito, o sea, junto al Ministro de Exteriores, José Manuel Albares, en un sofá tan bajo que ambos se daban en la barbilla con las rodillas, signo de sumisión ante el Monarca alahuíta), mas como lo único que le importaba al Pseudo-Doctor, era obtener una foto (y, al parecer, fue una sola foto), con el todopoderoso Presidente Norteamericano, Joe Biden, ha regresado más contento que unas pascuas, consintiendo, una vez más, en su persona, un ninguneo sin igual a España y a los Españoles, aunque haya de reconocer que, en este caso, haya logrado sentar sus posaderas en un sillón del Despacho Oval de la Casa Blanca, recordando aquella persecución por los pasillos, en la Cumbre de la OTAN celebrada en Bruselas, hacia la persona del mandatario Norteamericano, moviendo los labios y sin que éste le hiciera ni puñetero caso, a la manara como un chiquillo persigue a Messi para hacerse una foto junto a él y conseguir un autógrafo. Mas, ya sabemos que en la psicopática mente del Presidente Español, se alberga un cerebro que no pasa del coeficiente cuatro en la prueba de intelectualidad.

Para empezar, no hubo recepción con honores militares a la llegada a la base aérea de Andrews, sino que fue recibido a pie de la escalerilla por segundones del Gobierno americano. Y, quizás, para calentar motores y arrimar el ascua a su sardina, el comité español se desplazó a la Embajada Española en Washington, donde se procedió a un paripé, sin justificación alguna, entregándole la Gran Cruz de Isabel La Católica, a la expresidenta de la Cámara de los Representantes de EEUU, la veterana (y tan veterana) demócrata Nancy Pelosi (advirtiendo para evitar engaños que esta dama no ha sido el modelo en que se inspiró quien dio luz a la Nancy, esa muñequita rubia, que tanto éxito ha tenido entre la niñería, casi exclusivamente femenina, aunque duelan prendas al Ministro de Consumo Alberto Garzón, en su lucha contra los juguetes sexistas, el cual carece de los dones y las dotes celestiales para cambiar la naturaleza de las cosas, aunque seguramente será un fan sideral, de los bautizos civiles incorporados por el Alcalde de Valencia, Joe Ribó, a su agenda, en un intento de meterse en camisa de once varas y en un campo, el religioso, especialmente el católico, que les revuelve las tripas y les dan taquicardia, mas todo sea por una foto más y un avance más hacia el ridículo y el esperpento).

Hay que poner manifiesto, cuáles fueran las razones o fundamentos esgrimidos para hacer acreedora a tan alta distinción a la tal Pelosi (conocida por sus ínfulas casi sangrientas, contra el ex-presidente Norteamericano, Donald Trump), a la vez que, de la misma manera, quedan en entredicho esas razones o méritos contraídos por el Presidente de Colombia, el ex- de las FARC, Gustavo Petro, para hacerse con igual distinción en su reciente viaje a España (lo que revela que tal distinción ha perdido su peso y categoría, quedando al alcance de cualquier mindundi), después de poner a caer de un burro a nuestra patria, a la que acusó de encasquetar un yugo sobre Las Américas que descubriera, en 1.492, Cristóbal Colón, pero ya sabemos que con este Gobierno fantoche, todo se acepta y traga y cuanto más nos insultan y nos ponen de hoja perejil, con mayor ímpetu y fuerza nos esforzamos en halagar y sonreír a sujetos de la naturaleza del dictador Peruano. Y, es que, como nota al margen de página, este Gobierno está a partir un piñón con las repúblicas bananeras de Latinoamérica, léanse, la Venezuela de Maduro, la Nicaragua de Ortega, la Cuba de los Castro, el Perú de Petro, y cualquier otra dictadura de las encuadradas en la rúbrica antedicha.

Pero volviendo al viaje relámpago (que habrá dejado un mal sabor de boca en el interfecto, o, quizás, no, al ser tan ignorante, tan soberbio y tan petulante, que posiblemente crea haber puesto una pica en Flandes, sin darse cuenta de que picas haylas de muchas clases) sólo hay que fijarse en la fotografía en que ambos mandatarios, español y norteamericano, aparecen sentados en sendos sillones, que dicen del Despacho Oval, a tanta distancia entre sí, que para aparentar sintonía entre los mismos, echándose la mano, ambos tuvieron que inclinar 90 grados el tronco para llegar a enlazar su extremidad superior derecha, recíprocamente y poniendo en riesgo la posible caída del sillón de alguno de ellos o de los dos.

Y tras esa escenificación, prácticamente, no hubo más, o sea, una sola foto, tras la cual, ni siquiera dieron una rueda de presa conjunta, sino cada uno por su lado en solitario, y sin que al inquilino de La Moncloa se le invitara a alojarse en Blair House, la residencia oficial de invitados de los Presidentes Norteamericanos, donde suelen alojarse todos los Jefes de Estado que visitan la Casa Blanca. El actual Jefe del Ejecutivo Español se alojó en un hotel a un par de calles de distancia. Item más, no se ofreció un almuerzo, como igualmente es costumbre ante la visita de tan altos mandatarios (hay que recordar que Mariano Rajoy y sus acompañantes gozaron de tal agasajo en la visita de éste el 26 de Septiembre de 2.017 a la Casa Blanca, tras la cual Donald Trump y Mariano Rajoy salieron a Rose Garden, los jardines de la Casa Blanca, para ofrecer una rueda de prensa conjunta).

O sea, que Joe Biden, como toreros ante un morlaco sin casta, se limitó a hacer una faena de aliño, sobremanera por el interés de Biden de endorsarle los inmigrantes especialmente venezolanos y colombianos, que se hacinan en su frontera con México, hacia nuestro país, pues bien puede decirse que poco más dió de sí la tan ansiada visita, foto incluida, del Pseudo-Doctor-Sánchez a la Casa Blanca, no consiguiendo siquiera la derogación de los aranceles sobre la aceituna española, que era el bastión principal de tal visita, consiguiendo eso sí, el acogimiento de los inmigrantes dichos y dos nuevos destructores norteamericanos en Rota, eje principal de que el mandatario norteamericano accediese a recibir al Pseudo-Doctor-Sánchez. O sea, una nueva tomadura de pelo, a nivel internacional, para nuestra actual diplomacia, que camina como pollo sin cabeza.

MIGUEL-ANGEL VICENTE MARTINEZ

17 de mayo de 2.023

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