Lo que no nos debe extrañar, pues desde que Pinochón, o sea, el Pseudo-Doctor-Sánchez, remedo, en grado aumentativo y superlativo, del “Pinocho” de Carlo Collodi, accediera a La Moncloa, nos ha obsequiado, prácticamente, un día sí y otro también, con un Golpe de Estado, o lo que es lo mismo, saliendo a Golpe de Estado Diario, pues no otra cosa han sido todas las trapecerías, engaños, estafas, fraudes, timos y falsedades de que ha rodeado su agenda diaria, y cuya relación nos haría llenar poco menos que una enciclopedia, siendo, acaso, los más relevantes, siéndolos todos por la gravedad que encierran, el secuestro del pueblo español, así como del Parlamento Nacional, a cuenta de la pandemia, declarado varias veces inconstitucional por el Tribunal Constitucional, cuando no estaba a su frente el tapado del PSOE, Cándido Conde Pumpido, el nombramiento de la Ministra de Justicia, como Fiscala Generala del Estado, al día siguiente de dejar aún caliente la poltrona ministerial, el abordaje de cuantas instituciones públicas relevantes del País, convinieran a sus inicuos fines y necesidades, y, acaso, como traca final o el petardo final de un castillo de fuegos artificiales, la promulgación de la conocida “Ley de solo sí es sí”, gestada en el útero del Ministerio de Igualdad, de Irene Montero y sus mariachis, pero aprobada por todo el arco parlamentario, exceptuados PP y VOX, y ratificada por el Retroprogresista Criminal Gobierno de España y que, en boca del propio Pinochón, iba a ser un ejemplo en el orden mundial a imitar, que, a día de hoy, ha propiciado la puesta en libertad de 117 violadores, agresores sexuales y pederastas y la rebaja de la condena a otros 1.038 malnacidos, y que para intentar cortar esta sangría, hubo de acudir a una modificación de la misma, no apoyada por el partido, Podemos, al que pertenece la autora material del dislate, que bien puede considerarse como un delito de lesa humanidad, y para lo cual, el propio PSOE, corresponsable en el mayor de los grados, del disparate, desatino y despropósito, cometido por, repito, el Gobierno en Pleno, no tuvo más remedio que contar con el apoyo del Partido Popular, que entró al trapo, y a pies juntillas, pero cabeceando, tras ser, junto con su Presidente, Alberto Núñez Feijóo, ninguneado, insultado, ofendido, agraviado e injuriado, sin solución de continuidad por el PSOE y toda esta izquierda atávica, extrema izquierda e izquierda extrema, o sea, tanto la simple como la compuesta, y que bien hubiera merecido, por reciprocidad de trato, una negativa rotunda del PP a sacarle las castañas del fuego a esas izquierdas casposas, que ni siquiera fueron capaces de pedir perdón y lo que hubiera sido más justo y equitativo, haber puesto pies en polvorosa a fin de que ante un Tribunal de Justicia, se les hubiera aplicado todo el peso de la Ley, pero ya sabemos el calzonacismo inveterado del PP, que parece no enterarse de la misa la mitad, y más con la agravante de que el día de la votación para aprobar esa reforma de una Ley Maldita, el propio Pinochón se ausentó del hemiciclo, dejando a Feijóo con la boca abierta y con un palmo de narices, una vez más, y con esa cara de alucinado, que revela que no se entera de “ná”, cuando, en buena lid, ante tal ausencia, que supuso ahondar en el ninguneo a que le somete del Pseudo-Doctor, debió de dar orden, siguiendo el ejemplo de éste, a todos los parlamentarios del PP de abandonar el Congreso de los Diputados, donde dicen que radica la voluntad popular. Y graves, también, los indultos a los golpistas catalanes y la reforma del Código Penal, rebajando la pena por el delito de malversación y derogando el delito de sedición, para mayor gloria y loor de los citados golpistas, que ni se arrepintieron, ni se arrepienten y que, expresamente, han expresado su voluntad de reiterarse en el intento.
Pues bien, cuando parecía que íbamos llegando al colmo del tsunami que se está vertiendo sobre la propia Constitución Española, ahora a cuenta de la conformación de una mayoría para formar Gobierno y ocupar La Moncloa (en cuyo intento está naufragando el líder Popular, Alberto Núñez Feijóo), se vislumbra una nueva Dana o un nuevo terremoto, éste, en grado 10 en la escala de Richter, que puede dejar ajada y partida en dos la Constitución de 1.978, como las Tablas de la Ley de Dios reveló a Moisés en el Monte Sinaí y con la secuencia subsiguiente de que Pinochón las haga estallar sobre la cabeza de esa denominada voluntad popular, pues en esa loca carrera para amañar los votos necesarios para poder seguir en La Moncloa, el Pseudo-Doctor-Sánchez, se ha lanzado al vacío como se lanza al vacío el suicida desde el pico más alto del país.
Y es que esa carrera, bien cierto es que es suicida, pues para llegar a la meta, necesita el beneplácito de toda la escoria parlamentaria, incluida en ésta, el propio PNV (¡Quién te ha visto y quien te ve!) pues ya las cortes mediáticas y los genuflexos del partido, vienen ventilando conceder una amnistía a todos los encausados por el golpe de estado de 2.017 en Cataluña, incluyendo a Carles Puigdemont, que regresaría a España, o más bien, al País Catalán, bajo palio, a la manera como en ocasiones lo hiciera del Generalísimo de Los Ejércitos y Caudillo de España, Don Francisco Franco Bahamonde, y, además, conseguir la autodeterminación de Cataluña y las Vascongadas (incluyendo a Galicia para disimular, y no mentando a Navarra que la incluyen en dichas Vascongadas), y los máximos responsables del PNV están proponiendo al “reinterpretación” de la Constitución Española (cual si ésta fuera un chicle que pudiéramos estirar a conveniencia), así lo propone Urkullu, en ese ignominioso artículo publicado en el Diario Amigo, “El País” (que debiera especificar a qué País hace referencia con su denominación), y el propio Presidente de dicho Partido, Andoni Ortuzar que en el Diario “La Razón”, del día 2 de Septiembre de este año, deja entrever abiertamente sus pretensiones a conseguir con su apoyo a Pinochón, llegar al Rubicón Vasco: “….Euskadi y democracia. Autogobierno y progreso”, o sea, que se le ve la patita al lobo por debajo de la puerta, como les sucedió a los tres cerditos, y arrimando el ascua a su sardina, proclama.. “Ahora hay necesidad política. Necesidad política de Sánchez, que no debe olvidar que no ha ganado las elecciones y que, para mantenerse en La Moncloa, precisa el apoyo vasco y catalán”, lo dice bien claro, el fin de Sánchez es mantenerse en La Moncloa, para lo que necesita el apoyo del Diablo. Y es que, más le valiera al Sr. Ortuzar, estarse calladito, pues en ese afán de defender el ADN de los vascos, no cae en la cuenta, porque no se mirará al espejo (y se creerá guapo y apolíneo) que su cabeza semeja la de un simio, ósea, el último eslabón de los macacos hacía la especie humana. Digo. Y abundando en el tema, en el Diario “La Razón”, del 3 de septiembre Chapu Apaolaza, rubrica, refiriéndose al PNV y debiendo entender comprendidos sus máximos representantes: “Ahora está txotxolo, esto es, que está lelo en euskera…”. Y, como expresa el director del Diario “ABC”, en su TERCERA del pasado domingo día 3: “…el PNV acaba de inventarse un mecanismo fraudulento, la Convención Constitucional, como alternativa a la propia Constitución; un caballo de Troya no contemplado en el ordenamiento, un fraude en toda regla y una violación del orden legal para sustituir la soberanía del pueblo. Una vía para implantar un régimen nuevo, alternativo al actual…Ya conviene ir llamando a las cosas por su nombre; cuando una minoría política fuerza un régimen nuevo sin el respaldo de las urnas, fuera del Parlamento y fuera de la legalidad estamos ante un golpe, o un proceso revolucionario, y tanto da”.
Y como asevera Francisco Marhuenda, en el Diario La Razón del mismo domingo 3 de septiembre: “Los nacionalistas suman 20 diputados de 350, una cifra muy pequeña para que decidan la gobernabilidad”.
Y mientras, sufrimos la última Dana en nuestro huesos la simpática y arrabalera Vicepresidenta del Gobierno, Yolanda Díaz (inventora del beso tipo Rubiales) se esparce en arrumacos con Carles Puigdemont, fugitivo de la justicia española y máximo responsable del golpe de estado fallido de octubre de 2.017, en la sede del Parlamento Europeo, lo que supone un atentado contra todo el orden constitucional.
Y, mientras tanto, nuestro Don Tancredo, el Rey Felipe VI, sigue a por uvas, a la luna de Valencia y sin mover un dedo, incumpliendo los deberes y obligaciones que le corresponden como Jefe del Estado y Jefe Supremo de los tres ejércitos, Tierra, Mar y Aire, dejando al pueblo español abandonado a su suerte, que, acabará siendo su propia suerte.
Imagen patetica: El Estado arrodillado ante el golpista y delincuente Carles Puigdemont. Jamás en la historia del mundo se ha visto y se verá tamaña aberración.
MIGUEL-ÁNGEL VICENTE MARTÍNEZ
6 de Septiembre de 2.023
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