Así lo ha reconocido O.S.I. durante la primera sesión del juicio sobre esta causa con jurado popular que se ha celebrado este lunes en la Audiencia Provincial de Ciudad Real, donde ha indicado que el día de los hechos se pasó casi toda la tarde consumiendo cocaína y caballo.
El joven, que en el momento de los hechos tenía 23 años, ha contado durante su interrogatorio que, durante la tarde del 24 de enero de 2022, se pasó casi cuatro horas consumiendo cocaína y caballo en el domicilio de una mujer que traficaba con droga.
Tras pasarse toda la tarde consumiendo sustancias tóxicas, el joven se dirigió hacia casa de su abuela a devolverle una nevera que le había prestado al acusado semanas previas. Además, días antes, la abuela había enviado diferentes mensajes de WhatsApp a su nieto reprochándole que le había prestado dinero "para pagar unas vacunas para su hija", según el acusado, y que este aún no se lo había devuelto.
El acusado ha asegurado "no acordarse de nada" de lo ocurrido al llegar a la vivienda de su abuela. "Entré en el portal y lo siguiente que recuerdo son mis manos llenas de sangre y mi abuela tirada en el suelo", ha respondido a preguntas de la Fiscalía, manifestando que no sabe ni cómo la golpeó ni tampoco el motivo que desencadenó tal situación.
El joven utilizó, según la fiscal, un adorno metálico con forma de cabeza de perro para golpear a su abuela. Un objeto que el acusado, según ha reconocido, envolvió en un calcetín y lo tiró a un contenedor de reciclaje cercano al domicilio en el que se produjeron los hechos.
Tras ser consciente de lo ocurrido, el joven se desplazó hasta el cuartel de la Guardia Civil, muy próximo a la vivienda de su abuela, y ofreció a los agentes tres versiones diferentes. La primera, que un hombre con "muy malas pintas" entraba al bloque cuando él salía; que habían discutido entre ellos y la abuela se había golpeado con un mueble y, por último, reconoció que había sido él e indicó a los agentes dónde había tirado el adorno con el que golpeó a su abuela.
El acusado, durante la primera sesión de este juicio, ha mostrado su arrepentimiento por "haber hecho esto a la persona que más quería en el mundo", ya que ha explicado que, prácticamente, no tenía relación con nadie de su familia salvo con su abuela.
"Me siento hundido y, por mucho que quiera, no puedo alzar cabeza", ha señalado el acusado, quien también ha indicado que "no estaba atravesando un buen momento" y decidió refugiarse en las drogas, pese a llevar consumiendo sustancias tóxicas desde los 13 años.
La segunda sesión del juicio continuará este martes con la declaración de diferentes testigos, entre los que se encuentran su madre, su tía y su pareja sentimental, así como la declaración de los agentes de la Guardia Civil que detuvieron al joven.