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Batiendo récords (XIII)

Por Miguel Ángel Vicente
miércoles 03 de abril de 2024, 04:19h

Vigésimocuarto-bis: A vueltas con la deuda pública:

No es que quiera hacer sangre y seguir metiendo el dedo en la llaga de una herida que va a maniatar y a hipotecar a varias generaciones futuras para poner equilibrio en las cuentas del Estado. Y es que, resulta que desde que llegó el Pseudo-Doctor-Sánchez a la Moncloa, la deuda pública ha crecido 400.000 millones de euros, que no son precisamente el chocolate del loro y que deja pasmados a propios y a extraños, y sobre lo que habría que preguntarse (y aquí sí, dar explicaciones transparentes al céntimo de euro) ¿a dónde ha ido a parar tal voluminosa cifra? Porque o mucho me equivoco que aquí, dados los partes que sin solución de continuidad se vienen dando sobre la corrupción sistemática dentro y fuera del Retroprogresista Criminal Gobierno de España, tengo sobre la oreja que una buena parte de ese montante deudor ha aterrizado en manos de crápulas y licenciosos personajes, en forma piramidal, que al amparo del paraguas de un Gobierno despilfarrador, derrochador y dilapidador, amén de malversador (si no fuera así no tiene sentido la reforma operada en el Código Penal del delito de malversación que no lo sería simplemente porque no pueda probarse que el delincuente se haya beneficiado de tal acto, lo que es tanto como creer que los burros vuelan o aceptar pulpo como animal de compañía), que ampara la corrupción cuando de sus adláteres, corifeos, acólitos, paniaguados y mamandurreros se trata, y así surgen los casos de Koldo, que es la cabeza del iceberg, las ochenta y tantas maletas, vistas, que seguramente habrán sido muchas más las paseadas por el aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez, que viajan desde Venezuela a cargo de la Vicepresidenta de Maduro, Delcy Rodríguez, y el puente aéreo Madrid-República Dominicana donde se dan cita los jerifaltes que nos gobiernan y otros añadidos como, por ejemplo, Rubiales ¿qué tienen la República Dominicana, Venezuela, Argentina y otros países Latinoamericanos donde parecen levantar emporios la “gente guapa” de la política española? O sea, con esta manirrota mano gubernamental, que le da sin pausa, a la máquina de imprimir dinero, hasta subir la deuda en otros 70.995 millones de euros en el año 2.023, quedando en el 107´7% del PIB, lo que ha llevado a disparar todas las alarmas, tal como se expresa Sergio Alonso, en su sección en el Diario “La Razón”, del pasado 28 de Marzo, que titula “la deuda empuja a España al desastre económico”, alertando de que “No son pocos los organismos y economistas independientes que han lanzado ya la voz de alarma ante tamañas magnitudes, apelando al Ejecutivo a restaurar la austeridad en las cuentas públicas, algo a lo que éste ha hecho caso omiso”. Desde luego, este desbarajuste de la deuda pública, in crescendo desde que el Pseudo-Doctor-Sánchez ocupara La Moncloa y se hiciera el dueño del Falcon, no tiene parangón en los 45 años que llevamos de democracia, y no deja de ser contradictorio que los ingresos por impuestos en el año 2.023 marcaran a su vez un récord al alcanzar la cifra de 271.935 millones de euros (debido, qué duda cabe, a que España bate otro récord al ser el país de la Unión Europea en el que más han subido los impuestos, disparándose los tipos de gravamen de los hogares españoles en un 1´5% desde la pandemia, mientras que en Europa se han congelado, maniatando a las empresas y a los hogares hasta prácticamente dejarlos exhaustos). Y es que, claro, las manos largas apropiatorias de fondos públicos del Estado y de la Administración Pública en general, en definitiva, de la Caja Pública de Caudales, han crecido exponencialmente, hasta ya considerarse que meter la mano en dicha caja para forrarse se ha convertido en el plan nacional, debido a que, como estamos viendo día a día, no suele pasarse factura a quienes ejercitan ese aserto made in Carmen Calvo de que “el dinero público no es de nadie”, ergo lo será de aquél que logre aprehenderlo, por las buenas o por las malas, ¡y a esta señora, la han nombrado Presidenta del Consejo de Estado!, ¡que Dios nos pille confesados!

Claro, que en consonancia con este desmadre, el pasivo de la Seguridad Social cerró el año 2.023, con otro récord histórico de 116.000 millones de euros, empujado por el pago de las pensiones, cuyo gasto no da tregua, pues este ejercicio 2.024 alcanzará otro récord de 200.000 millones de euros, debido a la revalorización de las mismas con el IPC, el aumento del número de pensionistas (¡Que bien le vendría al Ejecutivo un nuevo Covid!) y los sueldos más altos. De tal manera que, pese a que el año pasado comenzó a aplicarse la cotización extra que lleva aparejada el mecanismo de equidad intergeneracional, que fue el 0´6% y será para este año 2.024 de 0´7% (0´58% a cargo del empresario y 0´12% del trabajador) e irá subiendo una décima hasta llegar al 1´2% en 2.029, amén del destope de las bases máximas de cotización y la nueva criatura que ha parido la actual Ministra de la Seguridad Social, Elma Saiz, lo que llama “cuota de solidaridad” para sostener las pensiones, que será del 1% en 2.025 y subirá gradualmente hasta el 6% en 2.045, para los sueldos de más de 56.600 euros. Con estos parámetros, ya me dirán ustedes quién es el guapo que crea empleo en este País, aún hoy, a duras penas, llamada España, con la lógica proliferación de la economía sumergida a la que se ven abocados empresarios y trabajadores para poder comer. En consonancia con estos datos, según Eurostat, el poder adquisitivo en España sigue por debajo de la media de la UE ( un 11% por debajo del promedio de los Veintisiete y un 15% del estimado para la Eurozona), ocupando el puesto 16 de los veintisiete de la Unión Europea, que lidera Luxemburgo.

Vigesimoquinto.- Coches eléctricos y puntos de recarga: España continúa a la cola de Europa, tanto en lo que se refiere a la matriculación de nuevos coches eléctricos como a la infraestructura de recarga. El año pasado solo el 5´6% de las ventas totales supuso la venta de coches eléctricos y aunque en 2.023 se han instalado en el territorio nacional 11.173 nuevos puntos de recarga, hasta alcanzar un total de 29.301, 7.728 de ellos aún no están operativos y la mayoría son de baja potencia, y, a pesar del fuerte crecimiento en puntos de recarga, España se encuentra lejos de los 45.000 fijados como objetivo para el año pasado. España cerró el año 2.023 con una valoración en el indicador global de 14´1 puntos, lejos de la media de la UE, que es de 27´4 puntos, o sea, casi trece puntos por debajo. Valga como ejemplo que en algunos puntos de recarga, durante esta Semana Santa, los usuarios han tenido que esperar más de dos horas, por ejemplo en Atalaya de Cañavate (Cuenca) y La Gineta (Albacete), por mencionar poblaciones de Castilla La Mancha. En realidad a este paso de tortuga y con la deficiencia propia de la abulia nacional, lejos nos hallamos de los objetivos de la llamada “Agenda 2.030”. Una característica más que acrecienta el sobrenombre de “Spanish is different”.

Albacete 3 de abril de 2.024

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