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Por Miguel Ángel Vicente
miércoles 29 de mayo de 2024, 04:25h

En relación con el Real Decreto elaborado por la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, alias “La Cyrano de Bergerac Española”, “La Sobona” o “Doña Rogelia”, en relación con fortalecer la protección del personal doméstico, prácticamente copado por trabajadoras del hogar, y una vez puesto a disposición de los sindicatos para su evaluación, éstos han saltado, alarmados, respecto de algunos puntos que recoge el susodicho Real Decreto, y así, de esta manera, lo han criticado, fundamentalmente, en dos aspectos:

1.- Rechazan que sean los empleadores los que evalúen los riesgos laborales del trabajo doméstico, a través de una herramienta “on line” puesta a disposición por el Ministerio (loable, para evitar gastos innecesarios a quienes contratan a una empleada doméstica, pues hay que reconocer que, entre la subida del salario mínimo y las aberrantes cotizaciones a la Seguridad Social, ya va bien subido el gasto que ha de afrontar el ”empresario-empleador”).

Ponen de excusa los sindicatos que, en muchos casos los emplea­ dores son personas de edad avanzada sin la capacidad suficiente para hacer una autoevaluación “on line” (error de partida, pues muchos de esos “viejos” se manejan como jóvenes en la línea on line, y no sólo son “viejos” los que contratan a una doméstica, pues la mayoría lo es a través de mujeres empoderadas que trabajan fuera del hogar). Y así, unos proponen que sean las mutuas las que den esa labor de asesoramiento, y UGT propone, por su parte, crear un ''cuerpo de técnicos” que asesoren a la hora de hacer estas evaluaciones” , o sea, crear un nuevo chiringuito en el que colocar a ese rosario de adláteres, acólitos, corifeos, paniaguados y mamandurrieros que medran en derredor del poder, esperando su turno, como ocurre con los carroñeros ante la presa abatida, para hincar el diente y llevarse su parte de mordida correspondiente. Seguramente los vientos correrán por esta parte, porque aún quedan muchos esperando el parto de los montes.

2.- A los sindicatos tampoco les gusta que el texto del Real Decreto no contemple vías para que la Inspección (esa Santa Inspección, habría que decir, y que suena como a Santa Inquisición) pueda comprobar las condiciones de trabajo en las casas o domicilios donde las trabajadoras presten sus servicios “laborales” (que hay que especificar, para no confundirlos con “servicios sexuales”, con ánimo de meter el hocico donde no les llaman). Dicen que se topan con la sacrosanta inviolabilidad del domicilio que proclama el artículo 18 de la Constitución Española, lo que ha constituido un freno a los intentos de proteger a estas trabajadoras, barrera que también sirven a muchos empleadores para anclarlas en condiciones muy precarias, mencionando la esclavitud, y probablemente la tortura medieval, vigente actualmente en todos esos países dirigidos por la izquierda y la ultraizquierda, tan amantes de la denigración de la dignidad del ser humano, o sea, por no mentar la soga en casa del ahorcado.

Y como autopiropearse no cuesta dinero, el Ministerio se felicita porque la norma “es una propuesta que no tiene comparación en nuestro entorno (o sea, una nueva ley del “sólo sí es sí”, que iba a dejar boquiabierto al mundo mundial y ya sabemos las consecuencias de la misma al dejar en libertad y con rebaja de condena a un sin número de pedereastas, violadores y agresores sexuales) y responde a unos desafíos específicos a los que hay que responder garantizando eficazmente la prevención de riesgos y las exigencias a los y las particulares que contratan una trabajadora en el hogar” y que la norma “permitirá una prevención de riesgos laborales eficaz teniendo en cuenta que las personas empleadoras son particulares y no empresarios”.

Y precisamente, en ese anterior último inciso, se masca la tragedia, “… las personas empleadoras son particulares y no empresarios”: ¿por qué cojones esas personas empleadoras sometidas a los cánones de un empresario, y ejerciendo de facto de tal, no pueden deducirse el gasto (sueldo y cotizaciones) en la Renta de las Persona Físicas? Una vez más, la Administración Pública, en este caso la Tributaria, juega con tener la sartén por el mango, amén de autoadjudicarse el pleno dominio de la sartén: ¿dónde queda el principio de reciprocidad?.

Pero es que en este país, aun hoy, a duras penas, llamado España, en el que hasta el más tonto hace relojes, no podemos dejar pasar por alto algunas perlas que vienen a calibrar el “alto” presunto andamiaje cerebral de nuestros políticos de turno, a quienes deberíamos condenar a volver a la primaria, castigados de rodillas de cara a la pizarra y con un buen mazo de libros en sendas manos, hasta que aprendan, como mínimo, a leer y a escribir, así no saldrían a la luz tantas paridas hueras de ciencia, sentido común y vergüenza:

Conocemos por un clásico, y digo lo de clásico, por ese afán ordinario y caricaturesco de un tal Pepe Álvarez, a la sazón líder de la UGT que, teniendo en cuenta que no tiene otra función laboral que la de, al levantarse, revisar su colección de pañuelos o foulards, quizás con la aviesa intención de colocarse el que vaya a juego con sus calzoncillos, corriendo el peligro de que algún día se le enroque en alguna puerta o ascensor y se vea negro para desasirse de él. Y ahí lo vemos, más fresco que una lechuga, en una de esas mesas en las que se piden apoyos para apoyar, valga la redundancia, otra mentecatez gubernamental, “prohibir la tauromaquia”, a rebufo de esa peregrina defenestración que uno de los Ministros Perroflautas de este Retroprogresista Criminal Gobierno de España, un tal Urtasun, del Premio Nacional de Tauromaquia. “La tauromaquia no es mi cultura. !Firma aquí!'', y ahí, o sea, “aquí”, aparece, Pepe Álvarez, mirando de frente al fotógrafo, con el bolígrafo sobre el papel, y dando un ejemplo de ser consecuente con sus ideales ideológicos: !Viva el toro y muera el nasciturus!, que así se las gastan esta gentuza, que en el caso concreto que nos ocupa, resume toda su ideología en el color del pañuelo que ha de lucir cada mañana al levantarse, mientras su mujer, si la tiene, le mirará con conmiseración y pensará ¿qué habrá en esa cabeza? .

Pasemos al ámbito de la Sanidad, uno de los problemas que más preocupan a los españoles, sobremanera por las largas listas de espera para consulta y operaciones, que ya pusimos de relieve en artículo anterior, pero es que cuando el o la responsable del gremio se encasilla en una de esa cabeza que embiste, mientras las otras nueve piensan, pues ya podemos imaginar lo que pueda salir de ese privilegiado caletre o científicamente llamado cerebelo. Y ahí nos encontramos con la Ministra de Sanidad, Mónica García, que en vez de coger el toro por los cuernos (hablando de tauromaquia) y tratar de resolver los gravísimos problemas que en el ámbito de su Ministerio aun aquejan a los ciudadanos españoles, se dedica, poco menos, que a subir el Everest, como una hormiga más de la reala que está invadiendo el citado pico y llevando consigo un tsunami de contaminación del medio ambiente, y así volvemos a esas paridas de fetos sin vida, por falta de inseminación:

1º.- Quiere convertirse en una Juana de Arco y se propone acabar con la gestión privada de los hospitales públicos y eliminar los consiertos de la sanidad pública con la privada, gracias a los cuales, muchos pacientes salen de la lista de espera de la sanidad pública y son atendidos en la privada, bajo los parámetros de frenar los "lucros indecentes'' y los “beneficios obscenos", sólo existentes en la mente diabólica de tal sujeta.

2º.- Está estudiando la posibilidad de gastar 10 millones de euros en preservativos gratis para jóvenes entre 16 y 22 años, aunque sólo serán para aquellos jóvenes con “menor poder adquisitivo", a fin de paliar el incesante aumento de enfermedades infecto-contagiosas relacionadas con el sexo. Desde luego, bien haría la Ministra en contactar con su homóloga en Educación, Pilar Alegría, a fin de que se detuvieran en este departamento esos talleres y clases ,que desde primaria, cuando no desde infancia, se vienen dando en los colegios y que son el germen de tanta anomalía sexual entre los jóvenes, a quienes les calientan la cabeza a base de sopicaldo penevulvar y derechos de bragueta, a que regularmente se refiere Juan-Manuel de Prada. ¡Otro gallo cantaría!.

3º.- Y, como en vez de atender a los asuntos que son de su competencia, y anhela el espíritu de pendenciera y manifestante, el pasado domingo 19 de este mes y año, encabezaba la manifestación contra la Sanidad de la Comunidad de Madrid, como si ello no fuera con ella, haciendo el ridículo, ya que la manifestación rondó el ídem, aunque todo hay que decirlo, iba dirigida contra su oponente en la Comunidad Madrileña, Isabel Díaz Ayuso, esa Presidenta que no le deja dormir y así luce unas ojeras que no puede ocultar. O sea, ella misma tirándose piedras a su propio tejado. Y luego dicen que es exagerado considerar a estos personajes como locos de atar. Pues que venga, la Ministra y nos saque del entuerto.

Albacete 29 de mayo de 2024

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