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Dos tipos de hemorroides y cómo diferenciarlas
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Dos tipos de hemorroides y cómo diferenciarlas

miércoles 17 de julio de 2024, 14:38h

Las hemorroides son una dolencia muy habitual en España. Se calcula que cada año se diagnostican a más de dos millones de pacientes en las consultas de nuestro país. De hecho, según explican los especialistas, el 50 % de la población mayor de treinta años sufre por esta complicación.

Sin embargo, no todo el que tiene almorranas lo vive de la misma manera. Existen muchísimos tipos de hemorroides que pueden resultar más o menos molestas o incapacitantes en el día a día, tal y como se puede ver en este enlace.

¿Cuáles son las más habituales y cómo diferenciar unas de otras? Los responsables médicos encargados de tratar esta dolencia han clasificado las hemorroides del siguiente modo en la literatura sanitaria.

Tipos de hemorroides

De una manera muy genérica, se podría definir la hemorroide como la hinchazón descontrolada de una vena que aparece en la parte del ano y su entorno. Suelen generarse por un aumento de la presión en el recto, especialmente en su parte inferior, aunque otras situaciones como tener diarrea crónica o estreñimiento crónico también pueden favorecer su aparición.

De manera general, los profesionales de la salud dedicados a estas cuestiones hacen dos grandes grupos de almorranas: las hemorroides externas y las hemorroides internas.

Hemorroides externas

Las hemorroides externas son más visibles a simple vista. Aparecen en la piel que rodea el ano y son las que más habitualmente llevan a los pacientes a la consulta. Esto es debido a que resultan especialmente molestas y producen picores, dolores e incluso sangrados a la hora de defecar.

Aunque la mayor parte de los diagnósticos de hemorroides externas no son graves, es importante controlarlas y, sobre todo, evitar malos hábitos para conseguir que la situación no se complique o que vuelvan a aparecer. Por ejemplo, es importante evitar esfuerzos al defecar, tratar la diarrea crónica o pasar demasiado tiempo sentado.

Hemorroides internas

Pasan más desapercibidas, salvo en el caso de que generen molestias al paciente. Además, no se pueden ver a simple vista, puesto que se desarrollan en el interior del recto. No suelen estar relacionadas con molestias físicas y cuando se observan en consulta es porque los pacientes han identificado sangrado sin dolor en la defecación.

Sí que es importante referir aquí la existencia de las hemorroides prolapsadas. Se dan cuando una almorrana interna se desliza a través del orificio anal y sale a la parte exterior del mismo.

Esta última dolencia sí suele ser más molesta y requiere de la intervención del especialista para solucionarla. Se consideran hemorroides, ya que, anatómicamente, aparecen en un espacio intermedio entre las dos anteriores.

Los tratamientos para las hemorroides

Dependiendo de la tipología, la localización y la gravedad, el abordaje de las hemorroides se hará de un modo u otro. En general, existen dos métodos de ataque a esta dolencia.

Vía médica. Se utiliza esta opción en las fórmulas más leves de hemorroides internas y supone una adaptación de la dieta, lavados con agua y el uso de medicamentos como pomadas antiinflamatorias.
Vía quirúrgica. Cuando las hemorroides son externas o graves se suele hacer una intervención en el quirófano con láser o bisturí armónico; se trata de una intervención muy cotidiana y que no suele tener complicaciones.

Estos son los principales puntos que hay que saber sobre los distintos tipos de hemorroides, cómo identificarlos y de qué manera actuar frente a ellos. La revisión de un profesional siempre es recomendada para llegar a un diagnóstico adecuado.

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