El Hospital de Toledo inicia un estudio en Geriatría para analizar el riesgo de envejecimiento no saludable en adultos de 40 a 50 años mediante muestras de sangre. El objetivo es identificar biomarcadores que ayuden a prevenir enfermedades y desarrollar un sistema que permita personalizar cuidados según el riesgo de envejecimiento.
El Hospital de Toledo inicia un análisis del riesgo de envejecimiento no saludable en adultos de mediana edad, utilizando una muestra de sangre.
El Complejo Hospitalario Universitario de Toledo, que forma parte del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, ha iniciado un proyecto de investigación en su servicio de Geriatría. Este estudio tiene como objetivo identificar, mediante una muestra de sangre, el riesgo de envejecimiento no saludable en personas de mediana edad. La meta es prevenir la aparición de enfermedades.
El doctor Francisco José García, quien se desempeña como jefe de servicio en Geriatría del Hospital de Toledo, señala que “debido a los avances en el ámbito médico y social, actualmente muchas personas superan los 80 años. No obstante, alcanzar esta edad frecuentemente conlleva la aparición de problemas de salud, lo que provoca que estas personas necesiten apoyo para llevar a cabo actividades cotidianas. Este fenómeno se conoce como Envejecimiento No Exitoso (ENE), y afecta a más del 70 por ciento de la población mayor”.
El jefe del servicio de Geriatría ha comunicado que “a estos patrones se les llama firmas ómicas y creemos que si la salud, ya sea buena o mala, se mantiene estable, estas firmas también permanecen constantes. Por esta razón, pueden ser útiles para identificar desde temprano quién tiene el riesgo de envejecer con problemas o, por el contrario, quién enfrentará su etapa final de vida en una condición física que le permitirá disfrutarla”.
El propósito de la investigación es detectar, a través de una muestra de sangre, a las personas que se encuentran en un rango de edad de 40 a 50 años y que presentan un mayor riesgo de experimentar problemas de salud relacionados con el envejecimiento. Esto se realiza con el objetivo de implementar medidas preventivas. El doctor García señala: “Nuestro cuerpo lleva a cabo muchos procesos cada día, expresan genes, producen sustancias como proteínas, grasas, metabolitos, etcétera, que son esenciales para vivir, pero cuando comienzan a fallar esas sustancias también cambian y dejan un rastro que se puede detectar”.
“Es evidente que numerosos de estos síntomas son consecuencia de hábitos perjudiciales que se han mantenido durante años, incluso desde la juventud. Reconocerlos podría ser clave para determinar quiénes están en mayor riesgo de experimentar un envejecimiento desfavorable. En cambio, aquellos que cuentan con buenos hábitos o una genética favorable presentarían un patrón saludable en estas sustancias, lo cual señalaría un Envejecimiento Exitoso (EE)”, agrega.
En el marco de este proyecto, el doctor García sostiene que “queremos identificar esas firmas ómicas, tanto del envejecimiento exitoso como del no exitoso, y con ellas crear un sistema o algoritmo que nos diga, en personas menores de 65 años, quién tiene más probabilidad de tener una vejez saludable o, por el contrario, con dependencia. Este sistema podrá aplicarse en programas de salud personalizados para toda la población”.
El estudio se desarrollará en tres fases, y los participantes recibirán una invitación a través de carta, siendo evaluados por profesionales de Enfermería en sus respectivos centros de salud. En la primera fase, se identificará la firma ómica que caracteriza el envejecimiento saludable en aquellas personas que ya lo han alcanzado. Para ello, se analizarán individuos mayores de 81 años (hombres) y 85 años (mujeres) que hayan experimentado un envejecimiento exitoso en el Área Sanitaria de Toledo.
Los datos y muestras recolectadas serán almacenados en el Biobanco del Estudio Toledo de Envejecimiento Saludable (ETES). Los laboratorios involucrados en el proyecto se encargarán de identificar las sustancias clave que permiten clasificar el tipo de envejecimiento, conocidas como biomarcadores, y desarrollarán los algoritmos necesarios para su diagnóstico.
El jefe de servicio de Geriatría afirma que “este proyecto busca convertirse en una herramienta útil para médicos y enfermeras, ayudándoles a detectar a tiempo a quienes podrían envejecer con problemas, cuando aún se puede hacer algo. También permitirá reforzar los cuidados en personas que envejecen bien. Además, tiene un impacto especial en la salud de las mujeres mayores, que son quienes más años viven con discapacidad”.
En una segunda fase, se llevará a cabo la verificación de la efectividad de esos algoritmos en individuos menores de 80 años. Esto incluirá tanto la identificación de casos actuales como la predicción de situaciones futuras. Además, se investigará si los biomarcadores son detectables en personas jóvenes, específicamente en el rango de edad de 20 a 40 años.
Durante una tercera fase, se llevará a cabo una validación clínica en los centros de salud del Área Sanitaria de Albacete. Esta validación se realizará en 385 personas con edades comprendidas entre 40 y 65 años, y su objetivo será determinar la prevalencia del envejecimiento exitoso.
Un proyecto que cuenta con el liderazgo del servicio de Geriatría del Hospital de Toledo está en marcha. En esta iniciativa, colaboran profesionales de la Enfermería de la Gerencia de Atención Primaria de Toledo, investigadores médicos y doctores en ciencias del deporte de la Universidad de Castilla-La Mancha. Además, participan renombrados grupos de investigación en genómica, transcriptómica, metabolómica y proteómica, tanto de Castilla-La Mancha como del resto de España.
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