residuos sólidos urbanos en el municipio durante los próximos diez años, con el deseo de todos los partidos de una mejora en la prestación del servicio con las novedades que se han previsto.
Y es que además de la incorporación de una nueva y sofisticada maquinaria, será obligatoria la limpieza de los polígonos industriales, parques y jardines, junto al esfuerzo que se realizará en festividades especiales, como Semana Santa o Feria, por ejemplo. Marta Pérez, tras «agradecer» el apoyo del PSOE, ya que IU y el concejal no adscrito votaron en contra, se mostró entre «satisfecha y muy aliviada,» ya que éste era un tema que se había marcado como prioritario en su agenda de actuaciones, apenas llegó a la Concejalía de Medio Ambiente, en junio del 2011.
La edil insistió en reivindicar “el trabajo desarrollado desde hace tiempo, en el que se han tenido que esperar muchas adversidades, sobre todo políticas”, reveló, al recordar la importancia del nuevo contrato, tanto en lo económico (se pagarán unos trece millones de euros), y para el conjunto de la sociedad, al avanzar que «se mejorará
de manera importante la limpieza».
Tras destacar el trabajo de los técnicos en este tiempo apuntó al convenio colectivo que afectará «de manera positiva» a los trabajadores, a los que agradeció «la paciencia y comprensión que han demostrado» en este largo período previo. Con los trabajadores
La adjudicación se aprobó con el voto a favor del PSOE, cuyo concejal, Ramón García, consideró «necesario», 15 años después del último contrato, aunque reclamó «que se haga hincapié» en que, tras la rebaja de un 15 por ciento en la oferta que se presentó, ésta situación no afecte a los propios trabajadores, con la petición añadida de que se mantenga la plantilla.
Por su parte Javier Morcillo, por parte de Izquierda Unida, se mostró en contra de esta adjudicación, tras insistir que, en su opinión, “hay otra manera, desde lo público, de haber gestionado este servicio”, y después de criticar el que consideró «un pliego de mínimos».
Mejorar el servicio
Morcillo resumió el servico estos año como «penosos», en cuanto a la limpieza de las calles o el estado de los contenedores, ante de exhibir su «preocupación» sobre si el referido horror de unos dos millones, en relación al precio que inicialmente se había fijado, podrá afectar a los salario de los trabajadores o a la continuidad de la plantilla.
En la misma dirección Juan Carlos Marín aprovechó este punto, al que
se opuso, para realizar públicamente una «reivindicación de la gestión pública de los servicios a los ciudadanos frente a la gestión privada que supone una comercialización de los mismos», al defender una postura que definió «ideológica y pragmática» y advertir que el supuesto ahorro no se producirá desde el momento en que serán necesarios los recursos municipales para el seguimiento del servicio.