la escuela pública y concertada tras unos años últimos en lo que "se han machacado los parámetros de aquella, que hay que recuperar, pero sin contraponer a la subvencionada".
García-Page, en entrevista al programa 'La mañana', de COPE Castilla-La Mancha recogida por Efe, ha salido así al paso de "algún tipo de alarma", que ha achacado a la "desinformación", sobre un supuesto recorte de financiación a la escuela concertada.
"La convivencia entre escuela pública y concertada se ha roto en los últimos cuatro años porque se ha degradado por completo el conjunto de la educación y la pública en particular", ha aseverado García-Page, "y sin perjudicar a la concertada, que no tiene que tener ningún temor, vamos a restablecer esa convivencia".
Ha aclarado que "no es contraponer una a la otra" y que "hay que encontrar un mensaje en positivo y a la gente que le preocupa la educación que esté contenta, porque habrá más gasto global en educación y, con ello, todo el mundo sale ganando".
El jefe del Ejecutivo regional, que ha vuelto a incidir en la rebaja de las ratios y la necesidad de más aulas, de ahí que se vayan a sacar 750 nuevas plazas docentes de Primaria, ha rechazado las críticas de la Confederación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos y Padres de Familia (Concapa) de Castilla-La Mancha hacia una supuesta reducción del presupuesto para la escuela concertada.
"Me parece injusto porque la escuela concertada no puede tener motivos de queja y siempre ha sido amparada, sin perjuicio de la pública", y ha reseñado la actitud positiva de los expresidentes José Bono y José María Barreda, como ahora la suya propia.
Y, para abundar, ha incidido en que "no se va a reducir la financiación para la educación concertada, el planteamiento que tuvo Cospedal, pero si se va aportar más dinero a la pública y lo que se la ha quitado se irá restableciendo".
"Se han cargado la pública y eso es lo que va a cambiar, en porcentaje, entre una y otra", ha precisado García-Page.
Por otra parte, y sobre el acuerdo suscrito con Podemos para pedir al Gobierno de España que suspenda el Concordato con la Santa Sede, el jefe del Ejecutivo castellanomanchego ha dicho "no ser partidario" de la supresión, aunque ha matizado: "Otra cosa es que sea revisable, mejorable, actualizable".
"Podemos plantear las cosas de otra manera, porque yo entiendo las relaciones del poder público con las confesiones religiosas, y no sólo desde la situación de respeto, sino de colaboración, de implicación y nunca de separación iglesia-estado", ha remarcado.
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