Lo primero que debía ocurrir es que la juez levantara el embargo de los derechos de televisión del club por parte de Hacienda. La juez procedió al levantamiento de este embargo y ahora a las arcas del club llegará dinero que antes iba a la Agencia Tributaria.
Es una buena noticia para la estabilidad de la plantilla y de la entidad, puesto que eso asegura que los jugadores y el técnico, así como el resto de personas que están en la nómina del Albacete Balompié van a cobrar. En lo deportivo es un empujón para que no haya cosas extrañas que puedan romper la buena racha positiva que tiene el club.
Es de suponer el levantamiento de este embargo sirva para pagar a los empleados y se vayan haciendo los pagos habituales de la entidad y que no se vuelva a engordar, por enésima vez, la deuda del club. Aquí el administrador liquidador tendrá que estar atento a lo que se hace desde dentro del club con el dinero, a día de hoy es el máximo responsable de las decisiones que se tomen y tendrá que dar cuenta de ellas ante la juez de lo mercantil. Parece que el actual liquidador pedirá quince días más de prórroga antes de presentar lo que debe ser el proceso de liquidación.
Se espera que en los próximo días la misma juez decida aumentar el número de administradores de la sociedad, puesto que no es fácil cuantificar el precio de la unidad productiva del Albacete Balompié, que será lo que salga a subasta o simplemente se ponga en venta a alguien que oferte una cantidad que le parezca razonable al liquidador o liquidadores que pueda haber.
Es evidente que la unidad productiva tendrá como mayor valor el derecho a jugar en Segunda División. Aquí es donde aparecen las discrepancias y diferentes opiniones puesto que la ley mercantil no preveía casos como las sociedades anónimas deportivas y el valor de estos derechos. Parece que el liquidador del Alba, quizá demasiado cercano a las tesis de Garrido y sus consejeros, está más por la labor de acercarse a la LFP y preguntar en este estamento para saber el valor de la plaza y si el Albacete la tiene como un derecho.
Se olvida aquí que la organizadora de las competiciones nacionales de fútbol es la Real Federación Española de Fútbol, que es la que finalmente decide ascensos y descensos. Desde la administración del Albacete Balompié se va más por la línea de la LFP. Como se sabe ambos estamentos están enfrentados y al final el Alba puede pagar los platos rotos de ese enfrentamiento si no se dan los pasos firmes, seguros y sin decantarse por una u otra organización.
Lo más importante es que el administrador, la juez y quien sea, LFP y RFEF, la liquidación del Alba no puede servir para llevarse el club a otro lugar y dejar a Albacete sin fútbol porque venga alguien con unas migajas y se lleve la unidad productiva. Aquí es donde hay que estar vigilantes y aquí es donde las asociaciones, plataformas y socios y aficionados en general tiene que estar atentos, por eso la presencia de los estamentos deportivos debe servir cuando menos para que no se permita el ‘robo’ del fútbol a Albacete.
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