ha afirmado hoy en el juicio que no recuerda "nada" de los hechos que sucedieron ese día.
En la vista oral, que ha comenzado hoy en la Audiencia Provincial de Toledo, la mujer ha relatado que consumía hachís a diario desde que el padre de su último hijo la abandonó en el mes de enero del mismo año 2015, y ha afirmado que sí se reconoce en los fotogramas que le han mostrado de uno de los momentos en que ocurrieron los hechos.
La acusada, que también recuerda haber acudido a trabajar ese día, ha relatado que llevaba un tiempo "escuchando voces", que "desaparecían cartas del buzón" y que creía que alguien la vigilaba y la quería matar o hacer daño, por lo que instaló en su casa una alarma con la ayuda del Servicio de la Mujer del municipio.
La Fiscalía pide para la mujer 12 años de prisión -6 años por cada delito de asesinato en grado de tentativa- y la acusación, que representa al padre del niño menor, 9 años por un delito de asesinato en grado de tentativa al niño de 16 meses, en tanto la defensa solicita la absolución por atenuante de consumo de drogas.
Además, el fiscal también solicita otros dos años por un delito de maltrato habitual a otra hija de 13 años que, según las declaraciones de los testigos, no estaba en la casa en el momento en que ocurrieron los hechos ya que había ido a buscar al alcalde de la localidad para pedir auxilio.
La madre, que asegura que tenía una "buena" relación con sus hijos, ha aseverado durante el interrogatorio que no insultó ni agredió a su hija mayor y que desconoce porqué la adolescente asegura que la amenazó con un cuchillo antes de que abandonara la vivienda, situada en la primera planta de un edificio, en busca de ayuda.
La acusada ha señalado también que "no tenía dinero para pagar el alquiler o para comida", que estaba "preocupada y nerviosa" ante esta situación y que, según ha testificado la coordinadora del comedor social donde iban sus hijos, el día de los hechos acudió al comedor "muy alterada" y mantuvieron una "fuerte discusión" ya que no podía "llevarse comida antes de que los niños entraran al comedor".
Según ha relatado, había recomendado anteriormente a la madre acudir al psicólogo para que le ayudara con una situación que "le venía grande" ya que tenía que hacerse cargo de tres niños tras el abandono de los padres.
Una situación que, según han testificado varios vecinos, hizo que la madre estuviera "más alterada" desde meses antes del suceso e incluso una de las vecinas ha asegurado que la mujer gritaba que "el moro le había dicho que tirara a su hija".
Los vecinos han asegurado en el juicio que en el piso de la mujer, que se "descolgó después desde el quicio de la ventana cayendo al suelo de pie", se oían a veces discusiones, pero han afirmado que nunca la vieron "agredir" a ninguno de sus hijos.
Por su parte, un guardia civil que intentó evitar que la madre lanzara, también por la ventana, a la segunda niña ha manifestado que la mujer les arrojó "objetos" y una vez detenida les "escupió e intentó morder".
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