Explican en una nota de prensa que "el curso escolar ha comenzado con unos decretos de reválida que fueron aprobados en vacaciones de verano –con el rechazo de la mayoría del Congreso- y que no especifican el contenido de cada prueba ni como se puntuará. Hasta la fecha, los centros escolares viven en un limbo informativo que asusta a profesores, padres y alumnos".
"Recordemos que las pruebas externas al final de Primaria o ESO son uno de los puntos más criticados de la LOMCE, ya que elimina de un plumazo el principio de evaluación continua, formativa e individualizada, uno de los pilares de nuestro sistema educativo. El objetivo último de las mismas es reducir el número de estudiantes que acceden a la Universidad, derivándolos hacia la Formación Profesional, pero sin invertir en la mejora de la misma.
Las reválidas tienen un carácter finalista, ya que nadie titulará sin superarlas. Para los alumnos de 4º ESO, suspender las dos convocatorias de la prueba significará verse abocados a la FP Básica, sin un título que certifique que han superado los cuatro cursos de la ESO. Además, nadie asegura que haya plazas suficientes para todo los alumnos que suspendan la reválida, mientras que los ciclos de grado medio podrían quedar sin alumnado.
Las pruebas externas de evaluación son la constatación de que nuestro gobierno interino no cree en la profesionalidad de los docentes. Cuestionan la capacidad del profesorado para evaluar a sus alumnos y los convierte en “entrenadores” en la preparación de unas pruebas que desprecian contenidos, coartando así su libertad de cátedra, recogida como un derecho en la Constitución Española".
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