localidad toledana de Sotillo de las Palomas, para hacerse cargo de la investigación y del levantamiento de los cuatro cadáveres, dos adultos y dos niños.
La finca en la que se estrelló la avioneta, que había salido sobre las cuatro de la tarde del aeródromo madrileño de Cuatro Vientos y tenía como destino Cascais (Portugal), está situada a unos tres kilómetros del núcleo urbano de Sotillo de las Palomas, un municipio situado en la Sierra de San Vicente, al noroeste de la provincia de Toledo.
A las 10:20 de la mañana han comenzado a llegar los equipos de investigación de la Guardia Civil, incluyendo agentes especializados en catástrofes y de criminalística así como efectivos de la Policía Judicial, y poco después se ha incorporado un equipo de aviación civil.
Están inspeccionando el terreno donde se produjo el siniestro, ya que el fuselaje de la avioneta ha quedado disperso en varias zonas, y prevén que los trabajos se prolonguen durante, al menos, un par de horas.
La caída de la avioneta se produjo a las 16:19 horas de este domingo, según informó a Efe el servicio de emergencia 112.
Según añadió el delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha, José Julián Gregorio, fue un pastor quien vio cómo se estrellaba la avioneta y dio el aviso a los servicios de emergencia.
Al parecer, los cuerpos de las cuatro personas, una mujer, un hombre y dos menores, fueron encontrados calzinados en el interior de la avioneta.
Ahora falta saber que pudo ocurrir para que suciedese la tragedia, algunas fuentes apuntan a que cuando pasó por alguno de los municipios, poco antes de caer, la avioneta ya hacía un sonido "muy raro". Hay varias hipótesis pero serán los técnicos los que definan que pudo ocurrir.
Si (
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