Una de las frases más pintorescas entre los camioneros, viene dada tras una ayuda entre ellos. Cuando uno de ellos agradece el favor, el otro se limita a decir, “por la vía andamos”. La frase, que se ha vuelto popular en el argot de los que viajan surcando carreteras con sus vehículos, dice en pocas palabras que a todos les puede ocurrir, y que el favor es sólo una muestra de lo que se esperaría en caso de que también le sucediera algo parecido.
Pero, en los entornos urbanos, en el día a día, y muy alejado del día a día de los camioneros a nivel nacional, a pesar de que siempre se anda por la vía, hay momentos en los que nadie más puede ayudar a solventar un problema. No hay manera de que alguien llegue al auxilio y hay que resolver cómo se pueda, y en el menor tiempo posible. Al menor costo, por supuesto.
La presente guía va guardando relación con ello. Con resolver de forma rápida y práctica esos problemas que, cuando se presentan, toman a todos por sorpresa. Para que la sorpresa no sea tan desagradable, conviene tener varias cartas bajo la manga. Otras veces, aunque poquísimas, ni con tener toda la baraja escondida alcanzará.
Porque a veces estacionarse constituye una travesía
Si alguien que tiene coche y vive en una ciudad grande no ha tenido un día en la vida en el que no encuentra un lugar para aparcar, está mintiendo. Uno de los principales problemas de las grandes capitales, y no sólo en España, es llevar un coche y conseguir estacionarlo sin usar técnicas de guerrilla, cálculos matemáticos complejos y teorías de la probabilidad. No se trata sólo de acelerar, frenar, cambiar de velocidad y aparcar. La disponibilidad de espacios y la seguridad alrededor de los mismos son problemas con los que hay que lidiar cada día, cuando se tiene un coche. Claro, peores son los problemas con los que habría que lidiar si ni siquiera se tuviera el coche.
En ocasiones, encontrar parking en Madrid, en Barcelona o Zaragoza, puede resultar una travesía digna de cruzar los siete mares en un velero. Es por eso que para los que buscan aparcamiento y sólo encuentran desilusión y estrés, tener una aplicación en el móvil inteligente como GarageScanner puede ser la diferencia entre comenzar el día con el pie derecho, o con la mano y el pie izquierdos. Esta aplicación, desarrollada por y para españoles, ha permitido a todos sus usuarios a nivel nacional encontrar la solución al primer problema de todas las mañanas: encontrar dónde estacionar el vehículo, sin que se entristezca la mirada. ¡Vaya tela!
La batería: principal problema de los coches que dejan a sus dueños a mitad de la nada
El problema es que cuando las baterías se descargan, nadie se da cuenta, sino hasta que sucede. El otro problema es que cuando sucede, generalmente, se está en la mitad de la nada y qué más se puede hacer. Contar con productos como un arrancador de batería o un cargador para el coche, pueden ser o no ser un par de buenos chollos, pero lo que sí no se pone en duda es que salvan a todo mundo de situaciones al límite.
El arrancador permite cargar la batería cuando está a un nivel muy bajo de energía. Es mejor que quedarse en la mitad de la nada, sin dudas. Algunas baterías recargadas pueden durar un par de meses más, aunque ya se tiene el preaviso suficiente para ir buscando la manera de reemplazarla por una batería nueva. El coche y la tranquilidad de todos se lo agradecerán.
Por el otro lado está la batería del móvil, que a veces siempre deja desamparado a todo mundo en los momentos más necesarios. Ahí sí los cargadores para el coche son una necesidad. No cuestan mucho, y valen un montón.
Tener un vendedor de neumáticos en el teléfono, por si acaso
No importa si el contacto se le guarde como “Vendedor de neumáticos de moto al mejor precio”, o “neumáticos de motoen la esquina”, o quizás uno más original, “Venta de neumáticos el Pepe Toño”.
Lo importante es tener la manera contactar con uno de estos vendedores en cualquier momento. Porque, precisamente, nadie sabe en qué momento se presenta una eventualidad disfrazada de alfiler en medio de la calle, que pincha la llanta y enciende las alarmas de la intranquilidad.
Y como hombre precavido vale por tres, sólo bastaría pulsar par de botones en el móvil y llamar a quien pueda venderle un neumático. Y, en la mayoría de los casos, que pueda traerlo al sitio y ayudar con el reemplazo. Es mejor que dejar el coche botado en cualquier lugar y caminar hasta encontrar quien pueda ayudar. Es mejor, además, porque permite comprar los neumáticos para ir guardando para los próximos cambios.
En la época decembrina, con los estrenos, se dice que los coches deberían estrenar zapatos. El pretexto suficiente para ir comprando de antemano esas zapatillas, y conseguir buenos precios antes de que sea estrictamente necesario. Porque, vale repetir, hombre precavido…
Los beneficios de tener un plan B
Un plan B es una solución que mira fuera de la realidad normal. Es un plan que no conoce normas estrictas, sino que se basa en ser cumplidor y funcional. El plan B es una de las soluciones de la que la mayor parte de las personas carecen. Pero, de que son necesarios, lo son.
Un plan B puede ser visitar fabricantes patinetes eléctricos, o ver patinetes eléctricos haciendo click aquí. Con un par de estos aparatos el tráfico no será un problema, ni los neumáticos pinchados, ni mucho menos encontrar parking.
Un plan B puede ser tener una bicicleta guardada en el baúl, por si se presentan eventualidades que requieran dejar el coche en el taller de forma urgente.
Los beneficios de tener un plan B es que permiten solucionar, sí o sí, los problemas de movilidad a los que se enfrentan los que llevan su coche. En vez de quedarse lloriqueando y culpando al destino, se arremangan y solucionan, sin más. Hay una gran diferencia entre tener y no tener un plan B.
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