Malta es un país para tener en cuenta en todos los itinerarios de viaje. Es un conjunto de tres islas puestas como con un pincel sobre la superficie ondulada del Mediterráneo. Sí, Mediterráneo, tan accesible como nunca a España. Al ser una nación que estuvo mucho tiempo dominada por intereses del Reino Unido, el segundo idioma hablado en el país es el inglés. Importante mencionarlo porque muchos temen conocer Malta por pensar que únicamente hablan maltés. Al día de hoy, tres cuartas partes de la población habla inglés. Casi la mitad también domina el italiano, por las cercanías al país de la pizza.
El país más dulce de Europa, mote recibido por sus fábricas de miel, tiene muchas bondades que mostrar a quien le visite y recorra. Bondades, y actividades. Aquí, las 5 principales.
Submarinismo y buceo
Su ubicación privilegiada en el medio del Mediterráneo, casi como aduana en ultramar entre África, Europa y las naciones del mundo árabe, le han hecho ganar una historia grandiosa y valiosa en lo que a los mares se refiere. Y es que por su pequeño tamaño la isla de Malta siempre fue destino de embarcaciones, bien sea como final de la ruta, o como un punto de descanso para seguir la navegación hacia tierras lejanas.
En el fondo marino maltés se encuentran barcos hundidos como el Polynesian, que no en vano merece el apodo del Titanic Maltés. A pesar de ser hundido durante la Primera Guerra Mundial, está en un excelente estado de conservación y el premio por bucear hasta él es grande. Otro, el Um El Faroud, se hundió hace unos 50 años. Hoy hogar de arrecifes de coral y miles de especies, conocerlo es una obligación.
Finalmente, para los que aman el senderismo en las profundidades, las cuevas de Santa Marija son el mosaico natural que están buscando. Una decena de cuevas, cada una con una historia que contar. Para todos los casos, se recomienda ir a los clubes de submarinismo de La Valleta para organizar una expedición. Hay muchas, y los precios no son altos.
Conocer el patrimonio histórico
Por Malta han pasado legiones italianas, británicas, árabes, bizantinas, romanas, griegas, fenicias, aragonesas y españolas. Todos en luchas y arrebates por quedarse con este país que hoy es independiente e integra la zona europea.
Esa yuxtaposición de historias y culturas le hacen tener un patrimonio histórico envidiable. Para los que llevan prisa, se puede resumir en una visita a la ciudad de Mdina, que se conserva igual que el primer día, con un imponente contenido histórico.
Visitar la Catedral de San Pablo o la Ópera Manoel, ambas construidas como entre algodones, son muestra de la milenaria cultura de los malteses.
Irse de fiesta
Si hubiera que buscarle un lugar parecido a Malta, sin dudas sería la isla de Ibiza. Una isla que nunca duerme, pero que nunca lo hace porque siempre está de fiesta. Por eso, es un destino ideal para los que prefieren conocer una ciudad más de noche que de día.
En la capital, queda la famosa Placeville. Allí se agrupan cuatro calles en donde se resume toda la vida nocturna de la isla de Malta, y del país entero. Cientos de sitios nocturnos y miles de visitantes se emplazan cada noche en el lugar en busca de diversión y unas buenas fiestas.
Una forma ideal de vivir la experiencia de las noches de fiesta de Ibiza, pero con un descuento inmejorable. En Malta, en verano, es común amanecer de la fiesta y darse un baño en las playas cercanas. El cuerpo lo agradece.
Comer, y comer bien
La gastronomía maltesa ha gozado de la influencia de multitud de pueblos extranjeros. Su enclave en medio del mar permitió tales acuerdos tácitos.
Principalmente, la comida italiana tiene su versión maltesa. La pasta maltesa es una de las comidas que se deben probar, sin excusas, al visitar el país. La mayoría de sus menús incluyen el pescado y los mariscos, por lo que es un lugar idílico para los que vivirían toda la vida consumiendo lo que el mar provee.
A pesar de que su nombre es Malta, las bebidas malteadas no son tan exaltadas como las cervezas. La cerveza artesanal en Malta tiene una calidad internacional, y lo más que existe son lugares donde comprar una, donde sentarse y disfrutarla mientras se ve el mar a lo lejos.
Disfrutar de su naturaleza
La naturaleza es el reloj que marca el paso en todo el país. Una naturaleza que ha constituido zonas de belleza insuperable y que se pueden visitar cómodamente, dado el tamaño del país.
En la isla de Gozo, la isla que queda más al norte en Malta, se encuentra un lugar mágico. Azure Window. Y, dentro de ese lugar, está una cueva maravillosa de aguas turquesas que tiene propiedades hipnóticas: Azure Cave. Ideal para visitar en pareja o en familia.
A pesar de que la isla de Malta es la más concurrida del país, ir a Comino o a Gozo es una decisión acertada si se buscan las mejores playas. Las arenas pálidas, aguas turquesas y calas solitarias darán por hecho que haya sido una buena decisión.
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