El presidente del Albacete, José Miguel Garrido, amenaza otra vez con abandonar el Alba a final de temporada

club blanco sigue esgrimiendo lo mismo que en otras ocasiones, que el club no tiene los apoyos que esperaba de la ciudad, en este caso de la Diputación de Albacete.

La ha tomado ahora con la Diputación de Albacete y con los partidos políticos PSOE y Ganemos, que sacaron adelante los presupuestos de este año con sus votos. José Miguel Garrido dice que se marcha del club porque le prometieron 100.000 euros y se han aprobado 30.000 euros, por eso y porque dice que le han engañado.

Debería tener claras dos cosas el presidente, una que la subvención de la Diputación es para la Fundación del Albacete, es decir para su fútbol base y no para el primer equipo.

La segunda es que esa cantidad es mínima si tenemos en cuenta que el Albacete maneja un presupuesto que se supone está alrededor de 2,5 millones de euros. Por tanto 70.000 euros en 2,5 millones no parece una gran cantidad como para decidir irse del Albacete.

Los ingresos por abonos deben superar al final los 400.000 euros, la publicidad superará esa cifra y los ingresos de competición superan los 300.000 euros. A eso debemos unir televisión y los ingresos que reciben los clubes recién descendidos de la LFP,  por tanto el presupuesto del Alba no se va a tambalear por los 70.000 euros de la Diputación, que además son para el fútbol base y no para el primer equipo. Lo repito varias veces porque parece no haberse entendido bien en la entidad.

Parece más bien que la decisión de Garrido no es más que una cortina de humo para otra cosa. Bien porque por cuestiones personales o de dinero quiere dejar la entidad,  bien porque quiere seguir presionando a las instituciones o bien porque se ha cansado de estar en el Alba y quiere ponerlo a la venta.  O simplemente quiere ponerse la venda en los ojos porque no quiere pagar a Hacienda las deudas.

Dice Garrido que el día 5 lo explicará todo, pero realmente le queda poco por explicar. Dice que se quiere ir, con sus consejeros, pero para eso deberá vender la entidad, porque no parece lógica dejarla perder si se supone ha puesto tanto dinero como suele repetir. El presidente del Albacete, aquel al que le regalaron un club de fútbol, quiere sacar ya su tajada. Falta que alguien le quiera comprar el club.

En todo caso, ¿alquien echará de menos a Garrido? Todos sabemos que llego al club por interés personal y económico, y que se irá el día que saque el dinero que pretende. Después de que los ‘fenonemales y desprendidos’ accionistas del Alba le regalaron las acciones de un club de muchos, el Alba pasó a ser de uno. Hasta ahora ha sido de Garrido, en el futuro no sabemos de quien será, pero no parece que la historia del Alba haya sido muy positiva ni diferente desde Garrido llegó aquí.