La detención, de la que ha informado este viernes en nota de prensa la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha, se produjo después de que los agentes de la Guardia Civil recibiesen una llamada de la Policía Local informando de que habían tenido conocimiento de un posible robo en un inmueble.
Al llegar al lugar indicado, los agentes localizaron una furgoneta estacionada junto al bloque de pisos donde supuestamente se estaba cometiendo el robo.
Comprobaron que el vehículo estaba abierto y que en los asientos traseros había herramientas, un saco con cable de cobre y un gato hidráulico.
Ante las sospechas de que los delincuentes se encontraran aún en el interior del bloque de viviendas, miembros de ambos cuerpos montaron un perímetro de vigilancia para cubrir las posibles salidas, puesto que los garajes de varios de los bloques se comunican entre sí.
Los agentes vieron a un hombre salir del inmueble que, al percatarse de la presencia policial, volvió a entrar en él de forma precipitada, por lo que lo siguieron hasta una habitación de un piso, donde se había agazapado con otra persona.
Junto a ambos, había una mochila con herramientas y 50 kilos de cable de cobre sustraídos en el inmueble.
Los agentes comprobaron que estas dos personas, identificadas como P.F.C. e I.C.F, de 31 y 33 años y con numerosos antecedentes policiales, habían escalado por la pared de la fachada hasta un balcón, forzándolo para cometer el robo.
Como consecuencia de los hechos, fueron detenidos por un delito de robo con fuerza en las cosas y puestos a disposición del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Torrijos.
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