Según la sentencia hecha pública hoy por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM) y consultada por Efe, se considera probado que en septiembre de 2014 el acusado aprovechó el momento que la niña se encontraba sentada sola en un banco, mientras esperaba a su madre que había ido a tirar la basura al contenedor, para dirigirse a ella con frases como que "se fuera con él a su casa", que "estaba allí para lo que necesitase", que "le ponía cachondo" o que "le gustaba".
Ante esta situación, la menor se levantó del banco y empezó a llamar a su madre gritando, momento en el que el acusado, con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales, le agarró del brazo, lamiéndole la cara y tocándole el pecho.
En ese momento llegó la madre, quien poniéndose en medio, le reprochó el comportamiento, mientras el acusado se reía y la empujaba contra un árbol, cayendo al suelo.
En virtud de dichos hechos sufrió lesiones que precisaron una primera asistencia facultativa, que tardó en curar seis días, sin impedimento de sus ocupaciones habituales y quedándole como secuela perjuicio estético ligero, valorado en un punto, consistente en varias cicatrices hipo-pigmentadas, planas y lineales.
El tribunal no ha tenido en cuenta que el acusado, que padece una esquizofrenia paranoide, tuviese alteradas sus facultades mentales por motivo de su enfermedad o de la ingesta de alcohol.
Si (
No(
