www.albaceteabierto.es

¡Que no, que no!

Por Miguel Ángel Vicente
miércoles 12 de noviembre de 2014, 00:01h
Miguel Ángel Vicente
Miguel Ángel Vicente

¡Que no, que no....!, ¡que no, que no y que no!, que quienes están de mierda hasta las cejas, o, quizás, más arriba de las cejas, no pueden investirse de adalides, no pueden liderar la regeneración de este país, aún hoy, a duras penas, llamado España. Quienes, con su acción u omisión, han sido y son líderes de la corrupción, del saqueo, constante y taimado, de las arcas públicas de caudales; quienes están inmersos, directa o indirectamente, en los casi 1.700 casos de corrupción que se encuentran ante los Tribunales, esperando su resolución, no pueden sacar pecho ni estirar el cuello, para ponerse al frente de la manifestación anticorrupción; quienes desde sus poltronas, han sido testigos y han permanecido impávidos e impasibles y mirando para otro lado, mientras en sus partidos propiamente dichos se han practicado todo tipo de corruptelas, y quienes han arropado a los corruptos y trincones, como si la cosa no fuera con ellos, están totalmente incapacitados, por activa y por pasiva, para abanderar la lucha contra la corrupción, con la cantinela de aprobar un paquete de medidas tendentes a la transparencia, entre otras cosas porque las mismas son innecesarias, porque ya hay un Código Penal que castiga al que delinque, porque hay Normas y Principios Generales del Derecho que informan de la moralidad, de la ética y del buen Gobierno que deben presidir la acción de quienes nos gobiernan.

El Sr. Rodríguez, o sea, José-Luis Rodríguez Zapatero, bajo su mandato ya impulsó leyes anticorrupción, o ¿es que no nos acordamos de la Ley del Buen Gobierno del Gobierno y otras por el estilo?. ¿De qué han servido, si a día de hoy, nos hallamos en la lista Forbes del trinque como los primeros, batiendo todos los récords habidos y por haber? Y es que, es crónica la costumbre de nuestros representantes políticos de que cuando quieren que la conculcación y vulneración de la Ley, persistente, grave y torticeramente, por parte de los mismos que nos gobiernan, que juraron cumplir la ley y hacérnosla cumplir al resto de la ciudadanía, pase al olvido, poner un punto y aparte, un borrón y cuenta nueva, no tienen otra ocurrencia en su imaginario que, o crear una comisión de investigación, o preparar un paquete de medidas legislativas de transparencia y otras análogas, y así, hasta la próxima, de oca a oca y tiro porque me toca.

Esto es lo que ahora pretenden el Partido Popular, a través del Gobierno que sustenta, cuando el nivel de la corrupción y de saqueo de la caja pública de caudales ha llegado a unos límites que ha puesto a la ciudadanía en pie y en estado de alerta total, demostrando, a través de las encuestas más recientes que se halla hasta el gorro, hasta los mismísimos cataplines, de una panda de políticos (“casta, que llama Pablo Iglesias”) que se han dedicado y se dedican desde su llegada al poder y a las instituciones, a forrarse, como vulgarmente se dice, velando por su bienestar e importándoles un bledo el bienestar de esos ciudadanos a quienes dicen gobernar, lo que sí es cierto, en cierta medida, valga la redundancia, sacándoles la sangre, friéndolos a impuestos y dejándolos sumidos en la más sublime y extraordinaria pobreza, en la miseria más miserable, valga de nuevo, otra vez, la redundancia, y, en definitiva, en la indigencia más absoluta y terrorífica, hasta el punto de hacerles pasar hambre y frío, mientras sus señorías se pavonean legislando para sí, creando privilegios exorbitantes y usando y abusando de los caudales públicos para que no les falte de ná; y aun así, tienen la desfachatez, la desvergüenza y la caradura de apropiarse indebidamente de esos caudales de la Caja Pública, allegados a la misma con el sudor de la frente, cuando no también con la sangre, de esos ciudadanos que dejan desamparados a su suerte y a que Dios los asista y les de consuelo.

¡Que no, que no...! ¡que no, que no y que no!, que esta panda de ganapanes, de truhanes,  de tahúres, de bandoleros, de ladrones, no puede ponerse al frente de lo que llaman regeneración, porque, de entrada, están deslegitimados para ello, por la ley civil, por la ley penal, por la ley natural y por la ley divina. Que no podemos dejarles que sigan administrando el patrimonio común de un país de 47 millones de españoles, y que no podemos seguir dejando que sigan, y otra vez la redundancia, metiendo la mano a saco en las arcas públicas. Como he dicho ya en más de una ocasión, que todos quienes han ejercido y ejercen cargo desde la Transición hasta la fecha, deben ser inhabilitados para el ejercicio de cargo público alguno y que vayan pasando delante de un Tribunal “ad hoc”, a ser posible internacional, para dar cuenta de su gestión, de su patrimonio y del patrimonio de sus familiares, allegados y conmilitones, con la finalidad de que quienes lo merezcan ingresen en la trena, pero no para dormir el sueño de los justos y seguir viviendo sin pegar un palo al agua y del erario público, sino condenados a trabajos forzados, y lo fundamental, lo esencial, si queremos que la justicia, con mayúscula “Justicia”, lo sea de verdad, que se les incauten todos sus bienes y lo robado y sustraído sea devuelto al patrimonio nacional. Cualquier otra pretendida solución, cualquier otra medida que se enmascare dentro de una Ley de Financiación de los Partidos Políticos, considerando la Financiación ilegal un delito (¿es que no lo era ya?) o aprobando rimbombantes normas como la del anunciado “Estatuto del Alto Cargo”, no servirán para nada, serán fuegos de artificio, cortinas de humo y no serán sino más de lo mismo, aparentando cambiar algo para que nada cambie y para crear un salvoconducto para hacer borrón y cuenta nueva, dejando libres y en sus cargos a todos los sinvergüenzas que se han venido aprovechando de los mismo para el enriquecimiento personal y para seguir hinchando las cuentas opacas que mantienen en los paraísos fiscales, mientas llueve la miseria, la pobreza, el hambre, el horror y el espanto, sobre la generalidad de la ciudadanía española.

Y es que, no nos enfrentamos a la sinvergonzonería de cuatro desalmados y desgraciados aislados, tal como se nos quiere hacer ver desde el Gobierno y los medios de comunicación adictos. ¡No!, nos encontramos ante una trama organizada, desde los propios partidos políticos y otras organizaciones, llámense laborales, empresariales, o de la ralea que sean, para saquear el país. De ahí, que quienes están inmersos en las mismas, por su propia naturaleza están incapacitados para liderar nada de nada, por mucho que cacareen, por mucho que sigan silbando al aire, por mucho que miren la paja en el ojo ajeno y no quieran ver la viga (o el vigón) en el propio, aunque a estas alturas, lo que se dicen pajas, pajas, pocas o ninguna.

Y ahí tenemos al Partido Popular, en su Congreso de Cáceres, bajo el eufemístico nombre de “Jornadas de Estabilidad y de Buen Gobierno”, dirigido a los cargos autonómicos, con Mariano Rajoy Brey al frente, como si la cosa no fuera con él ni con ellos, como si estuvieran libres de todo pecado y culpa, como si toda la corrupción que está salpicando a este Partido (no olvidemos tampoco al PSOE con sus Eres en Andalucía y otros, no pocos, chanchullos), fuera flor de un día y no afectara al centro de flotación de una formación política que, a día de hoy, no tiene escape ni excusa que la exonere de estar inmersa en tal grado de corrupción, que para limpiarla sería necesario refundarla y ni aún así. No olvidemos a la trama Gúrtel, ni a todo el lapidario rosario de corrupción destapada en este pasado mes de Octubre, un caso más le salpica en todas las narices de quienes aún siguen con el erre que erre de ser trigo y no paja, de la manida honradez, y etc, etc, sin dejar de lado las pruebas ya, prácticamente, irrefutables que maneja el Juez Ruz acerca del pago en negro, de la Caja B (¡de la Caja B y sin IVA!, mientras Montoro nos exige a los ciudadanos de a pie el ingreso del IVA no cobrado) al Arquitecto que llevó a cabo la remodelación de la Sede Central del Partido, en Génova, ascendente, que se sepa a día de hoy, nada más y nada menos, que a un millón setecientos mil euros, y luego se asombran de que la economía sumergida en este país esté rozando ya el 25% y se persigue a los autónomos por tierra, mar y aire para sacarles el último céntimo de euro del bolsillo, haya o no razón para ello, pues, señores del PP, eso que practican Vds. es Economía Sumergida, con  mayúsculas y con toda su mácula de indecencia, de inmoralidad, de procacidad, de obscenidad e ilegalidad. Pues bien, en plenas jornadas de reflexión, salta a la palestra el caso Monago, otro más, pasando de un día a otro, del “puedo justificar los gastos de mis viajes” al “pido disculpas y devolveré hasta el último céntimo”. Primero lo niego todo, miento, y después pido disculpas (que no perdón) y a otra cosa mariposa, a seguir en el machito y o lo tomas o lo dejas. ¡Que no, que no....!, ¡que no, que no y que no!.

MIGUEL-ANGEL VICENTE MARTINEZ

12 de noviembre de 2014

 

                            

 

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios