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Je suis Charlie

Por Marian Gabardino
miércoles 07 de enero de 2015, 19:12h
Marian Gabardino
Marian Gabardino
Hago memoria e intento recordar algún chiste, tira cómica, actuación o sátira que haya matado a alguien alguna vez. Me resulta imposible encontrar en mis archivos mentales algún caso así.
Hoy a los lápices los han atacado con balas. Balas cargadas de sinrazón, de odio, de ignorancia y de intransigencia. Balas disparadas en nombre de un dios. 12 personas asesinadas por el fanatismo y la intolerancia. Da igual el nombre de ese dios, porque hay millones de musulmanes en el mundo que conviven en paz y en el respeto y para los que Alá nada tiene que ver con esto.
Hoy sentimos miedo, porque contra lo que atentan es tan grande como nuestros derechos, nuestra forma de vida, nuestra libertad. Libertad de prensa, de información, de expresión. Esas balas nos han dado a todos los que defendemos estos derechos, porque nos han costado sangre, sudor y lágrimas conquistarlos. Y no, no nos van a amedrentar, ni nos van a callar.
Hace unos años, Stéphane Charbonnier, director de 'Charlie Hebdo, ante las amenazas de radicales islamistas por una tira cómica sobre Mahoma, decidió seguir adelante con su línea editorial y su libertad creativa. Hasta el final. Si este hombre no es un héroe, díganme quien lo es. No ceder a la censura impuesta por otros y sobre todo no caer en la autocensura es el camino a seguir para no ceder ni un solo paso ante los asesinos.
El humor parece ser el blanco fácil para los imbéciles. Cualquier tema tratado desde el drama parece lícito, pero el mismo tema desde el prisma del humor  ofende, molesta y pica más. Hasta que no entendamos que el humor es inherente al ser humano, que es una válvula de escape, una expresión creativa más, seguiremos poniendo por encima la maldita “corrección política” sobre la libertad. Libertad que también tiene el lector o espectador, para reírse o no, para ver o pagar por un determinado producto.
Hoy no hay risas, hoy se nos ha encogido el corazón a todos, cristianos, musulmanes, budistas y ateos. Quizás, cuando no nos queden palabras para poder expresar toda la rabia, la ira, el dolor que sentimos… nos quede una viñeta.
Os lloramos como a amigos porque nos hacíais reír. Y la risa, como el amor, une a las personas.
Marian Gabardino
Secretaria de Cultura de Psoe Albacete
 
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